En medio de una efervescente contienda electoral, que se encuentra ad portas de concluir, los candidatos a la Alcaldía de Paz de Ariporo están presentando sus visiones y estrategias para impulsar la cultura y el turismo en la región del Norte de Casanare. Algunas propuestas son catalogadas como "inciertas", otras como "ambiciosas."
En un contexto donde los sectores del arte, la cultura, la historia, y los saberes han sido convenientemente olvidados, han experimentando así una lamentable falta de inversión durante múltiples administraciones anteriores (y, por supuesto, en muchos casos la actual). La comunidad Paz de Ariporeña anhela con sincero entusiasmo ver un crecimiento "real" en estas áreas. Este crecimiento, indiscutiblemente, seria un factor para fortalecer, los lazos sociales y comunitarios que, de manera perturbadora, han sido afectados por "breves" pero intensos períodos de agitación y violencia en la región.
En este curioso sentido, las propuestas de los aspirantes a la Alcaldía se han convertido en el foco de atención y están generando un intenso debate entre los residentes. Por un lado el Sur de Casanare, con Tauramena a la cabeza, demuestra que es un incipiente ejemplo en términos de proyección y progreso en la industria del turismo. La región ha logrado explotar sus recursos naturales y culturales, atrayendo visitantes y generando un flujo constante de ingresos a través de esta fuente económica en expansión. Esto, indiscutiblemente, es un logro que algunos podrían considerar notable y merecedor de cierta atención.
Sin embargo, esta realidad resalta la brecha que existe con respecto al norte de Casanare, que, a pesar de tener un potencial igualmente valioso, con una geografía transitoria en términos de recursos naturales y culturales, ha quedado rezagado en comparación con sus contrapartes del Sur. Esta brecha plantea una pregunta fundamental: ¿Por qué no se han implementado estrategias similares en el Norte de Casanare para avanzar en el turismo y diversificar la economía en la misma medida que en el Sur?
El turismo, a menudo considerado como el "nuevo petróleo", tiene el potencial de impulsar el crecimiento económico y reducir la dependencia de los recursos naturales no renovables. En la población del norte de Casanare, que históricamente depende de la extracción de hidrocarburos entre otras economías como la ganaderia y agricultura al igual que el Sur, se vislumbra la necesidad de una transformación que, sin duda, requerirá una firme voluntad política. La experiencia de Tauramena es un ejemplo claro que demuestra que en Casanare es posible y altamente beneficioso invertir en el turismo como motor económico. Esta transformación no solo puede, sino que debe, ser considerada como una alternativa a la dependencia histórica de la extracción de hidrocarburos.
No obstante, esto también debe aprovecharse como un llamado de atención para las autoridades, empresarios y líderes del norte de Casanare. La oportunidad está allí, pero se necesita, visión y acción estratégica para llevar a efecto. Esencial diversificar su economía y mirar hacia el futuro, esto implica aprovechar sus recursos naturales, para promover y fortalecer tanto la diversa cultura llanera como la belleza escénica de sus paisajes.
La actual Alcaldesa prometió en su Plan de Desarrollo Municipal (2020) que sus propuestas se basarían en tres pilares: fortalecimiento y recuperación del patrimonio material e inmaterial, promoción del turismo histórico y de naturaleza, y apoyo al desarrollo de las industrias creativas. Sin embargo, al término de su mandato, es evidente que gran parte de estas promesas aún no se han materializado.
De esta manera, los candidatos compiten por la oportunidad de revitalizar tanto la cultura como el turismo en la región. Entre las propuestas más destacadas, se encuentra el estímulo de eventos culturales locales, festivales de música, exposiciones de arte y ferias gastronómicas. Esta iniciativa no solo enriquecería la vida cultural de la comunidad, sino que también serviría como un catalizador para aquellos que se dedican al sector cultural, lo que a su vez garantizaría una mejora en el tejido social y comunitario de las actividades. Por demás, atraería visitantes de otras regiones, brindando un impulso considerable a la economía.
La restauración del patrimonio histórico figura en las promesas de varios candidatos. Estos se comprometen a invertir en la conservación de los sitios históricos del municipio, lo que incluye la creación de rutas turísticas para que los visitantes disfruten de la herencia histórica y patrimonial. A pesar de ello, estas promesas han suscitado interrogantes en la comunidad sobre la viabilidad financiera a largo plazo y la sostenibilidad de los sitios histórico-patrimoniales en las rutas turísticas propuestas.
¿Cómo se garantizará que estas rutas continúen atrayendo visitantes a largo plazo? ¿Se invertirá en la restauración del patrimonio cultural material e inmaterial? ¿Se llevarán a cabo campañas de promoción y marketing eficaces? ¿Se ofrecerán actividades y experiencias enriquecedoras para los turistas? Los críticos esperan respuestas concretas a estas inquietudes.
El apoyo a la artesanía es otro aspecto significativo de las propuestas, con el objetivo de fortalecer la identidad cultural. Esto se "lograría" mediante la creación de espacios para que los artesanos exhiban y vendan sus creaciones, promoviendo así el turismo de compras y estimulando la economía popular. Los candidatos deben proporcionar información concreta sobre cómo pretenden ofrecer estos espacios y promocionar los productos artesanales de manera efectiva.
