Las brechas económicas, la insatisfacción académica, la discrepancia entre las promesas de empleabilidad y la realidad laboral en evolución son algunos factores que impulsan a los estudiantes a dejar de lado su educación superior.
Según los datos más recientes proporcionados por el Ministerio de Educación Nacional, uno de los principales factores a los que se debe la deserción universitaria es la disparidad económica, puesto que durante el segundo semestre de 2021 la tasa de deserción de los estudiantes universitarios de estrato 1 fue de un 13,3%, mientras que la de los pertenecientes al estrato 6 fue del 7,1%.
Frente a estos desafíos, es crucial reconocer que la formación universitaria es un proceso integral que requiere la participación activa de diversos actores. A menudo, las familias no están plenamente involucradas en el proceso educativo, lo cual destaca la relevancia de los espacios de bienestar proporcionados por las universidades para promover la salud mental y el éxito académico de los estudiantes.
| También le puede interesar: ¿Vale la pena estudiar en Colombia?
Al respecto, el profesor Diego Fernando Barragán, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Salle, comenta “que la mejor manera para la retención estudiantil tiene que ver con el cuidado pedagógico; cualquier profesional que se está formando debe ser cuidado pedagógicamente por sus maestros. Ha habido confianza en otros procesos, como la investigación y la extensión, pero creo que la pedagogía sigue siendo el centro de la formación universitaria”.
Por otra parte, Barragán hace un llamado al Ministerio de Educación Nacional y a las instancias pertinentes “para que los programas puedan ser aprobados de manera ágil desde luego con el rigor y la calidad que este proceso requiere, pero que podamos ofrecer a la sociedad otro tipo de desempeños, oficios y profesiones que respondan a los desarrollos de la cultura digital. Nuestras universidades deben proyectarse a transformar curricularmente sus programas para ofrecer profesiones acordes con las nuevas necesidades del mundo laboral y formativo”.
| También le puede interesar: Rectores de U privadas temen deserción superior al 50 %
Finalmente, el decano destacó la importancia de brindarle al estudiante las herramientas para enfrentarse a las profesiones del futuro, lo cual implica la creación de rutas formativas más cortas y ágiles, un claro ejemplo de esto es la oferta de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (ETDH), la cual cuenta con programas que proporcionarán a los estudiantes la adaptabilidad a las necesidades actuales del mercado y del contexto social para que los aspirantes reciban una formación enfocada en su futuro laboral.