De las historias que cuentan egresados de esta gran universidad, donde se les escapan unas frases como: “Recuerdo cuándo fue el paro más fuerte en el 2007” o “yo me tapaba la cara y les estallaba papas al ESMAD” o esas imágenes y videos que aún se mueven en YouTube, donde se veían estudiantes marchando para obtener una reducción en sus matrículas o que no se privatizara la Universidad publica, encapuchados que salían y daban su discurso en la plazoleta CHE, de esos tiempos ya no queda nada y con nostalgia muchas personas los tienen en su memoria, en el pasado.
Hace más de cinco años que el movimiento estudiantil de la UIS ha venido perdiendo fuerza. A continuación se expondrán diferentes factores en este texto: la UIS es la universidad pública más grande del nororiente colombiano y su nivel académico es respetable porque posee algunos de los mejores investigadores del país como por ejemplo Elena Stashenko, entre otros, y cuenta con gran número de profesores planta con doctorados, también tiene una historia de resistencia donde muchos jóvenes han tenido una visión diferente del mundo: ven que desde la academia pueden ir a la práctica y dar soluciones a las problemáticas que atañen a la sociedad.
En esa universidad se inició una propuesta que luego desembocaría en el Ejercito de Liberación Nacional ELN, también se dio el espacio donde los estudiantes no solo de la UIS si no de secundaria convergieron en la gran Asociación Universitaria de Santander AUDESA.
Así paso el siglo XX, la Universidad era una cuna donde surgían profesionales que pensaban en el cambio, que muchas veces llevaban su conocimiento a los sectores populares de la ciudad. Llegó un nuevo tiempo, el siglo XXI con muchas transformaciones en todo el planeta, la URSS había caído a inicios de los noventa, la izquierda colombiana sufría un golpe ideológico y político, Colombia en pleno año 2000 estaba sumergido en la violencia paramilitar y en unos diálogos entre las FARC-EP y el gobierno de Pastrana que daban desconfianza y a la vez esperanza. Pero el movimiento estudiantil a pesar de que estaba girando alrededor del activismo y no generaba un proceso estable, seguía resistiendo desde la academia y las calles Bumanguesas.
Las causas que llevaban a marchar a estos jóvenes eran múltiples, poca inversión por parte del estado en la Universidad, abandono e intenciones de privatización del hospital universitario Ramón Gonzales Valencia (hoy hospital universitario de Santander), entre otras.
En el 2002 sucede algo muy lamentable. En un “tropel” es asesinado el estudiante Jaime Acosta por la Policía Nacional. Así inició un Gobierno que marcó la historia del país, subió a la presidencia Álvaro Uribe Vélez, cuestionado por sus vínculos con los paramilitares. Los procesos estudiantiles que florecían en este espacio agitaron a las bases y en muchas ocasiones salieron a marchar por las exigencias históricas del estudiantado colombiano que ya se han mencionado, a su vez, se empezaron a realizar fuertes tropeles, la influencia paramilitar comenzó a consolidarse en el departamento y con la influencia de los medios de información la gente adquirió una visión sobre los estudiantes de terroristas.
El gobierno de Uribe fue represor, ya que durante los ocho años de su presidencia busco aplastar el movimientos social y en su descaro de entregarles todo abiertamente a los gringos (por ejemplo los TLC) hace que se genere una gran ola de indignación sobre todo en sectores como el estudiantil e indígena.
El movimiento estudiantil al interior de la UIS se mantuvo y la solución por parte de la administración de esta fue un plan pistola que sería ejecutado por los paramilitares, muchos de los líderes del movimiento estudiantil fueron amenazados; sin embargo las bases siguieron respondiendo en las calles por vía de fuertes movilizaciones.
Al interior del movimiento estudiantil estaba pasando algo, esa generación había sido formada en otro contexto y las nuevas generaciones que se avecinaban crecían en una influencia de narco paramilitarismo.
Posterior al plan pistola donde el rector de ese momento Camacho, se vio implicado, la administración acogió las directrices nacionales que se venían manifestando en el incremento de las matriculas, esto repercute en que muchos jóvenes de las clases populares optan irse al SENA donde no pagan nada y salen más rápido con una carrera técnica y a su vez pueden trabajar. La UIS empieza a ser ocupada por estudiantes que tienen mejor posición económica y que solo quieren terminar rápido la carrera para sacar el cartón.
Con la coyuntura que se presentó en el 2011 donde Santos planteo la reforma a la educación desde la ley 30 que tenía como finalidad abrir la educación a la inversión privada, esta situación llevo a que el movimiento estudiantil de toda Colombia se levantara en paro y la UIS, aunque tenía una base estudiantil ya debilitada, logro entrar en paro, después de movilizaciones que ocupaban la calles de Bucaramanga y que muchos estudiantes acampaban al interior del alma mater, donde fueron agredidos muchas veces por el ESMAD.
Se logró que Santos retirara la reforma y a nivel nacional se conformó la Mesa Amplia Nacional Estudiantil MANE; sin embargo dos contextos se desarrollaban muy comunes en Colombia: primero, Santos prometía sentarse a dialogar y construir una propuesta con los estudiantes pero con los únicos que se reunió fue con FENARES y segundo, las organizaciones estudiantiles de izquierda se peleaban el control de la MANE y excluían a las bases.
La administración inicia a profundizar más su discurso en la universidad (UIS), con asesoría del ministerio de defensa aplican un sistema de seguridad parecido al de una cárcel, donde ya con esto se empezaba a perder la concepción de U publica, la academia empieza a estar al servicio de las grandes empresas y del modelo extractivista, la institución empieza a calar en el pensamiento de los “primíparos” con PIVU y las organizaciones tienen un relevo generacional pobre, se empieza a imponer modas como ofender alguna persona que sea critica con la administración llamándolo “mamerto”, el reglamento disciplinario aunque con el rector Álvaro Ramírez tuvo unos cambios sigue siendo represor, por ejemplo: cualquier pinta, pegar un cartel o realizar un mural sin permiso es considerado falta.
En este año se presentó una coyuntura donde los profesores salen a asamblea permanente por unas exigencias que responden más a la relación universidad-sociedad y luego se suman los estudiantes y se conforma la triestamentaria junto con los trabajadores pero 3 meses de lucha donde se discutió mucho y al día de hoy ninguna mesa de trabajo con la directivas avanzo.
Es lamentable que una universidad tan ejemplar en muchos sentidos esté cogiendo el camino hacer la “pontificia de la 27”. Con este texto invito a los y las jóvenes que aún creen en un cambio que desde la academia pueden aportar, a las organizaciones que sean más disciplinadas y más radicales en su posición de defender la educación pública.