La marcha que convocaron sindicatos, de profesores, de integrantes de la Mesa Nacional Agropecuaria de Interlocución y Acuerdo (MIA), la Coordinación Nacional Agraria, (CNA), Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria( Fensuagro), Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina, (Anzor), el Congreso de los Pueblos y el movimiento Marcha Patriótica, recorrió las calles del coliseo El Campin hasta llegar a la Plaza de Bolívar, a donde llegó a las 4 de la tarde.
Al inicio fueron amenizados por grupos culturales. Luego por la exsenadora del Partido Liberal y líder de Derechos Humanos, Piedad Córdoba y el recién elegido senador Alberto Castilla, quienes dijeron que: “hoy nacía una nueva Colombia que defendía el campo”. Córdoba señaló a los “vende-patria y les reclamaba que la tierra era de los que la trabajan. Que pertenecía s los afro, indígenas y campesinos”. Córdoba insistió en que: “la movilización era una demostración del poder popular real y que a los poderosos les queda muy poco tiempo”. Al tiempo que Alzate insistió en la creación de una nueva Asamblea Constituyente y apoyó al proceso de paz de la Farc y el gobierno en La Habana,Cuba, como los que se están iniciando con el Ejército de Liberación Nacional(ELN).
Tanto Alzate como Córdoba insistieron en que el día de la marcha era el nuevo 20 de julio, porque “se estaba construyendo un sendero de paz para los negros, afros, indígenas, campesinos; así como para los estudiantes”.
Entre los asistentes al evento estuvo Jaime Caicedo, excandidato a la Cámara por Bogotá de la UP y Secretario General del Partido Comunista Colombia, PCC, así como César Jerez; presidente de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina, Anzor y Luis Fernando Arias; presidente de la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (Onic) y Feliciano Valencia, líder indígena del Cauca.
A medida que el tiempo iba pasando, las actividades culturales iban llegando. Una toma de chicha por parte de líderes indígenas invocaba a los ancestros mayores para purificar el proceso de lucha con el gobierno nacional.
Acto seguido el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, acompañado de su hijo Nicolás y de Hollman Morris, gerente de Canal Capital, respaldaron la marcha y reprocharon la firma de los 11 Tratados de Libre Comercio que ha suscrito Colombia y la manera como el Estado no defendió la soberanía para la producción alimenticia e impulsar el consumo de productos como la papa y la yuca de otros países.
Morris, quien fue respaldado y ovacionado por los movimientos indígenas que exaltaron su labor social desde la gerencia de Canal Capital, se mostró feliz y sostuvo que: “si defender los Derechos Humanos, la diversidad sexual y visibilizar la realidad nacional y las movilizaciones era hacer Petrismo. Él seguiría haciendo Petrismo desde donde estuviera”.
En la declaratoria final, las conclusiones de la declaración política, estuvieron girando sobre cuatro ejes. El primero es el logro de la unidad de los movimientos indígenas, afros y campesinado representados en el 90 por ciento. Segundo. La construcción del pliego unitario de los tres sectores ya mencionados. Tercero, el respaldo al proceso de paz del gobierno con las Farc, así como la fase exploratoria de diálogos con el Eln y cuarto y último, comunicarle al gobierno nacional (presidente Juan Manuel Santos, ministros de Agricultura e Interior) que tienen hasta un mes para cumplir los pactos y compromisos del paro de agosto del año pasado, o sino, una movilización agraria-paro- estallaría y se tomarían las calles de Bogotá y de las principales vías de Colombia el 28 de abril o la primera semana de mayo.
Después de todo esto, todo aquel que se asomara como ciudadano desprevenido en la Plaza de Bolívar entre las 2 de la tarde y 8 de la noche del 17 de marzo, no pensaría que el tal paro si existió y podría volver a ´estallar´.
Fotos por: @Wikiperiodismo - Alianza Social Media.