El primero de enero del 2023, la población colombiana se levantaba con la noticia del presidente Petro del cese al fuego bilateral con una de las mas grandes estructuras guerrilleras (ELN). Esto supuso reavivar una serie de discusiones de antaño sobre la paz, sus implicaciones, entre otros factores. No obstante, poco tiempo después, la cúpula del ELN comunicaría que dicho cese no se daría por ser una pretensión del gobierno de manera unilateral y no concertada en la mesa de negociación que se está llevando a cabo.
Lo anterior mencionado entra en lo denominado paz total; uno de los principales pilares del actual gobierno que intenta dar fin a una época de violencia de mas de 54 años, en donde se perpetraron una serie de vejámenes que afectaron a todas las partes en conflicto. Según el Centro de Memoria Histórica (2018), en lo que lleva del conflicto se han presentado un total de 220.000 personas asesinadas, 25.000 desparecidas y 4.744.046 desplazadas. Estas cifras han catalogado a los colombianos como sujetos violentos, cuando no es así. Algunos de nuestros dirigentes, en su afán de dar fin a esta época oscura de la historia, han hecho lo posible llegar acuerdos responsables para la dejación de armas y el sometimiento a la justicia.
Empero, el interés de este pequeño articulo es dar a conocer el devenir histórico-conflictivo de nuestro país, los acuerdos, pretensiones, etc. Es imperativo empezar diciendo que desde el nacimiento de la república la violencia ha sido un medio para conseguir fines. El siglo XlX estuvo marcado por un total de 7 guerras civiles que afectaron económica, política y socialmente al país. Para inicios del siglo XX, la violencia se exhacerbaria por las rencillas entre los dos partidos políticos imperantes en ese momento: Liberal y Conservador. Las pretensiones de las elites políticas de ambos bandos se trasladarían a los ciudadanos, quienes serian adepto a tales ideologías, provocando una cantidad de muertos en el campo y la ciudad.
Después de la muerte del líder político Jorge Eliécer Gaitan (1948), se daría inicio a una nueva época de violencia que se trasladaría a otras latitudes de la geografía colombiana. La violencia se intensificaría aun mas en los 50, cuando se gestarían las primeras guerrillas de corte liberal/conservador, así como los primeros grupos paramilitares como los chulavitas o pájaros. Para los años 60 y 70 se daría el nacimiento de varios grupos guerrilleros que estarían en desacuerdo con algunas políticas que se implementaban y lucharían por la apertura de los canales de participación política. Dichos grupos estuvieron permeados por ideologías socialista internacionales, que mostraban otra forma distinta de hacer política y de construir país.
En los 80 iniciaría una nueva fase de la violencia con nuevos actores que serian visibles por su actividad ilícita como es el narcotráfico. El mercado de la cocaína empezaría aumentar en los Estados Unidos, conllevando que pocos individuos amasaran grandes fortunas que próximamente usarían para comprar miembros de la justicia, matar a contrincantes y hacerle la guerra al estado. En esa misma década, también nacerían las AUC (Autodefensa Unidas de Colombia) que próximamente serian denominados Paramilitares, cuyo fin era hacerles la lucha a las guerrillas.
Para este punto, una guerra encarnizada se libraba en el país. Las masacres y enfrentamientos generarían pánico en la población rural y próximamente su desplazamiento a otros centros urbanos. Muchas familias perdieron hijos, hermanos, padres y otros miembros de la familia, trayendo consigo odios y rencores.
En 2005, las AUC entregarían sus armas y se reincorporaría a la vida civil. Algunos periodistas y críticos del país manifestarían que dicha entrega no es más que una cortina de humo. Sin embargo, este gesto abriría la discusión sobre la paz, ya no como abstracto, sino como concepto real. Ulterior a ello, para el año 2018, y después de muchas mesas de diálogos en anteriores décadas, los dirigentes de FARC firmarían un pacto de paz donde se comprometerían a la dejación de armas a cambio de ciertas garantías políticas/económicas por parte del gobierno. Actualmente, se intenta retornar el camino de la paz con el ELN y otras estructuras, pero la pregunta es la siguiente: ¿qué implicaciones tiene conseguir la paz?
Nota. Muchos de los datos presentados son tomados de autores como Gonzalo Sanchez, Daniel Pecaut, etc. Agradecerles por sus análisis sobre la violencia en Colombia.