Los patrulleros Óscar Eduardo Rincón y Marcos Arley Cifuentes fueron capturados por sus propios compañeros cuando transportaban 250 kilos de cocaína. Los hechos ocurrieron en Timbío (Cauca). La información está circulando en los grupos de chats de los propios policías, citando éste caso de corrupción y al parecer cuatro más en este mes, como u síntoma más de que algo anda mal en la Policía Nacional. Han aprovechado esta indeseable circunstancia para recordar que la desmoralización en la institución no se detiene: “Un patrullero como los capturados tienen un salario de $1.300.000 un millón trescientos mil pesos, y eso que por estar en zona de orden público. Al miserable salario hay que sumarle que trabajan hasta 16 horas diarias. También que para ascender aspiran 30 mil hombres y solo lo logran 4 mil. Y ahora los cinco años más que le metieron a la pensión. Por todo lo anterior es que los policías se tuercen y prefieren arriesgarse a coronar algún negocio ilícito o a que mejor los echen. La policía está en un momento de podredumbre por dentro que la gente no se imagina”, dice un subintendente en uno de los chats.
