En las circunstancias que indica Aida Merlano en sus denuncias sobre las formas de podredumbre de Colombia, que son ciertas, pues coinciden con la realidad incontrovertible y con el conocimiento notorio de la ciudadana y de las autoridades. Lo que concluye que participar en unas elecciones totalmente viciadas también convierte en criminales a los candidatos, a los electos y a votantes y adeptos.
No podrá mediante las elecciones que haya garantías para cambiar a Colombia amarga, pues cada cuatro años la situación se empeora con la gente feliz emparrandada pero engañada, en una vida consuetudinaria de carácter mentiroso y hasta criminal.
De ahí que en la jerarquía de las formas de lucha del movimiento popular no pueden ser las elecciones las que prevalezcan, sino el conjunto nacional de todas las formas de lucha, que no se contraponen pues se complementan al final por la toma del poder político, y no de pequeñitos municipios ni de ciudades alternas que dependen del poder corrupto nacional de la oligarquía en el poder real.
Grave es que los partidos que se llaman de supuesta izquierda sólo se preparen para las elecciones fraudulentas ya perdidas por anticipado, y peor que satanizan formas de lucha populares hechas ya Derechos, como la misma rebelión que es Derecho y forma de lucha a la vez, para ejercer ante la tiranía.
La Rebelión se puede y debe expresarse de multiples formas como la fornida y organizada protesta social, otra manera es la desobediencia civil, también la objeción de conciencia, paros regionales por reivindicaciones propias como defender la vida misma, la integridad física y psicológica, propiciar con la fuerza de las masas populares el cumplimiento e implementación de los Acuerdos firmados entre el Estado y el movimiento Popular expresado de forma heterogénea.
Como pueden ver la Rebelión en sí misma no es apenas la lucha armada que ya existe valerosa y activa en todo el territorio colombiano y que es apenas complemento armado revolucionario que con las FARC-EP paró una parte a través de un Armisticio, que no es Acuerdo de Paz completo, ni Armisticio completo; lo que le da un carácter atípico social y armado interno, a la vez, que está irresoluto en sus causas estructurales esperando su transformación Democracia y revolucionaria en una Nueva Colombia y en un Estado Popular de Derecho de Nuevo Tipo, sin cometer los errores del pasado de creer equivocadamente que la Paz con Justicia Social es un mero reincorporamiento al régimen burgués y a sometimiento inmerso en criminal ola genocida étnica y política.