La falta de detalles concretos plantea interrogantes entre los votantes. ¿Dónde estarán ubicados estos espacios? ¿Cómo se seleccionarán a los artesanos, que podrán participar? ¿Qué medidas se tomarán para garantizar que los productos sean de calidad y auténticos? ¿Se brindará capacitación y apoyo a los artesanos, gestores, cultores e investigadores para mejorar sus habilidades y comercializar sus productos de manera efectiva?
Mas aun, destacar la importancia de la inclusión de las comunidades indígenas que residen en el resguardo indígena de Caño Mochuelo es vital. Algunos creen que esto es esencial para preservar las tradiciones propias del lugar, mientras que otros se preguntan si se efectuará de manera positiva y si se escuchará genuinamente a estas comunidades.
"Implementar proyectos con enfoque diferencial como lo es la etnoeducación no solo preservará sus manifestaciones propias, sino que también permitirá una comprensión más profunda de su sabiduría ancestral y el desenvolvimiento del etnoturismo." (Diseño de las experiencias turísticas para el fortalecimiento de la memoria Biocultural y el tejido comunitario en el Municipio de Paz de Ariporo, Casanare, 2022).
Todo esto destaca la necesidad de adoptar una perspectiva interdisciplinaria que englobe tanto las Ciencias Naturales como las Ciencias Sociales, desde la biología orientada a la conservación de especies (como ha acontecido) en áreas específicas hasta la promoción del turismo científico sostenible y los planes de prevención arqueológicos y antropológicos. Además, resulta esencial enfatizar que el gobernante de los próximos 4 años debe definir de manera precisa y esmerada las acciones que anticiparan el equilibrio de las practicas del turismo con la preservación de los recursos naturales, evitando problemáticas como la aculturación y la contaminación del suelo, entre otras.
Esto implica la necesidad de construir una proyección sólida basada en la ecología del saber y la memoria biocultural, considerándolos como componentes vitales que cuestionan las bases epistemológicas previamente establecidas.
Estas bases suelen fundamentarse a través de un enfoque reduccionista de la economía, que justifica la explotación de recursos naturales mediante la lógica del libre mercado. Este criterio, en cambio, se presta a cuestionamientos, ya que considera la cosificación y el fetichismo de la capitalización de la naturaleza, como el uso desmedido de los recursos naturales de la región como meras mercancías sin tener en cuenta su valor intrínseco y su impacto en el medio ambiente.
Esto, a su vez, en un contexto espacial específico, se percibe que la explotación de recursos ambientales conlleva una desigual distribución socioterritorial de la acumulación de capital. Esto resulta en un deterioro ambiental intrínseco con serias afectaciones socio-culturales. Desde esta perspectiva crítica, podemos entender mejor la evolución de los paisajes actuales y cómo las comunidades llaneras han interactuado con estos, revelando los impactos socio-económicos, políticos y ambientales de estas dinámicas y la alteración de la dialéctica campesinado-particularismo 'citadino'
En esta perspectiva, se logra comprender la situación de los paisajes actuales y cómo las comunidades llaneras han interactuado con ellos. En cambio, es fundamental reconocer que estos paisajes han soportado transformaciones significativas debido a la interacción entre la naturaleza y la sociedad. Estas alteraciones, en muchas ocasiones, han sido impulsadas por actuaciones de empresas transnacionales, lo que ha provocado crisis y desequilibrios notables, generando tensiones en los aspectos geográficos, ecológicos y ambientales debido a la búsqueda desmedida de la acumulación del capital.
Se debe vaticinar que la incorporación de la perspectiva indígena no debe ser interpretada como un simple formalismo o un gesto simbólico en el desarrollo de proyectos culturales y turísticos en la región. Debe ser, más bien, considerado como un pilar fundamental y auténtico en cualquier iniciativa que busque reivindicar a los primeros habitantes de estos lugares y comprender su cosmovisión del territorio.
Asimismo, es crucial hacer un análisis de la capacidad de carga para los ecosistemas frágiles en la sabanas inundables. Estas garantizarán un crecimiento basado en prácticas sostenibles que generan un impacto positivo, al mismo tiempo que se respeta el entorno ambiental y se articulan las medidas de integración entre la academia, e instituciones y organizaciones ambientales que generen, apoyen y coordinen procesos de conciencia colectiva ambiental en la mitigación del impacto del cambio climático y la conservación de la palma de moriche en las instituciones educativas.
La colaboración con el sector privado se ha planteado como una fuente de financiación para proyectos turísticos y culturales. lo que ha desencadenado un debate sobre la transparencia y la equidad en estas alianzas, así como sobre la sostenibilidad a largo plazo de las inversiones resultantes.
Los votantes están evaluando cuidadosamente estas discusiones en busca de líderes que puedan convertir estas promesas en acciones concretas para impulsar el avance y así mismo, fortalecer la identidad cultural de la comunidad.
