Muchos barranquilleros no saben las características del nuevo puente que va a remplazar al cachacal, reciente y chulavítico "Laureano Gómez".
Su construcción presenta un atraso presupuestal de un 11% (quiere decir que para terminarlo hay que adicionar unos 70 mil millones de pesos (24 millones de dólares), y el constructivo, de 4 a 6 meses. Es decir, lo entregan en enero del 2019. El presidente Santos o tendrá que agilizar la obra o hacer una inaguración parcial.
Para poder adelantar la obra, se hace determinante agilizar los procesos constructivos. Es posible, pero cuesta y lo cobrarán sin duda alguna. Y tal como es la empresa SACYR y su historia en el canal de Panamá, pues pesa ese trasiego tan inquietante. La obra hay que terminarla...
La visita sirvió para corroborar varias creencias sobre la obra y sus análisis constructivos. Es interesante que el puente dará un mayor volumen de tráfico y en términos constructivos está bien hecho, pero va en contravía con las vías de acceso y sectores aledaños. El puente presenta nuevos retos para su entorno que es muy precario y además inasistido por el alcalde Char.
Recibiremos el puente junto al viejo y cuando lo inaguren pasaremos por el nuevo y veremos el futuro obtuso y obsoleto allá abajo perdido y olvidado. Es más, no se sabe si ese viejo lo van a demoler o lo van a conservar como mirador o qué se yo. Lo que es cierto es que SACYR entrega el puente y se va de Colombia. ¡Punto!
El alto por arriba y el pequeño por debajo. Y nosotros a esperar cómo tumban al enano. ¿Cómo lo harán? Tampoco saben, apenas está por definirse, claro, cuando terminen el nuevo. Es decir, terminemos ahora y después hacemos. Ese proceder no es nada recomendable en términos de ingeniería. ¿Para qué postergar si ahora podemos?
El puente se hizo para solucionar una problemática naútica. Empero hay una serie de problemas que quedan inscritos y son:
1. El dragado no puede con la roca caliza y por tanto, el paso de buques grandes está en ascuas por profundidad.
2. Sobrecostos por mas de 75 mil millones de pesos. ¿Quién paga esa plata?
3. ¿Quién demolerá el puente viejo?, ¿qué se hará con los escombros y demás?
4. ¿Cómo van a conciliar un puente de seis carriles con vías de dos carriles?
5. ¿Quién va a responder por el atraso de tiempo de 6 meses?, ¿quién lo paga?
Por tanto, el nuevo puente no va a ser una realidad completa cuando lo inauguren, ya que lo entregarán a pedacitos. Como tampoco los medios de Barranquilla y Colombia darán a conocer la verdad urgente. Por eso damos a conocer información válida. ¿Están de moda las obras a módicos plazos?