El título de esta columna lo leí en una pancarta durante el paro nacional. La portaba una mujer marchante por el derecho a no ser violadas. Hoy se trae a la mesa porque hace 10 días se hizo viral un video de Andrés Escobar (el empresario que le disparó a la Minga escoltado por agentes del orden) invitando a la “gente de bien” de Cali a vestirse de blanco y tapar con "pintura gris plomo" los murales hechos por los jóvenes durante las protestas. Lo anoté en mi agenda porque, ¿quién querría perderse el espectáculo de ver a Christian Garcés, John Milton Rodríguez y María Fernanda Cabal, brocha en mano, gritando “mamertos” mientras cubrían el mural en la quinta con quinta que dice “la lucha es por la vida”, junto a otro gigante donde se lee “resistencia”?
Iluso que es uno. La cita se cumplió el 4 de julio. ¿Recuerdan la polémica portada de la revista Hola con doña Rosa Jaluf de Castro en su casa de Beverly Hills, en Dapa? Bueno, en Cali la recrearon en vivo: mandaron a su servidumbre negra a hacer el trabajo sucio. Bien uniformados, como les gusta a esos patrones, las cofias reemplazadas por camisetas con leyendas como: "no al comunismo", "#SoyTrabajo", "#SoyLibertad" y "#SoyDemocracia". Nada es más fascista que apropiarse de los conceptos con los que la gran mayoría de los seres humanos estamos de acuerdo.
Entrevistados por periodistas locales, los mandaderos aceptaron haber sido contratados. Algunos resultaron ser guardas bachilleres; una señora habló de estar haciendo "la labor de dios", y aunque la mayoría no quiso dar el tapabocas ante las cámaras, un señor mayor, con el barbijo de bufanda y expulsando gotitas de COVID-19, confundió democracia con comunismo, para terminar reconociendo que como en Venezuela, aquí también hay cada vez más padres de familia acostando a sus hijos con hambre.
Volviendo al título, ¿alguien escuchó a algún “provida” oficialista indignado por el abuso sexual a 22 menores de edad en un jardín infantil del Icbf en Medellín? ¿Dónde está Lina Arbeláez, directora de la entidad encargada de que nadie toque a “los niños”, a esos 18 niños que "ya nacieron"? Alcancé a pensar que posiblemente ella, que hace parte de la comitiva presidencial oficial encargada de darle la vuelta a Colombia cortando cintas e inaugurando puentes y carreteras cada fin de semana, habría viajado a la sucursal del hambre a mostrarse indignada porque “los muros no se tocan, se respetan”. A los niños pueden tocarlos y hacerles lo que les dé la severa gana los asistentes de los nutricionistas de las guarderías que ella dirige. “Háganme el hijodeputa favor”, diría el youtuber, en clave caleña.
Update 1: Dizque Mafe y Garcés sí fueron. A posar para una foto.
Update 2: Capturaron al “nutricionista” en Sabaneta.