Colombia no puede llegar a la situación que hoy enfrenta Chile, entre otras, porque somos muy distintos a ese país en términos sociales. Chile había logrado bajar la pobreza al 8 % y construido una amplia clase media. Esos avances se lograron fundamentalmente en los gobiernos de la Concertación con claros indicios de una izquierda moderada como la de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Pero esos gobiernos, así como consolidaron esa clase media también la desilusionaron cuando la privatización de su política social produjo pensiones irrisorias y altísimos costos de educación y problemas en el acceso a salud, entre otros. Colombia tiene más del 40 % de población en pobreza y una clase media relativamente pequeña que se ha reducido durante la pandemia a lo que se agrega una tercera parte de la población vulnerable. En esas condiciones, dos extremos en la campaña presidencial que ya se inició sería la peor apuesta posible.
Por ello la salida tiene que ser el centro, pero con esa habilidad que tiene nuestra mediocre pero también habilidosa clase política, ahora todos son de centro lo cual es muy peligroso para una población que carece de una mínima madurez política que se esperaría en Chile. Es fundamental entonces definir quienes definitivamente no son centro en términos de los principios ideológicos que proponen.
Definitivamente no lo es el Centro Democrático que se acerca mucho a esa extrema derecha que siguen las ideas de Pinochet. Uno de sus principios: "Armémonos para tomar la seguridad en nuestras manos" al estilo Cabal, y en general, orden a todo costo y como sea. Horror. La Coalición de la Experiencia que ahora se denomina Equipo Colombia tampoco es centro, con mucha pena señores. La gran mayoría de quienes la componen han estado muy cerca del expresidente Uribe visitándolo en el Ubérrimo como Alejandro Char, entre otros, para tener su bendición, así que son de derecha, acéptenlo o no. ¿Dilian Francisca de Centro? ¿Federico Gutierrez de Centro? ¿Peñalosa de centro? Echeverry sí es de derecha en cuanto a la política económica que defiende y promueve y eso podría estarlo llevando a acercase a esa política de derecha. Ojalá no, pero quien sabe.
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Para evitar una catástrofe quitémosle las máscaras a los disfrazados de centristas
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Ahora vamos a la Coalición de la Esperanza que después de horas de encuentro a puerta cerrada, produjo dos hechos: que Alejandro Gaviria que les había hecho el feo entrara a este grupo y cambiar de nombre porque ahora se denomina Coalición Centro Esperanza. Decisiones de maquinaria electoral hasta ahora porque no empezaron por su ideario. Debe reconocerse que han empezado a consolidarse y parece que por fin se sabe quiénes están y quiénes no y como en el caso de Fajardo, si pueden tener futuro o no. El caso de Alejandro Gaviria a quien nadie clasificaría de derecha, como así que haría alianza con el elegido como candidato del Centro Democrático. Perdón, ojalá sea uno de esos lapsus que ha tenido en varias ocasiones porque si no, sería gravísimo. Ojalá este grupo realmente se consolide como el Centro para las elecciones, pero se les está acabando el tiempo para salir con ese ideario que los diferencie claramente del grupo que tiene los votos a la manera clientelista. Si no son claros y rápidos se dejarán quitar por seudo centristas, esa que es la bandera que necesita el país, lo que sería fatal para esta débil democracia. Este país con tantos problemas por resolver necesita una mirada progresista, moderna, solidaria, incluyente, eficiente y honesta.
Si este grupo no se consolida rápidamente el costo para Colombia sería irreparable. No se trata de ser derrotista, pero de ese tamaño sería el resultado de una presidencia que consolide esa derecha ineficiente, ignorante, soberbia, para solo mencionar algunos de sus características que han contribuido a que entreguen en 2022 un país desbaratado. Para evitar esa catástrofe quitémosle las máscaras a los disfrazados de centristas. Es más fácil de lo que muchos piensan. Y a propósito ni una mujer en esta baraja. Que retroceso en equidad de género con tantas mujeres mucho más valiosas que muchos de los que compiten. Pena les debería dar a los protagonistas de esta campana presidencial.
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