Algunos de los problemas de la Bogotá rural son la expansión urbana con construcciones ilegales, la inmigración no planificada, el impacto negativo de parques minero-industriales, las intervenciones ilícitas en zonas de reserva para agricultura y ganadería. ¿Cuáles son las propuestas de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá frente a estos y otros temas?
La Bogotá rural está constituida por un territorio de algo más de 120.000 hectáreas, el 75% del territorio de Bogotá. Nueve de las veinte localidades cuentan con territorios rurales: Sumapaz, Usme, Ciudad Bolívar, Suba, Usaquén, Santa Fe, San Cristóbal, Chapinero y Bosa. La cobertura de páramo constituye el 70,1% del suelo rural; el 9.1% corresponde a bosque alto andino y matorrales; 1.6% son plantaciones forestales; 15.5% de pastos; y el 2.9% del suelo se usa para cultivos, como hortalizas y papa. La población rural es el 0,2% de la población bogotana, más de 16.000 personas caracterizadas como pequeños y medianos productores.
Las tres principales localidades en términos rurales son Sumapaz, Usme y Ciudad Bolívar. La localidad de Sumapaz (Localidad 20) está organizada por dos Unidades de Planeación Rural (UPR), la UPR Río Blanco conformada por dos corregimientos (Betania y Nazareth) y 14 veredas; y la UPR Río Sumapaz con un corregimiento (San Juan) y 14 veredas.
Usme (Localidad 5) consta de 7 Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) que aglutinan principalmente población urbana; existiendo además una Zona de producción agropecuaria (veredas Los Soches, El Uval, Tiguaque, Las Violetas, La Requilina, Corinto, Agua Linda, Chiguaza, Olarte y Destino); y una Zona de reserva y producción hídrica (Parque Entre Nubes; veredas Curubital, Arrayanes, El Hato, Las Margaritas, Chisacá, La Unión y Los Andes).
La Localidad 19, Ciudad Bolívar, cuenta con 8 UPZ con población urbana y 3 corregimientos: Mochuelo (veredas Mochuelo Alto y Mochuelo Bajo); Quiba (veredas Quiba Alta y Quiba Baja); y Pasquilla (veredas Pasquilla, Pasquillita, Santa Bárbara, Santa Rosa y Las Mercedes).
También existen territorios rurales ubicados en los cerros orientales y en la zona noroccidental de Bogotá, donde se encuentra la Reserva Thomas van der Hammen.
Una revisión de los programas de gobierno de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá nos arroja los siguientes resultados. Carlos Fernando Galán propone un modelo de desarrollo ambientalmente sostenible; cuidar los recursos aire y agua con un criterio de justicia ambiental; aumentar la cantidad de ecosistemas estratégicos protegidos y de interés ambiental para la ciudad; garantizar una Zona Adecuada de Manejo y Protección Ambiental del Río Bogotá con miras a la creación de un Parque Lineal que promueva la apropiación, recuperación y cuidado del río.
El programa de Galán incorpora una mayor seguridad para los ciclistas que utilizan vías rurales y urbanas para la práctica de este deporte; mejorar y ampliar la malla vial rural; puntos de lectura en espacios rurales; programa especial de acompañamiento para instituciones educativas rurales; programa de nivelación académica y preparación para la educación superior para jóvenes, adultos y personas mayores de la ruralidad; fortalecer la política pública de ruralidad; procesos de formación y emprendimiento dirigidos a habitantes de la ruralidad en áreas relacionadas con la protección del medio ambiente.
Claudia López, por su parte, menciona en el programa de gobierno la protección de la estructura ecológica principal de Bogotá y la adaptación al desafío global del cambio climático; protección de la biodiversidad; mejoramiento de la calidad del aire y disponibilidad de agua potable; una pedagogía ciudadana para la promoción de hábitos de vida y ciudadanía ambiental; garantizar la permanencia de ecosistemas estratégicos; proteger el sistema de páramos desde Sumapaz hasta Chingaza; frenar el deterioro de los ecosistemas interconectados (páramos, bosques-andinos); fortalecer un sistema de pagos por servicios ambientales en la localidad de Sumapaz para proteger el ecosistema y mejorar el bienestar de los campesinos; avanzar con la primera etapa de restauración de la Reserva Thomas van der Hammen; controlar las ocupaciones en áreas protegidas; proteger el parque Entre Nubes y la zona rural de Usme y Ciudad Bolívar; acatar las sentencias del Consejo de Estado sobre los Cerros Orientales, para poner en funcionamiento el área ecológica y recreativa en la franja de adecuación y el mejoramiento de los barrios, así como la sentencia sobre la descontaminación del río Bogotá; promover el reciclaje, valorización y aprovechamiento de los residuos orgánicos e inorgánicos en todo el ciclo productivo; adoptar nuevas tecnologías para la disposición final, que conlleve al desmonte gradual del relleno sanitario Doña Juana.
