Hace tan solo unas décadas Danilo Santos era uno de los hombres más sexys del país. La mujeres lo perseguían. Su cara estaba en portadas de revistas y telenovelas como Ana de Negro, Pasiones Secretas y En Cuerpo Ajeno, junto a Amparo Grisales, lo convertían en el principal galán de Colombia a finales de los años ochenta y principios de los noventa. Sin embargo, en los últimos años el actor se alejó de la televisión. La última vez que regresó a la pantalla chica fue para una corta participación en Sin Senos Sí Hay Paraíso.
A los 25 años se enamoró locamente de la actriz Rosmery Bohorquez. Se casó con ella y el matrimonio duró ocho años. Sin embargo, de ahí quedó Alejandra, su hija mayor quien actualmente tiene 34 años y es presentadora de una sección en el programa matutino El Desayuno, de RCN. Alejandra también es una de las modelos plus size más destacadas de Colombia. Danilo Santos también tiene un segundo hijo de 15 años de nombre Juan David. Es producto de otra relación que tampoco funcionó.
Era tal su fama y la cantidad de mujeres que se le ofrecían que hoy día acepta que ese detalle le complicó su vida sentimental. Por esa razón le costó tener alguna relación estable. Entre sus amores también estuvo la venezolana Ruddy Rodríguez, con quien protagonizó Pasiones Secretas. Aunque ella negó la relación él asegura que sí la hubo. De igual manera en alguna ocasión casi lo matan porque un narcotraficante cortejó a Carolina Vargas, su novia de entonces. Hasta una joven Shakira alcanzó a tener un romance con él. De la barranquillera recuerda que invertía todas sus energías en su naciente carrera. Cuando estaba en el mejor momento de la fiesta Shakira le pedía que la llevara a su casa porque tenía que dormir temprano para madrugar al día siguiente a hacer ejercicios vocales.
Actualmente el actor lleva una vida tranquila en una casa de su propiedad en el pueblo de Santa Fe de Antioquia. Acepta que en sus épocas de gloria ganó mucho dinero pero no fue el más juicioso con las finanzas. No obstante, tiene lo suficiente para vivir bien sin ser millonario. A sus 60 años le gusta la comida, aunque por salud ya tiene varias prohibiciones. Se ha vuelto sedentario y la elíptica que tiene en su casa quisiera usarla para algo más que colgar ropa.
