Señores de Las2orillas, gracias pero muchas gracias por darme esta oportunidad para expresar el sentir de un colombiano que a través de toda su vida cumple con las leyes, respeta los derechos humanos y aporta los mejor que tiene a la comunidad. No soy perfecto, pero en mi país nadie me puede tildar de ladrón
Ver como se robaron, se roban y seguirán robando Colombia no tiene perdón de Dios, más teniendo en cuenta las grandes necesidades que tienen más de 30 millones de personas que pasan hambre, no tienen derecho a una educación competitiva para la época y reciben un paupérrimo e indigno servicio de salud.
No se escapa ni un solo político, ya sea ejecutivo de alta dirección pública, dígase presidente, ministros, gobernadores, alcaldes, grandes capitales, guerrilleros, narcotraficantes, bandas delincuenciales, etc. Nadie puede lanzar la primera piedra.
Quejas como la mía, hay miles o millones, entonces ¿qué debemos hacer para hacer borrón y cuenta nueva para tener un país mínimamente decente?
Nadie quiere poner el pecho para enfrentar el problema. Seguro unos pocos, pero no tienen más fuerza que un purgado. Me dirán que soy ultraderechista, fascista, nazi, ultraizquierdista, con ideas deformadas como ser humano, simpatizante de Corea del Norte, Singapur, y Filipinas, pero ¿qué más queda?
Solo queda un nacionalismo/colombianismo con sentido de pertenencia, que nos duela la infamia que vivimos. Por eso en este escrito, invoco e invito a las FF. MM. y a la Policía a tomar el reto de hacer de Colombia un país bandera del mundo. Barran con todo los actores miserables que nos condujeron a este desastre, hagan que solo les quede un camino: salir de Colombia so pena de prisión perpetua en la cárcel donde tienen que trabajar para ganar el sustento (el pago del agua, la luz, el alcantarillado), como lo hacemos los que con el sudor de la frente aseguramos un pequeño futuro para la familia.
Dirán que también están corruptas las FF. MM. y la Policía, pero garantizo que con los pocos que no lo son se hace patria, se limpia al país y saldremos adelante.
En tres años harán la tarea y cuando llamen a elecciones, los que participarán no pueden ser los mismos de siempre porque estarán fuera del país o en la cárcel. Debemos garantizar que no haya más generaciones de bandidos.