La historia no se escribe con suposiciones, pero a veces vale la pena hacer el ejercicio para entender mejor el presente. Hoy abrimos esta serie preguntándonos: ¿cómo sería Colombia si Federico Gutiérrez hubiera ganado la presidencia en 2022?
1. Un gobierno en alianza con el uribismo
Aunque “Fico” trató de marcar distancia del expresidente Uribe, su alianza de segunda vuelta con Rodolfo Hernández fue débil y su coalición de derecha estaba permeada por figuras tradicionales. Lo más probable es que su gobierno hubiese estado condicionado por las fuerzas que hoy hacen parte de la oposición, en especial el Centro Democrático.
Eso significa un modelo de continuidad: mantener intacto el modelo económico, evitar reformas estructurales y seguir favoreciendo a los sectores empresariales tradicionales. La promesa de “orden y seguridad” se habría traducido en una política punitivista más que preventiva.
2. El estallido que se evitó
Una parte del malestar social que llevó a la elección de Petro como presidente venía del acumulado del paro nacional de 2021. Si Gutiérrez hubiera ganado, no es descabellado pensar que ese malestar habría retornado con fuerza. No tanto por sus propias decisiones, sino por la falta de respuesta al clamor de cambio social.
La paz total, como la planteó Petro, no existiría. Volveríamos a la lógica de combatir al enemigo interno, sin una agenda clara de negociación o sometimiento con estructuras criminales. La JEP y el Acuerdo de Paz probablemente habrían tenido retrocesos.
3. Contexto internacional igual de adverso
La inflación global, la crisis energética en Europa por la guerra en Ucrania, el endurecimiento de tasas por parte de la FED y el precio de los alimentos no dependen del presidente de turno. Con Fico, la inflación hubiese golpeado igual; la diferencia estaría en las respuestas: posiblemente más subsidios a la oferta y menos transferencias directas a hogares vulnerables.
4. La salud seguiría en manos de las EPS
Con Gutiérrez, el sistema de salud probablemente no habría tenido intentos de reforma. Las EPS seguirían operando sin mayores cambios, pese a las denuncias de falta de pago, demoras y barreras de acceso. ¿Eso sería mejor? Depende a quién se le pregunte, pero la crisis del sistema —por acumulación de deudas, reglas laxas y falta de control— habría seguido creciendo, aunque más silenciosamente.
5. No habría tensiones con EE. UU., pero sí más dependencia
Gutiérrez habría mantenido una relación mucho más cómoda con EE. UU., especialmente en temas como lucha antidrogas y seguridad. Eso habría evitado roces diplomáticos, pero también limitado nuestra política exterior a ser “el aliado obediente del norte”.
6. ¿Y la narrativa de cambio?
Lo más probable es que la narrativa de Gutiérrez se centrara en el emprendimiento, el crecimiento económico y la seguridad ciudadana. Sin embargo, en un país con una deuda histórica en equidad y justicia social, el mensaje de “trabaje duro y prospere” podría haberse sentido desconectado de la realidad de millones.
¿Mejor o peor?
No hay una respuesta definitiva. Con Fico Gutiérrez no habría reformas de fondo, pero tampoco el caos que algunos asocian (erróneamente o no) al actual gobierno. Habría más estabilidad, sí, pero tal vez una estabilidad que sostiene privilegios y posterga cambios.
Colombia seguiría siendo gobernada por quienes llevan décadas en el poder. Algunos dirían: “al menos todo seguiría igual”. Otros: “eso es precisamente el problema”.
Este ejercicio no es para defender a Petro, sino para ayudarnos a pensar con más profundidad: ¿realmente qué país queremos construir?
¿Qué sigue?
En la próxima entrega: ¿Y si hubiese ganado Sergio Fajardo?
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