Durante los últimos días, las principales vías de la ciudad han sido objeto de bloqueos y disturbios por parte de ciudadanos que protestan por una causa que en mi opinión es justa y a su vez un reclamo que deben hacer a viva voz la mayoría de los samarios, debido que trata sobre la problemática de escasez del agua, un tema que nos ataña absolutamente a todos, porque es de general conocimiento que el preciado líquido es un elemento indispensable para la vida.
De manera superficial, dicha problemática en Santa Marta parece ser circunstancial, debido a una importante consecuencia del fenómeno del niño, como lo es la sequía; pero no, no te equivoques samario, no es así, esta problemática va más allá de un fenómeno natural, esta es sin duda una problemática estructural, que pudo ser evitada con antelación o en su defecto mitigada de manera más eficiente y controlada por la entidad encargada de estos asuntos, Metroagua.
Si bien es cierto que ocho meses de prolongado verano han provocado que las tres fuentes hídricas que abastecen el acueducto de la ciudad hayan bajado de manera considerable sus caudales (a menos de una tercera parte, según datos oficiales) e incluso desaparecido, como es el caso del río Manzanares, imposibilitando así la captación masiva de agua y de la misma forma su distribución; también es cierto que veinticinco años han sido más que suficientes para que Metroagua realizara toda una planeación adecuada entorno al agua en el distrito; aunque para no ser tan severos, cuatro fueron los años que tuvo esta entidad para preparar los medios necesarios que previnieran posibles desabastecimientos, que hoy por hoy son una realidad. Así que no hay razones para evadir responsabilidades con excusas baratas y simplistas, tampoco razones para justificar lo injustificable, como las que exponen en su comunicado de prensa del once de junio.
Resulta paradójico leer en dicho comunicado que Metroagua ha cumplido a cabalidad con sus obligaciones legales y contractuales, cuando en la práctica se sabe a ciencia cierta que eso no corresponde a la realidad de los hechos, si fuere cierto, las comunidades que se ven afectadas por la no prestación del servicio de agua potable, no salieran a protestar en las calles. Por otra parte es un completo descaro afirmar que las posturas del señor Alcalde de la ciudad frente a la operadora del servicio corresponden a actos mediáticos; ¡¡¡Pero por favor!!! No sabía que defender los derechos e intereses de los ciudadanos hace parte de un show mediático.
Para la gerencia de Metroagua son injustas las manifestaciones del Burgomaestre samario, pues para mí, que soy un ciudadano de a pie, son legítimas, son justas, es más, son ejemplares, porque por vez primera un funcionario público de alto nivel en la ciudad, toma decisiones contundentes en pro de Santa Marta; decisión como la de solicitar acompañamiento a la Superintendencia de servicios y al Viceministerio de agua potable, para terminar unilateralmente el contrato de arrendamiento con la empresa Metroagua, deja un sabor de responsabilidad social y cumplimiento del deber.
Para ninguno de los samarios es un secreto que Metroagua no satisface las necesidades básicas que demanda la ciudad, pues hoy solo con abrir el grifo del lavamanos se da cuenta de ello. Es tan deficiente el servicio que esta empresa presta, que la gran mayoría de los samarios deben tener un pequeño acueducto en casa para disponer del servicio de “agua potable” (agua potable entre comillas porque si la bebes sin antes hervirla o purificarla tendrás problemas digestivos) las 24 horas del día, y lo digo porque para poder disfrutar del servicio, primero debemos emplear una motobomba para incrementar la presión del agua y así poder almacenarla no solo en una alberca sino que también en un tanque elevado (como en mi caso); y segundo, para que el agua sea finalmente apta para el consumo humano, toca utilizar un ozonificador que elimine los contaminantes de esta. ¡¡¡Por Dios!!! Permitir que esto suceda, es una falta de respeto hacia los usuarios, debido que al manejar todas estas engorrosas herramientas, se incurren en gastos adicionales.
Me invade la ironía al ver que en la segunda parte del comunicado de prensa hacen referencia a las inversiones hechas en la ciudad; yo me pregunto ¿Cuáles y qué inversiones ha realizado esta empresa más allá de estudios poco minuciosos y casi obsoletos en la ciudad? Creo que ninguna, y si la hay, sin duda alguna es cortoplacista e insuficiente.
Es el colmo que Metroagua haga cobros excesivos en las facturas y no invierta en infraestructura necesaria para prestar un óptimo servicio; no tiene lógica ni presentación que Metroagua cobre un servicio que no suministra; El desabastecimiento que hay en la actualidad es un problema netamente estructural (que con la coyuntura se agrava mucho más) cuyo responsable tiene nombre propio: Metroagua.
Samario, no esperes sufrir de sed para poder tomar conciencia sobre la problemática del agua en tu ciudad, esta es la oportunidad ideal para tomar partido frente a un pésimo servicio, es el momento de pasar factura a Metroagua, es la hora de terminar el contrato con una compañía deficiente e inepta, que no prevé, no planifica, no atiende, no soluciona, que no nada; todo lo anterior teniendo en cuenta las quejas por la discontinuidad del servicio, la mala calidad del agua y los problemas de presión en ella. Si te da miedo por las consecuencias a corto plazo, no te preocupes, ya la alcaldía distrital está haciendo los estudios necesarios para establecer cuál es la mejor alternativa para dar una solución a largo plazo, viable y estructural a los problemas que aquejan a Santa Marta en esta materia; entre la alternativas esta montar un planta desalinizadora de agua, también, optimizar el uso del acuífero o tomar el agua del rio Magdalena; Es válido mencionar que estos estudios contarán con ingeniería de detalle.
Honorables concejales, de manera respetuosa y comedida les extiendo la invitación a que organicen un debate serio y sin antecedentes a Metroagua, entorno al servicio que prestan a los usuarios, que en últimas son quienes los eligen, un debate donde demuestren con contundencia de qué lado están, si del ciudadano o de la empresa operadora del servicio; de la misma manera, les propongo que no hagan parte del juego que pretende imponer el grupo INASSA, en cuanto a su participación económica en las fiestas del mar, buscando así desviar la verdadera discusión; Entiendan que cancelando estas festividades tradicionales no conseguirán darle solución al problema de desabastecimiento de agua en la ciudad; sean conscientes que la población samaria crece a un ritmo acelerado, tanto que en menos de treinta años seremos alrededor de un millón de ciudadanos (según estudios demográficos), por ende deben comprender que ya es oportuno e inteligente encontrar un nuevo operador que preste el servicio y determine las nuevas fuentes para los siguientes cincuenta años.
En este país se puede ser de todo, menos indiferente y neutral ante crudas y vergonzosas realidades como las enunciadas anteriormente, por eso el mensaje de este texto es claro. Ya basta de abusos, irresponsabilidades, incompetencias, deficiencias y clientelismos.
