Poco después de que el árbitro terminara el partido en Quito, donde Colombia cayó vapuleada 6-1 con Ecuador, empezaron a salir los rumores. En el camerino nadie soportaba a James. Todos lo identificaban como un mal líder, insuflado de un ego descomunal que pordebajeaba a verdaderos obreros como Jefferson Lerma que lo dejaba todo en la cancha. Desde ese día de noviembre la selección no se ha encontrado. La información que divulgó Javier Hernández Bonnet y que casi le cuesta una demanda del abogado del exjugador queda confirmada seis meses después. La bajada del pulgar de Rueda se lee como el mensaje más claro de todos: James es un mal elemento.
Al igual a como hizo en Chile, cuando le cerró la puerta de la selección a Claudio Bravo, Rueda no cree en estrellitas de pacotilla. Físicamente está mal, necesita parar un año para recuperarse de su lesión en el sóleo. Solo el descanso prolongado sirve para contrarrestar esta lesión. Que descanse o que se retire, igual para lo que da en la cancha, da grima ya ver su pecho helado en cada partido. No lo necesitamos, tabula rasa. Comparto por entero este trino de Daniel Angulo
James no está bien, ni físicamente ni mentalmente. Hace rato dejó de ser influyente en su club y en la selección. Hoy con su comunicado hace mucho daño en un momento en que la selección necesitaba liderazgo, unión y darle alegrías al país. Que no vuelva.
— Daniel Angulo Rugeles (@DanielAnguloR) May 28, 2021