00Cumple el presidente Gustavo Petro un primer trimestre en el poder dirigiendo los destinos de Colombia. Todo hubiera podido uno imaginarse, menos que sería posible que partidos tradicionales, ideológicamente más cercanos a la derecha, pudieran pertenecer a la coalición de gobierno. Queda claro que es mucho más interesante para un partido político hacer parte de las cuotas y de la burocracia, que defender ideologías. Por ello hoy, la política en Colombia es más que nada una amalgama de intereses donde todo es susceptible de negociación y de componenda. Allí, rodeando al Pacto Histórico tenemos al partido Conservador y al Partido de la U, entre otros.
Estas alianzas le proporcionan gobernabilidad a quien ostenta el poder y un tránsito relativamente tranquilo de sus iniciativas legislativas por el Congreso. No se enfrenta a la férrea oposición irracional pero tiene que estar dispuesto a ceder en algunos asuntos y llegar a acuerdos. Léase: negociar.
Con una coalición fuerte, la reforma tributaria, en la que se aplicaron a fondo el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y su equipo, el residente del Congreso Roy Barreras, el ministro del Interior Alfonso Prada, el senador Gustavo Bolívar y las comisiones terceras de Senado y Cámara y sus ponentes, fue aprobada sin grandes tropiezos y es esta una victoria temprana para el gobierno. Nos quedaron debiendo algunos asuntos como por ejemplo la tributación para las Iglesias. Se quedó sola la senadora Katherine Miranda en esta batalla y la abandonó hasta su propia bancada. Nada de que sorprenderse dada las dinámicas de la política.
También constituye una victoria temprana la exitosa agenda internacional y el haber reestablecido las relaciones con Venezuela. Las intervenciones del Presidente en escenarios internacionales han sorprendido positivamente por su manera respetuosa y firme de plantear los asuntos y por sus posturas ante el tema de la legalización de las drogas y las responsabilidades por el medio ambiente. Siente tranquilidad el país al conocer los compromisos para implementar el punto uno del Acuerdo firmado en la Habana y tristeza de saber que se perdieron cuatro preciosos años del gobierno anterior donde Duque y su equipo no hicieron nada por la paz y los grupos armados ilegales han ganado otra vez terreno. Todo parece indicar que fueron ellos los que tuvieron presencia en el territorio. Sobre la propuesta de Paz Total aún faltan muchas claridades pero igual trabajar y defender la paz siempre será un propósito supremo.
A pesar de las desafortunadas declaraciones de algunos integrantes de su gabinete que han puesto a temblar los mercados, y de que su equipo de gobierno en ciertos cargos al interior de algunas carteras han sido nombrados por el presidente o la vicepresidenta escogiendo personas con bajo perfil técnico, alto perfil políticos o amigos entrañables y de luchas, el balance de estos días es positivo aunque podría ser mucho mejor si se tienden puentes con el sector empresarial y si se dan señales más claras de estabilidad. Este debería ser un propósito del gobierno para los días venideros.
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A pesar de las pataletas de la oposición y las lánguidas marchas a las que convocan, el presidente obtuvo un reconocimiento favorable del 62 por ciento
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A pesar de las pataletas de la oposición y las lánguidas marchas a las que convocan, que dan hasta pena, supuestamente para demostrar el descontento de los ciudadanos con el presidente Petro y su gobierno, el presidente obtuvo un reconocimiento favorable del 62 por ciento.
Ahora será necesario estar atentos a la construcción y definición del Plan de Desarrollo; es allí donde se conocerá si las promesas del gobierno han quedado incluidas en lo que ejecutará en los próximos tres años y medio. Tal vez es esta la ley más importante de todas. El Valle del Cauca y el pacifico colombiano estaremos muy atentos de que cumplan con todo lo prometido.
Tal vez este gobierno no sea el que nos soñamos y algunos asuntos hubiésemos preferido que se agenciaran de otra manera, pero de solo imaginarnos lo que nos habría pasado gobernados por Rodolfo Hernández, Gustavo Petro es parte de tranquilidad.