Respecto a lo ocurrido en el país durante los últimos días me surgen grandes inquietudes: ¿en qué terminará todo esto?, ¿será este el principio del cambio que tanto se necesita?
Hace un par de meses el mundo estaba conmocionado y alerta a lo que ocurría en Estados Unidos. Los ciudadanos de ese país salían a las calles a marchar exigiendo justicia por la vida de todas las personas asesinadas a manos de los policías, y en medio de su búsqueda por ser escuchados quemaron estaciones de policía, se enfrentaron unos con otros y destruyeron monumentos, locales y demás.
Todo apuntaba a que las personas estaban decididas por una solución para acabar con el racismo y la discriminación que ocurre allí a diario. Los noticieros colombianos registraron la noticia paso a paso, poniendo titulares que parecían condescendientes con los manifestantes. Sin embargo, pensaba en aquel entonces, cómo las veces que en Colombia los jóvenes y los estudiantes salen a protestar, los noticieros se llenan de titulares como: “Vándalos destruyen la ciudad”.
No es un secreto que los medios de este país están vendidos al mejor postor, la idea de esta carta no es criticar o contar lo que ya se sabe, sino reflexionar un poco acerca de la situación en general. La gran incógnita es: ¿qué pasó con los manifestantes en Estados Unidos, ¿dónde están hoy en día?, ¿será que la protesta era solo parte de lo que trajo el 2020 en el mes de junio?
No quiero que me malinterpreten, no estoy en contra de las marchas ciudadanas, no soy de las que defiende las paredes de un CAI y no estoy diciendo que salir a marchar no resuelve nada, porque sé que lamentablemente el único modo para ser oído por el gobierno en Colombia es gritar con todas las fuerzas. Soy consciente de que las marchas pacíficas, donde se le pide permiso a la policía, son un chiste que provoca un momento de risa en algunos funcionarios y se acabó.
Mi llamado es a no repetir lo que hacen los gringos, solo porque son un país del “primer mundo”, a no salir y volvernos locos por unas horas, y luego cada quien para su casa por muchos meses. En junio las redes sociales en el mundo entero se llenaron de fotitos negras, hoy eso parece haber quedado en el olvido. La mayoría de influencers que parecían apoyar las protestas más que nunca ahora están en las redes sociales hablando de cualquier tema. La cultura actual es la de la tendencia, se apoya lo que está de moda para no ser reprochado, pero luego de un tiempo pasa sin dejar eco.
Invito a los colombianos a que no repliquemos esa cultura, y a que estos gritos tan justificados y necesarios que se están dando no queden en el olvido, como el paro nacional del año pasado. Invito a los jóvenes también a que tomemos acción, que este país sí está en nuestras manos, y a la generación “X”, ya que no hicieron nada en su momento, al menos dejen de estar criticando a los que buscan un cambio.
