A finales de los años 80 el rey de la taquilla del cine en Colombia era Gustavo Nieto Roa. Películas soyas como El taxista millonario metían fácilmente un millón de personas en la sala. Una friolera para una época en donde apenas éramos 15 millones de colombianos. El padre claretiano Luis Alberto Álvarez decía que la gente iba a ver estos bodrios porque era la misma novela que pasaban en televisión pero sin propagandas.
Esto pasa exactamente con Netflix y las demás plataformas ya asentadas en el país. La mejor serie que ha subido Netflix en sus 15 años de historia es Better call Saul, precuela de Breaking Bad. Jamás entró al top 10 de lo más visto. La gente no paga la mensualidad para ver Gabinetes de curiosidades o Glow, lo hacen para ver Pasión de Gavilanes o algo que los conecte con sus raíces.
En eso Dago sigue siendo un duro. Encerrado en ese callejón sin salida que es la programación de Caracol, con reglas que, hay que decirlo, las creó el mismo, ya no tiene la libertad que necesita un creador. Por eso se desfogó con Mi primera vez una serie que, con todos sus defectos, le da para ser, gracias a su honestidad y ternura, un momento entrañable, de esos que ya no dan nuestros lánguidos RCN y Caracol.
Ana de nadie es, actualmente el programa más visto de la televisión nacional. En un día excepcional llega a marcar 10 puntos. En Argentina, el programa más visto es El gran hermano, si, el mismo infumable reality ya pasado de moda de siempre. Marca 22. La gente dejó de creer en la televisión nuestra y esto lo que va a causar es una crisis en el medio artístico. Por eso es que las oficinas de Netflix, de Amazon Prime, de Apple se llena cada vez más de interesantes proyectos de creadores colombianos intentando salvarse de un naufragio inminente.
Porque es que no sólo Netflix lo que deslumbra semanalmente con sus estrenos. Hay que ver lo que saca Apple. Apple TV tiene cinco series de primer nivel por el que vale la pena suscribirse ya, ipso facto, si no quieren exponerse a una semana santa aterradora, estos son Para toda la humanidad, la gran producción espacial del momento, Severance, crítica despiadada a las cada vez más terroríficas condiciones laborales, Ted Lasso, medicina para el alma a punta de Premiere League, Morning Show, lo mejor que se ha hecho sobre el acoso sexual en los medios y Dickinson, un monumento en clave millenial a una de las poetas más hermosas de norteamerica.
Netflix a su vez tiene una exigencia muy grande en esta carrera sin freno a la que la someten otras plataformas como HBO Max quien se apuntó un hit con la impresionante, conmovedora y trepidante adaptación del videojuego The last of us, y seguirá amarrando suscriptores con la cuarta y última temporada de esa obra maestra llamada Sucession. Paramaount está entrando con todo en Colombia. Tiene tres joyas contemporáneas que necesitan ser visionadas inmediatamente, Yellowjakets, satánica adaptación de El señor de las moscas, Yellowstone, la gran telenovela norteamericana, tan majestuosa como Lo que el viento se llevó y miniseries como Pam & Tommy. Star es menos fecunda aunque deja ver cada tanto joyas como The bear o la argentina El encargado, y Prime ha perdido terreno pero miren que hace poco estrenó un hit, The consultant
¿Qué tienen que hacer los cada vez más pobres canales nuestros, sujetos a la dictadura de la pauta, ante la época de oro de la televisión mundial? Hemos quedado atrasados. Se necesita un timonazo fuerte. Ojalá el creador que llegue con sus ideas a Caracol y RCN no le cierren la puerta en la cara.
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