Nos estamos enfrentando con la tecnología no solo a su vertiginoso avance, sino a los delitos que con sus novedades y nuestro desconocimiento trae con la misma velocidad. No me he metido de lleno a comprar en Internet, porque para mi es todo un placer mirar vitrinas, entrar a los almacenes, tocar, oler y pasearme por el sitio. Sin embargo, en mis breves intentos ya fui víctima de un vendedor ladrón en internet.
A comienzos de este año, miraba qué habían publicado a quienes sigo en Instagram. La pastelería y la cocina me privan; son mi otra pasión al lado de la radio y como sigo cuentas por esa línea, pues los anuncios que me salen son de ese corte: herramientas, chucherías y curiosidades para la cocina. En uno de esos anuncios fue que caí. Quería un elemento maravilla que anunciaban, una especie de plantilla roja en silicona, con orejas y siete orificios para hacer el mismo número de pancakes miniatura al mismo tiempo; en la práctica muy chévere, muy fácil. Lo pagué y hasta el sol de hoy. Les escribí varias veces y nada.
En Colombia, tenemos al abogado experto en delitos de alta tecnología Andrés Guzmán Caballero, profesor de la Universidad Sergio Arboleda, único en el país certificado por la Unión Europea. Sus recomendaciones son muy interesantes, sobre todo para los bisoños en compras de Internet como yo, y que les voy a compartir porque por lo menos les sirven de base para que no los roben desde los procesos básicos.
La primera recomendación del experto es identificar que donde se compra es confiable. Para esto hay que revisar el dominio. Hay que verificar yendo a la URL, que debe comenzar con “https”. La “s” final es la clave porque significa que ustedes están navegando en un sitio seguro. Así corroboran que en ese sitio pueden compartir no solo sus datos personales, sino nada más y nada menos que su número de tarjeta de crédito.
La segunda recomendación antes de la compra en internet, sugiere leer los comentarios que hacen quienes ya han hecho transacciones en esa página. Pero ojo porque los sitios fraudulentos tienen comentarios hechos por el mismo delincuente que está anunciando.
Buscar en otras páginas el ranking de la web en la que queremos comprar, es la tercera recomendación. “Alexa es un metabuscador de páginas web recomendadísimo para esto”, dice Guzmán. Ahí no solo se ve qué lugar en el mundo ocupa el sitio, sino cuántas personas entran; se establece si es un sitio serio o no, su reputación.
En Colombia, si usted hizo la compra en línea y se arrepiente,
tiene derecho a devolverla, o reversarla sin preguntas,
durante los tres días siguientes
En cuanto a las tarjetas de crédito hay que comprar un seguro y tener claras las exclusiones de sus cláusulas. Es importante saber que la ley de protección al consumidor en Colombia también protege al consumidor de internet. Andrés Guzmán dice que cuando el comercio es en Colombia y usted hizo la compra en línea y se arrepiente, tiene derecho a devolverla, o reversarla sin preguntas, durante los tres días siguientes. Las normas también existen globalmente, por lo tanto se debe buscar la reglamentación en el país de origen de la página donde se compra, y se reclama.
Para protegerse también hay que sospechar de los sitios que son demasiado llamativos y muy baratos. “Hay unas páginas, sobre todo orientales, que ofrecen equipos y radios espectaculares pero en la realidad son de bajo margen de utilidad”, dice nuestro experto. Estos productos divinos y baratos hay que compararlos con sus similares en páginas serias como Amazon o Alibaba.
Y qué decir de hoteles, pasajes y demás. Si en proyectos el papel aguanta todo, en turismo las fotos aguntan todo. La Superintendencia de Industria y Comercio tiene la delegatura de protección al consumidor. Lo primero que hay que hacer es el reclamo al comercio y exigir que le entreguen a uno lo que es. Si no responden, hay que hacer la denuncia ante la Superintendencia en mención, e inclusive el proceso se puede hacer en línea.
Suplantación de sim card.
Lo más peligroso es que de uno se tengan dos datos puntuales que suenan muy sencillos, pero con los cuales le pueden quitar todo: el teléfono y el correo electrónico. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, la recuperación de la clave del correo se hace en muchos casos con el teléfono. También con el teléfono usted se indentifica con el banco. En fin, se usa para muchas cosas importantes. Los delincuentes cuando tienen su teléfono y saben que usted sale del país, denuncian la pérdida de “su” teléfono, lo recuperan con nueva información, lo suplantan en WhatsApp, contactan a sus amigos porque le han hecho ingeniería social y ya saben su correo a través de las redes sociales… En fin, suplantan a la víctima frente a empleados, familiares y amigos para obtener la información que necesitan y robar a todo el mundo. Los delincuentes se aprovechan de nuestra inocencia y desconocimiento de lo digital.
En conclusión, hay que poner claves seguras, no fáciles de descifrar, con letras mayúsculas y minúsculas, números, símbolos. “Pero el lío está en las claves de recuperación. Cuando el usuario establece que el nombre de su mascota es la respuesta de seguridad, los delincuentes no tienen más que entrar a sus redes y ver que usted un día dijo que a Firulais le fascina jugar con el hueso, y listo”, dice el experto.
No hagan cadenas, no repliquen secuestros, robos, niños perdidos o enfermos ni nada que no sea de procedencia muy clara y reconocida. WhatsApp, Facebook e Instagram son las redes sociales que más usan los ciberdelincuentes. A mi me robaron en Instagram con el caso que les conté comenzando esta columna. Estamos muy expuestos y tenemos que tomar medidas.
¡Hasta el próximo miércoles!
