Van más de cinco meses y el sector pesquero no cuenta con director nacional de la Aunap, hecho que preocupa profundamente, pues el futuro de la pesca está en el limbo.
Desde el sector pesquero y acuícola hay una gran potencialidad para proveer comida de calidad para todos los colombianos, pues tenemos más de 150.000 pescadores artesanales y un creciente número de acuicultores (más de 7.500 en la Región Caribe, según estimaciones serias) que día a día se encuentran en los mares, ríos, miles de ciénagas y en sus tierras trabajando proveyendo a Colombia de la proteína más importante en la nutrición de los humanos: el pescado.
Sin embargo, la falta de interés político y de inversión en la pesca y la acuicultura, aunado a los diversos ataques inmerecidos de que ha sido objeto el sector a causa del desconocimiento de algunos miembros del Congreso de la República frente a lo que representa y podría representar la pesca para los colombianos; sumada la creciente normatividad ambiental en contravía del interés nacional frente a lograr seguridad alimentaria de las comunidades, soberanía alimentaria y seguridad nacional, como lo podemos ver en la reciente Declaración de Áreas Protegidas Marinas (últimas acciones del gobierno Duque) en que sin ningún sustento científico ni social se prohíbe totalmente el ejercicio de la pesca en la cordillera Beata en La Guajira (un departamento que atraviesa graves problemas de hambre) y se da la ampliación del Santuario de Flora y Fauna de Malpelo.
Según datos proporcionados por Aladi y trabajados por Comenalpac, en 2021 Colombia importó el 67% del pescado que consume, lo que significa que mucha gente en Colombia no podrá acceder a tan vital proteína porque el precio se eleva de una manera significativa dada la depreciación del peso frente al dólar; también los insumos se elevan de precio, haciéndose inviable para las poblaciones vulnerables el acceso al pescado.
La situación de los pescadores artesanales también es dramática, pues según cifras recientes las familias que se dedican a la actividad se encuentran en un 95% en estado de alta vulnerabilidad económica y social; con tasas de analfabetismo hasta del 23%; con un índice de Pobreza Multidimensional (IPM)[1] de 33,5 en la Región Caribe y en el Pacífico de 33,3 muy por encima del nacional, que se ubica en 19,2.
Se requiere con urgencia un director nacional de la AUNAP que, en un proceso de trabajo conjunto con el gremio pesquero y acuícola, pueda trabajar en pro de promover la soberanía alimentaria de Colombia, que busque la articulación con el gobierno nacional, con los distintos ministerios y agencias, que fortalezcan la capacidad productiva de Colombia y así poder entre todos acabaremos con el hambre de muchos colombianos que hoy mueren por falta de disponibilidad de alimentos o de ingresos.
La pesca es un gran generador de empleo, por lo que se debe fortalecer[2].
[1] Fuente: PNUD (2020), elaboración proyecto objetivos de desarrollo sostenible, basándose en información del DANE. “El IMP es un indicador de pobreza basado en diferentes privaciones que puede tener un hogar”
[2]Según la OCDE (2016, 6), “de la pesca y de la cadena, directa e indirectamente se están generando 1.5 millones de empleos en Colombia”.