La disputa de la oposición venezolana ahora se da al interior de su estructura con sus miembros divididos.
Los parlamentarios que fueron electos en 2015 y cuyo periodo venció en 2021, votaron en su gran mayoría en contra de la figura que ha puesto a Juan Guaidó como la cara de la resistencia al oficialismo.
Y es que la mayoría de los antiguos aliados del ex jefe de la legislatura del país, la Asamblea Nacional, consideran que el liderazgo de Guaidó que comenzó hace tres años “no está funcionando” y que necesitan “encontrar una mejor manera de conectarse con los votantes desilusionados” en las elecciones presidenciales de 2024.
Por lo menos cuatro partidos políticos votaron en contra de Guaidó y quieren que “la unidad no se fragmente” mientras se espera la segunda sesión que definirá el destino del principal rival público de Nicolás Maduro.
Solo 23 diputados manifestaron su rechazo a la eliminación de la figura de presidente interino y calificaron la intención de sus iguales como “un golpe parlamentario”.
Nueve opositores, algunos independientes y otros de los partidos Encuentro Ciudadano, Proyecto Venezuela y Nuvipa, se abstuvieron en la votación y propusieron declararse en "sesión permanente".
"El proceso que comenzamos en enero de 2019 se ha debilitado y ya no se percibe como una opción real para el cambio, este país requiere nuevos caminos que nos ayuden a volver a la democracia”, se lee en un comunicado del grupo de líderes de la oposición.
Guaidó intenta salvar su puesto
Desde que comenzó el mes de diciembre, Juan Guaidó pidió al grupo opositor que extendiera su mandato como líder del Gobierno interino por lo menos un año más, una solicitud que luego recibió como respuesta una declaración firmada por 67 legisladores en la que anunciaban que votarían para cambiar la forma en que opera la figura interina.
Antes de la votación de este jueves 22 de diciembre, Guaidó aseguró que el interinato es "una herramienta que los opositores han defendido a riesgo de sus propias vidas y su libertad, y que sigue siendo la estrategia política" para lograr unas elecciones libres y el no reconocimiento a Nicolás Maduro como presidente.
En enero de 2019 la oposición venezolana gozaba del control mayoritario de la Asamblea Nacional, por lo que votó para dejar de reconocer a Nicolás Maduro como presidente, luego de que él impidiera que varios opositores se postularan en su contra.
La Asamblea nombró a Guaidó como un legislador ‘backbench’ y pronto convirtió en uno de los pocos líderes de su partido Voluntad Popular, que esquivó el arresto o el exilio para llegar a tomar la figura de mandatario interino, de acuerdo con el orden de sucesión estipulado en la Constitución de Venezuela.
Aunque muchos vieron la hazaña como una esperanza para la democracia venezolana, su Gobierno interino no logró tener el control de ninguna institución gubernamental ni el respaldo de los militares.