La crisis del coronavirus no discriminó a nadie cuando llegó a cambiarnos el rumbo de las cosas que pensábamos tener controladas. Músicos, banqueros artistas, pobres, ricos, blancos, negros, todos, nos vemos envueltos en una dinámica que parece revolver lo que naturalmente mantenía un equilibrio dividido desde lo más profundo de las personas y de la sociedad... sobretodo la colombiana.
La pandemia llegó a decirnos que el mundo ha cambiado y que nosotros tenemos que cambiar con él para siempre. Y aunque hemos tenido el tiempo para reflexionar sobre esto, la mitad de Colombia no tiene el privilegio de hacerlo en paz y con el estómago lleno desde la comodidad de nuestras casas. Por esto, hoy es un buen momento para despedir los prejuicios, las barreras y los miedos y abrazarnos desde el alma con una música que termine siendo de todos. Y que todos seamos uno cuando la bailemos juntos con ganas. Porque la música nos representa, pero sobretodo, nos une.
Dicho esto, el productor caleño Nicolas Santacruz, cuya carrera musical se ha forjado a punta de apreciar y aterrizar sonidos étnicos, raizales, ancestrales y nativos de Colombia en el mundo de la música electrónica (la misma que pone a bailar deliberadamente a gran parte de la humanidad), hoy comparte una iniciativa de cooperativismo desde el arte.
La idea consiste en el intercambio de sonidos y mezclas alrededor de Colombia que permitan acelerar el mestizaje de la música electrónica con los sonidos afros, andinos y demás ecos típicos colombianos. Para brindar la posibilidad de visibilizar el talento de este país de mil colores y entablar cercanía entre personas de manera solidaria y cooperativa, trabajando en colectivo hacia el bienestar de la música y sus creadores.
“Sé que los músicos no estamos pasando por nuestro mejor momento, con shows cancelados y una agenda en pausa, las posibilidades se reducen a la producción musical, que, si bien es el fundamento de nuestro contenido, no es el medio que genera más ingresos. Muchas personas quieren mostrar su talento y no pueden hacerlo porque mientras estén confinados no tienen los recursos. El mundo cambió, no podemos estar físicamente con nuestros seguidores, pero el mundo virtual nos da la posibilidad de seguir conectados, mi idea es esa, conectar con otros músicos también, en especial esos dueños de sonidos afros. La música se salvará con ayuda de todos.”
En su próximo lanzamiento, se espera que sean escogidas diferentes piezas de sonidos de todos los rincones del país para consolidar un álbum que será distribuido a nivel nacional e internacional. Los derechos de autor se establecerán en congruencia a los intereses de todas las partes involucradas.
Así pues, el productor musical de 26 años, invita a enviar grabaciones profesionales o empíricas, sin importar el método de grabación a su email, [email protected], para participar de la iniciativa.