El programa de López propone acompañar a las pequeñas y medianas empresas rurales para mejorar su competitividad y acceder al mercado de la sabana; disminuir intermediarios en la cadena de transporte de alimentos del campo, almacenamiento y distribución eficientes, con precios justos para dignificar al productor; brindar formaciones académicas que fortalezcan la labor de los agricultores y habitantes de la ruralidad; dar cumplimiento de la política pública de ruralidad y la política pública de seguridad alimentaria.
Hollman Morris propone reducir progresivamente el Relleno Doña Juana hasta llevarlo a su cierre definitivo, creando cadenas de valor energético y productivo que beneficien a la ciudad en su conjunto, adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; mejorar radicalmente la calidad del aire; monitoreo, control y sanción efectiva de la contaminación de las fuentes sonoras, electromagnéticas en el marco de la protección de la estructura ecológica principal; desarrollar programas de restauración y conservación de la Reserva Thomas Van der Hammen, de acuerdo con el plan de manejo ambiental, en los humedales, en el parque ecológico de Cerro Seco, el páramo de Sumapaz y en la zona de manejo y protección (ZMPA) del río Bogotá y los corredores ecológicos; procesos de renaturalización de las quebradas, bosques urbanos, arbolado y reverdecimiento del espacio público.
Morris plantea promover la actualización catastral y combatir la especulación inmobiliaria, para garantizar una adecuada recuperación de plusvalías urbanas y rurales; adelantar programas para la ruralidad que propendan por el fortalecimiento de los modos de vida y la economía campesina y étnica; los mercados comunitarios y campesinos, la infraestructura para potenciar la comercialización articulada a tiendas barriales y plazas de mercado; la mejora de las vías rurales y la superación de las desigualdades urbano-rurales en bienestar social; incorporar a la asociaciones campesinas y productivas a la junta directiva de Corabastos; retomar la política de agricultura urbana; adelantar acciones para el mejoramiento de vivienda rural y de los centros poblados y el afianzamiento de la Zona de Reserva Campesina de Sumapaz; regular las transiciones urbano-rurales, para que los espacios rurales dejen de ser considerados residuales y adquieran un papel preponderante en el ordenamiento territorial.
Miguel Uribe ubica como prioridad desde la salud ambiental, mejorar la calidad del aire, a través de la formulación del Plan de Gestión Integral en la Calidad del Aire de Bogotá; enuncia ejecutar la descontaminación del Río Bogotá; formular el Plan Decenal de Protección del Agua; aumentar la protección de las fuentes hídricas, en nacimientos, cauces, páramos y humedales; impulsar la cultura del reciclaje para llegar a un 25% de reducción de residuos aprovechables; mejorar el manejo del Relleno Sanitario Doña Juana para comenzar el proceso de cierre; motivar los emprendimientos de Negocios Verdes tales como aquellos basados en Mercados de Carbono para el Cambio Climático, Biocomercio, Bioeconomía, Pagos por Servicios Ambientales, Ecoturismo, Energías no convencionales; implementar medidas para mitigar los efectos del cambio climático, tales como la economía circular; crear un incentivo de guardabosques para aquellas áreas que son protegidas y se encuentran predios privados; diseñar estrategias de bosques (REDD+); estrategias de bosques dendroenergéticos (huertos leñeros) para abastecimiento de leña para las familias e implementar estufas ecoeficientes prototipadas para viviendas rurales; incentivar los pagos por servicios ambientales.
Uribe Turbay incluye en su programa de gobierno la promoción de la silvicultura biodiversa de restauración y protección de manejo de las 16 áreas protegidas de la capital; incentivar el turismo sostenible y responsable como estrategia de sustitución de actividades productivas; fomento de las ecogranjas integrales para educación ambiental y ecoturismo escolar rural; fortalecer la gerencia rural para coordinar, articular y hacer seguimiento a todas las intervenciones en materia de ruralidad; optimizar el Sistema de Información para la Planeación y el Seguimiento del Desarrollo Rural del Distrito Capital (SIPSDER); recuperar las vías rurales de la ciudad; conectar las plazas de mercado locales con los productores rurales; promover la nueva ruralidad; implementar programa de huertas urbanas; promover la agroindustria rural abriendo espacios para la comercialización; mejorar los procesos y equipamientos de asistencia técnica en las ULATAS; establecer el Biobanco para Fomento y Preservación Reproductiva de la Biodiversidad Agropecuaria de la Sabana de Bogotá.
Propuestas particulares y coincidentes se precian en los programas de gobierno; algunas más desarrolladas que otras; unas más detalladas técnicamente que las demás. Los temas de la Bogotá rural son trascendentales para nuestra ciudad… Usted decide.
