A finales de agosto de 2023, el exmilitar colombiano Germán Alejandro Rivera García recibió un consejo de su abogado: declararse culpable de cuatro cargos por conspiración para realizar homicidio y secuestro. Las pruebas parecían lapidarias, pero reconocer los crímenes podría favorecerlo a la hora de mitigar el fallo que temía: la cadena perpetua.
Hasta ese momento, se había sostenido en su versión de ser inocente del asesinato de Jovenel Moïse , el presidente de Haití. Había querido que la rueda de la fortuna lo favoreciera, pero aceptó venderle el alma al diablo.
A comienzos de 2010, mientras aún pertenecía al Ejército colombiano, Rivera García conoció a empleados de la empresa CTU Security.
Desde 2019 se quitó el camuflado, pero esperaba hacer un dinero extra aceptando el trabajo para el que lo mandaron a llamar a Miami a comienzos de 2021.
Gracias a otro exmilitar colombiano, Duberney Capador Giraldo, ocurrió esta reunión. Supuestamente, tenía que reclutar a 28 hombres para hacer una misión de seguridad a un particular en Haití. Veintiséis de los hombres que conformaron el comando eran colombianos. La misión terminó siendo entrar al Palacio Nacional, sorprender en su cama al presidente Jovenel Moïse y darle 12 balazos que acabaron con su vida.
Siete horas después del magnicidio, fueron capturados los ex militares colombianos
Así era la vida de los militares colombianos en Haití Cuando llegaron a ese país lo hicieron en un barrio de Puerto Principe llamado Jalaouise. Allí vivían con relativa comodidad y, la única queja que habían tenido en su estadía, era la mala calidad de la comida. La idea era reclutar 100 mercenarios para proteger a altos dignatarios y empresarios que necesitaban guardaespaldas debido a los problemas de seguridad que tiene un país absolutamente destrozado por la corrupción. Si se quedaban en el país y aprobaban el examen, el sueldo subiría a 5.000 dólares- Hasta el momento de declararse culpable, en agosto del 2023, Rivera García dijo que todo fue una traición.
De esta forma los capturaron: casi los linchan
Siete horas después los mercenarios seguían en sus casas en el barrio Jalaouise, ni siquiera habían ideado un plan de fuga. Allá les llegaron los informantes del régimen y sacaron a los 11 oficiales que estaban todavía en sus casas. Los otros alcanzaron a huir. Duberney Capador, el reclutador oficial, había sido asesinado.
Según información del New York Times el principal móvil del asesinato de Moise era que estaba trabajando una lista de empresarios y políticos con vínculos con carteles de droga. Eran más de 70 nombres. Algunos de los capturados le dijeron el NYT que el objetivo principal, además de asesinar al mandatario, era recuperar la lista. En los últimos años Haití se ha convertido en una de las rutas claves para el narcotráfico. Allí aterrizan avionetas cargados de droga. Miembros del parlamento y empresarios poderosos respaldarían este tipo de operaciones. Uno de los nombres que estaban en la lista era Charles Saint-Rémy, mejor conocido como Kiko, un empresario con fuertes conexiones en el gobierno. Es cuñado del expresidente Michel Martelly, quien siempre fue una sombra detrás del poder de Moise.
Martelly, el poder detrás de la sombra.
El colombiano con cadena perpetua
Hace unos días Rivera García, de 46 años, fue visitado por su papá en la cárcel norteamericana donde está quien se derrumbó al verlo. Él está convencido de la inocencia de su hijo. Rivera García es el segundo hombre condenado a perpetuidad por el magnicidio. El empresario chileno-haitiano Rodolphe Jaar fue condenado en junio del 2023. Estados Unidos puede emitir este tipo de juicios ya que el complot para asesinar a Moise y entrar al palacio presidencial se realizó en Miami.