En el artículo “Saqueo, macroeconomía y TLC con EE. UU.”, el analista Aurelio Suárez Montoya sostuvo en Semana del 20 mayo de 2022 que: “Trigo por uchuva” y “alimentos baratos por minería” fueron razones de los ministros uribistas Andrés Felipe Arias y Jorge Humberto Botero para defender el TLC con EE. UU.
|Le puede interesar: ¿Cuáles son las verdaderas claves de Gustavo Petro presidente?
Tanto bienes agrícolas como industriales norteamericanos gozan del dumping, su venta externa por debajo del costo de producción y transporte, proveniente de altísimos subsidios, y que los Gobiernos de Colombia han alcahueteado… Estudios del IATDP ubican entre el 10 y 32 el porcentaje de trampa para trigo, algodón, soya y maíz (Saqueo, pág. 118) y en los últimos años también en lácteos, cerdo y pollo. En 2018, por ejemplo, el kilo de pollo llegó al importador, no a los hogares, a mitad del valor interno”.
En el artículo “Diez años del TLC con EEUU”, Enrique Daza, director de Cedetrabajo, sostiene: “Desde mucho antes del 15 de agosto de 2012, fecha en que entró en vigencia el TLC con EEUU, los sucesivos Gobiernos de Colombia lo habían defendido con el argumento de que es un acuerdo meramente comercial que busca multiplicar nuestras exportaciones y atraer inversión extranjera. No, el TLC es en realidad un Tratado que regula muchísimos temas… y condiciona en forma determinante la política gubernamental.
Diez años después de la entrada en vigencia del TLC, los resultados son lamentables. Entre 2019 y 2021, el promedio anual de la Inversión Extranjera Directa (IED) de EE. UU. en Colombia pasó de representar el 30 % de la IED en la década anterior al TLC al 17,9 % en los diez años posteriores”.
El daño causado por este tipo de tratados a la producción y la economía nacionales es la razón por la cual hay un clamor hacia el Gobierno del presidente Gustavo Petro de renegociar este TLC; decisión que, al parecer, no va a tomar.
En una carta de Dignidad Agropecuaria a la ministra de Agricultura, Cecilia López, del 11 de agosto de 2022, además de exponerle su razón de ser, le propone una serie de temas a valorar por el nuevo Gobierno: efectos de los TLC y necesidad de renegociarlos, deudas y leyes de alivio, política de crédito, importación de semillas, trabas a la producción de bioinsumos, fertilizantes e insumos químicos, subsidios, margen de ganancia, comercialización, monopolios y duopolios, catastro multipropósito, impuestos, riego, infraestructura, reordenamiento de la producción, compras a futuros, Fondo Nacional de Café, compras públicas, pequeños y medianos productores, publicidad engañosa y daño a paneleros y lecheros.
Finalmente, le propone un diálogo para atajar o modificar la derogación del Artículo 66-1 del estatuto tributario, que es una norma clave en la determinación del costo de la mano de obra, y del proyecto de Ley que pretende suprimir las exportaciones de ganado en pie.
Mientras Colombia no recupere su independencia económica estará reducida a producir bagatelas; si realmente se quiere propiciar un cambio, el Gobierno de Petro tiene que renegociar el TLC con EEUU y desatar las ataduras que la ligan a unos acuerdos que, como los de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico –OCDE–, están en contra del interés nacional.
El cambio es de modelo económico y no se va a lograr golpeando con Reformas Tributarias a las clases media y pobre y a los productores nacionales. ¡Urge renegociar los TLC y retirar a Colombia de la OCDE!
