Haber nacido en un país donde la nieve solo se ve en los picos de las montañas, no fue un impedimento para que Diego Amaya se convirtiera en el primer y, hasta ahora, único colombiano en darle una medalla a Colombia en los Juegos Olímpicos de Invierno. Lo hizo en las justas juveniles de Lausana, en 2020, en donde se llevó la presea de plata en la prueba de Mass Start. El joven, de apenas 20 años, es un referente en la disciplina y su historia cobra más significado ahora que 5 connacionales están representando a este país del trópico en Gangwon, Corea del Sur.
¡Al ritmo de #Gangwon2024! 😍🎶
— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) January 19, 2024
Mucha suerte a todos los jóvenes atletas en sus competiciones, que todos sus sueños se hagan realidad. 🫰
Ah, y miren los movimientos de Colombia... 🇨🇴☺️
#CeremoniaDeApertura pic.twitter.com/rw1pZvLIwa
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La historia de Diego Amaya y como pasó del patinaje sobre ruedas al patinaje sobre hielo
Diego Amaya nació en Bogotá, en el seno de una familia muy colombiana y muy deportista. Su primer contacto con las pistas lo tuvo en el barrio Salitre, lugar en donde vivía con sus padres y su hermano mayor, y en donde empezó a practicar el patinaje sobre ruedas en el club Élite, cuando tenía apenas 4 años.
Su disciplina y entrega empezaron a dar frutos y lo llevaron rápidamente a competir al máximo nivel en la Liga de Bogotá y en campeonatos nacionales, y pintaba para ser el sucesor de patinadores en línea como Pedro Causil o Andrés Felipe Muñoz; pero el destino le tenía preparado algo parecido y a su vez distinto.
Cuando el joven deportista ya llevaba algunos años montado en sus patines de ruedas, su hermano Camilo se mudó a los Estados Unidos en una separación que fue bastante dura para ambos. Así fue como, desde Norteamérica, su pariente le hizo una sugerencia: “ven para acá y pruebas el patinaje sobre hielo”, y Diego, después de ver varios videos de la disciplina, decidió decirle a su mamá que se mudarán.
La llegada no fue fácil, y menos cuando tuvo que dejar familia y amigos en Colombia; pero de la mano de Adam Callister y el Óvalo Olímpico de Salt Lake City, en Utah, logró pasar toda la experiencia que tenía en las pistas de asfalto a las pistas de hielo y empezó a brillar.
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Los Juegos Olímpicos de Lausana y su consagración en el deporte de invierno
Después de horas y horas de práctica, y una ardua preparación, Diego Amaya tuvo la importante misión de representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Lausana 2020. El joven, que para esa época tenía apenas 16 años, fue uno de los dos miembros de la delegación colombiana, en la que también estuvo Maude Crossland, y fue el encargado de llevar la bandera tricolor en la inauguración de las justas. El patinador tenía toda la intención de hacer su mejor papel, pero jamás imaginó que terminaría haciendo historia en tierras suizas.
Y es que, aunque en las primeras pruebas en las que participó no logró obtener medalla, quedando a un solo puesto del bronce en los 500 metros y 1.500 metros, el 16 de enero de 2020 se puso sus patines de hielo y con la verraquera que caracteriza a los colombianos, afrontó la prueba de Mass Start, o como se conoce en su traducción al español, Salida en masa.
El juvenil, después de 10 vueltas, realizó una final de ensueño, logrando finalizar con 20 puntos y obteniendo la medalla de plata, y así fue como logró algo que nunca antes había hecho un deportista colombiano en unas justas de invierno: subir al podio. En ese momento, Amaya se convirtió en la gran promesa de los deportistas colombianos en este tipo de competencias y dejó claro que el programa ‘del trópico al hielo’ estaba rindiendo frutos.
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El ahora de Amaya y su importancia para Colombia en los Juegos Olímpicos de Invierno
Aunque en los últimos años, Diego Amaya no ha vuelto a sonar e, incluso, no logró llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, el patinador sigue siendo uno de los prospectos a futuro para Sebastián Uprimny, coordinador de deportes de invierno del Comité Olímpico Colombiano. Para el dirigente, el bogotano puede ser una de las sorpresas para las justas que se llevarán a cabo en 2026, en Milán y Cortina d’Ampezzo; pero mientras tanto, sigue siendo referente para la nueva camada de atletas colombianos que vieron en los deportes de invierno un estilo de vida.
Amaya se marchó de #Lausanne2020 con dos grandes orgullos:
— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) January 16, 2024
1⃣ Formó parte de la primera delegación de su país en este evento. 🇨🇴
2⃣ Fue el primer colombiano con una medalla en los Juegos Olímpicos invernales. ☝️ pic.twitter.com/mSXKuxJPhX
Así las cosas, ahora que los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Gangwon 2024 iniciaron, Diego Amaya ha vuelto a despertar ese orgullo que significó su medalla en Lausana 2020 y es tomado como un ejemplo de superación para todos aquellos participantes que, aun naciendo en países del trópico como el nuestro, tienen el sueño de batir récord en la competición. Por ejemplo, en el caso de Colombia son 5 los jóvenes que quieren repetir la hazaña del bogotano y sus nombres son Samuel Jaramillo, Isabella Caicedo, Isabella Vargas, Tomás Palmezano y Juliana Castaño.