Desde que estaba a cargo en el "Palacio de Nari" nadie ha podido resolver la relación del exmandatario Álvaro Uribe con la temida Oficina de Envigado. Nadie conoce los tentáculos de "esta oficina", a pesar de que su organigrama de alguna manera siempre ha sido conocido por los organismos judiciales e investigativos del país. Ahora, en una clara muestra de mismo modus operandi usado por Uribe contra el exmagistrado Iván Velázquez, vuelve y juega la Oficina de Envigado para desacreditar o dar declaraciones a favor de Uribe.
Hago ahora un paréntesis que debería preocupar a la justicia y a sus seguidores sobre las extrañas relaciones de Uribe con toda clase de delincuentes desde el comienzo de su carrera política y en lo que nunca han profundizado las investigaciones. Que a un expresidente lo tenga que avalar una red de criminales ligados a la Oficina de Envigado, como se puede notar en la ultima columna de Daniel Coronel titulada La Oficina, causa alarma y no poca, porque hace ya mucho tiempo algunos políticos han cogido las tácticas de la cultura mafiosa mezclándola con los hilos del poder concentrados en una sola persona (como los tiene AUV en el presente).
Esta situación de verdad asusta y nadie sabe a dónde nos llevará esa extraña simbiosis, porque quien se atreva a denunciarlo, aún con pruebas, no recibe el apoyo de la justicia, ni de la ciudadanía, ni la difusión de los medios; por el contrario, recibe una persecución implacable por parte de sus abogados, sus seguidores, sus bodegas y una red oscura de miembros activos e inactivos de una cofradía que protege a Álvaro Uribe, quien sería la reencarnación perfecta de Autólico.
Leyendo las crónicas del profesor Ignacio Álvarez, antiguo excompañero de Uribe en la Universidad de Antioquia, entiende uno el embeleso que causa AUV en las masas, heredado de su padre, apodado El Gitano. Esa capacidad de embaucador y culebrero, pero elevada a una máxima potencia, lo han hecho un Maquiavelo en el uso del poder, logrando, como en la fábula de Stalin y la Gallina que los colombianos y aún en contra de todo lo hecho para agredir y empobrecer más al país, que muchos defiendan su legado y su nombre.