La semana pasada dediqué mi columna a divulgar el peligro de aprobar el proyecto de reforma constitucional que busca acabar con la importación de semillas genéticamente modificadas, así como su producción y comercialización en el país. Centré mi posición en los beneficios que ha traído el uso de biotecnología para mejorar la calidad de alimentos como el trigo o el arroz en Colombia y en el mundo. En efecto, creo que los seres humanos pueden beneficiarse de productos que la misma especie humana ha logrado entender y mejorar a través de procesos científicos que son sometidos a controles higiénicos y de calidad para garantizar su seguridad.
Lo anterior no implica que esté de acuerdo con que el conocimiento y la aplicación de la biotecnología sean monopolios de un número reducido de empresas multinacionales. Creo firmemente que en Colombia existe la capacidad científica para crear y comercializar nuestros propios productos biotecnológicos.
¿Quiénes están llamados a producir biotecnología en Colombia? Por un lado, los microbiólogos, por otro lado, los bioquímicos o los químicos farmacéuticos. En Colombia existen programas de microbiología y de química aprobados por el Ministerio de Educación desde hace más de 80 años. Es decir, en Colombia contamos con profesionales con la capacidad de comprender la biotecnología y, con base en investigación científica y proponer modificaciones a productos como levaduras que pueden llegar a impactar productos como el pan o las cervezas.
Si contamos con el recurso humano, ¿qué nos hace falta en Colombia para generar productos biotecnológicos? Nos hace falta generar condiciones socioeconómicas para que estos profesionales tengan unos laboratorios y estabilidad laboral para que puedan analizar y producir alimentos o medicamentos con material genéticamente modificado, pero made in Colombia. Haciendo un símil con un piloto de fórmula 1, la formación es importante pero también lo es la posibilidad de contar con un carro adecuado y con una pista para competir. Sin laboratorios, reactivos y estabilidad laboral, será muy difícil que Colombia se proyecte desde la biotecnología.
Teniendo en cuenta que Colombia tiene una condición privilegiada en términos de biodiversidad, ¿qué están haciendo los congresistas para fomentar la biotecnología en Colombia? No están haciendo mucho: no cursa en este momento ningún proyecto de ley que consolide la capacidad de los laboratorios públicos y privados para que los científicos puedan tener dónde proyectar resultados de biotecnología. Tampoco se han presentado proyectos de ley que garanticen la estabilidad laboral de los investigadores que permitan la producción de productos basado en biotecnología en Colombia. En cambio, sí se está debatiendo actualmente en el Congreso un proyecto de reforma constitucional que, con el pretexto de acabar con la importación de semillas genéticamente modificadas, suspenderá la posibilidad de generar productos biotecnológicos.
Por lo anterior, invito a los congresistas a revisar la propuesta legislativa que está cursando actualmente en el Congreso, pues con la excusa de acabar con la importación de semillas genéticamente modificadas puede terminar desestimulando la producción de biotecnológicos hechos en Colombia. Igualmente, invito al Ministerio de Ciencias a estrenar su capacidad de presentar proyectos de ley para incentivar la biotecnología en Colombia a partir de un fortalecimiento a la infraestructura y a las condiciones laborales de los investigadores colombianos. Para que en un futuro próximo tengamos más productos biotecnológicos made in Colombia que puedan comercializarse en nuestro país y en otras latitudes.