Medellín Me Cuida, plataforma que se creó en plena crisis sanitaria ocasionada por la covid- 19, cuyo propósito es identificar a las familias más vulnerables de la ciudad y asistirlas mediante ingresos económicos, como también mantener a la población al tanto de los números de contagios por comunas para evitar la propagación del virus, dejará de funcionar a partir del 31 de diciembre del presente año.
O Al menos esto fue lo que informó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle. Cabe recordar que, desde su implementación en abril del año 2020, se dieron varios pronunciamientos por parte de concejales y ciudadanos del común, quienes se negaban a dejar sus datos en el novedoso sistema. Inconformidades respecto al manejo de los datos privados y su finalidad fueron puntos álgidos que suscitaron, incluso, un control político que llegó hasta el concejo de los antioqueños.
Hoy por hoy, la plataforma continúa funcionando de manera no tan activa como en sus inicios, pero aún llegan los mensajes de alerta que invitan a reforzar los protocolos de bioseguridad conocidos ya por todos para contrastar los casos activos en distintos sectores de la ciudad.
La pregunta ahora es la siguiente: ¿qué pasará con la información de los 3.509.444 de usuarios aquí registrados? ¿Por qué será eliminada la plataforma a escasos dos años de su funcionamiento? ¿Cómo llevarán ahora las estadísticas cuando se aproxima una nueva variante identificada, la delta? ¿Acaso ya no son de utilidad estos datos? ¿Quién o quiénes son los entes encargados de monitorearlos? ¿Cómo saber si realmente están en un lugar seguro?
¿Siguen siendo datos privados e información confidencial? ¿Se habrán vendido con fines comerciales a los bancos? ¿Acaso podrán traficar en el mundo negro e ilegal de compra y venta de base de datos? ¿Habrá copia de estos en algún lugar? Estos interrogantes posiblemente no se resolverán. Lo cierto es que en su trino del 28 de julio del año en curso, Quintero Calle aseguró el inicio de la eliminación de esta base.
Y es que en un país en donde hay tanto vivo, y que se ha acostumbrado a tener malicia indígena, ¡no es raro que cualquier cosa pueda pasar!
¡Amanecerá y veremos!
