El historiador y politólogo Daniel García-Peña experto en Estados Unidos explica en esta conversación con Juan Manuel Ospina no solo el complejo sistema electoral norteamericano en el que el candidato que más votos saca, no siempre gana las elecciones como ocurrió con Hilary Clinton, quien tuvo un ventaja de 3 millones de votos sobre Trump y perdió. Van más allá, analizan el significado de las elecciones más importantes y polarizadas de la historia contemporánea norteamericana.
Juan Manuel Ospina: ¿Lo que estamos viendo en este proceso electoral norteamericano es una expresión de una gran crisis de la sociedad norteamericana o es el capricho de Trump, o ahí hay mar de fondo?
Daniel García Peña: Estamos viendo por un lado un cuestionamiento de lo que eran las reglas doradas de la política norteamericana, de respeto por las reglas y ahora se habla de fraude de desconocer resultados pero por otro lado está el tipo de política que Trump ha implementado que es de insultar y agredir al otro. Es la poralización como estrategia electoral. Esto tiene que ver con un sistema electoral norteamericano que por cierto es muy complicado.
JMO: Sí, nada fácil de entender, a ver si nos lo logras explicar.
DGP: El 3 de noviembre no va a haber una sola elección sino 51, el mismo número de los estados norteamericanos, y cada estado tiene su sistema para votar. Es que no es una votación directa, la gente vota por unos electores, no por el presidente, por eso el que gana no es el que hace más votos es el presidente, Hillary sacó tres millones más de votos que Trump pero él ganó porque ganó en estados claves. Otro enredo son los conteos, allá el ejercicio del conteo lo hacen las cadenas de televisión, no la registraduría como acá en Colombia centralizada.
Quienes terminan haciendo el conteo son los medios y sus proyecciones. Y a esto se suma, la dificultad para votar. El derecho al voto es restringido y se puede intencionalmente modificar condiciones para dificultarlo. Acá se vota sólo con una cédula y se registra, en Estados Unidos hay que registrarse para votar y eso depende de las reglas de cada Estado. El acceso al derecho al voto es restringido y en algunas partes van a haber presiones para que Afroamericanos no voten, como pasa en el Estado de Georgia.
JMO: ¿Cómo son los electores de Trump? Él se mueve entre los clubes y los ricos pero mueve muchos más sectores. ¿Quiénes son las huestes Trumpistas?
DGP: El cuento de Trump, por más delirante que sea, cala entre hombres blancos; es un tema racial que es clave; el tema rural, gente del campo, en pequeños pueblos. Las grandes urbes están con los demócratas y las costas y el centro es Republicano. En las costas la gente es más cosmopolita, en ese extenso centro del país hay más vacas que personas, la gente es aislada; ahí no hay hispanos ni homosexuales. Y el otro factor es el grado educativo, los universitarios votan demócrata. Los de Trump son trabajadores de fábricas, los que fueron desplazados por la globalización. Sus opositores, los enemigos, son las mujeres, los inmigrantes, los hindúes que se han tomado Sillicon Valley, los inmigrantes y latinos que él desprecia, los musulmanes, los chinos, los mexicanos. Pero muchos de ellos no votan.
JMO: Viví de niño en los cincuenta en San Francisco, y uno no veía negros, la sociedad estaba segregada y ese mito de la norteamericana blanca, el regreso a ese pasado, es el que vende Trump
DGP: Y juega con el miedo que es tan políticamente rentable. Trump retroalimenta cosas que venían de atrás o cosas como las que sucedió acá con las redes sociales y el triunfo uribista al plebiscito, con todas las mentiras que metieron. En el caso de Trump cuenta, echa mentiras y las repite la gente se las cree.
Mira nada más el documental de Netflix sobre redes sociales, las mentiras que metieron desde Facebook sobre Hillary Clinton, cuando hablaron de que ella iba a prohibir la pesca. Los mensajes falsos generan miedo y esos votantes atemorizados se movilizan y en Colombia le permitieron ganar el No en el Plebiscito por la paz, le dieron el triunfo al Brexit en Inglaterra y a Trump en Estados Unidos.
JMO: Lo que vemos en Estados Unidos de alguna manera es un campanazo de la amenaza que corre la democracia en el mundo, ¿o estoy exagerando?.
DGP: No es una exageración. Es lo que Trump ha dicho, él es el primer candidato en la historia en negarse a entregar el poder en caso de perder y siembra dudas sobre la votación. Miren las dudas que está sembrando sobre el posible fraude o las trampas del voto por correo. La democracia norteamericana está siendo cuestionada porque nunca antes una campaña se ha basado en suprimir el voto, en evitar votos, porque eso le conviene a Trump. A los que más los favorece en el mundo un gobierno como Trump es a Putin, a China, a Bolsonero, a los antidemócratas
JMO: Y esto está cogiendo mucha fuerza, mire nada más como Trump se está metiendo en las elecciones colombianas, utilizando a Petro para recoger votación latina en la Florida. Esto trasciende a la realidad nortemaericana y cataliza un problema en la política. Acá vamos rumbo a autoritarismos muy fuertes
DGP: Muy peligroso, y todos los avances en Derechos Humanos ganados después de la II Guerra Mundial se van para el carajo. Lo que pase en Estados Unidos va a ser muy importante para Colombia. Este país no se metía en las elecciones gringas, al menos históricamente, nunca. Esto empezó a cambiar con Uribe, en el 2008 cuando se lanzó Obama, Uribe se prestó para apoyar al candidato republicano McCain, quien estuvo acá en Colombia. Uribe se prestó para ese show y desde entonces el Uribismo se ha casado con un sector del partido Republicano. Y Duque no se ha quedado atrás, su cercanía con el gobierno Trump ha sido profunda.
JMO: Es que sin duda lo peor de Duque es la política internacional
DGP: Ahí viene también como Colombia se ha metido en la agenda electoral norteamericana. Uribe es muy querido allá para los Republicanos. En estos días en Miami Dade inauguraron una avenida que se llama Alvaro Uribe, tiene que ver con que la Florida, que es tan clave con sus 29 votos electorales, las elecciones se pueden ganar por poco, miren los 537 votos con los que ganó Bush en el 2000.
JMO: Por eso el voto latino es clave, tiende a ser un voto más tirado a derecha
DGP: La campaña de Trump en la Florida es vendiendo la idea de que Biden es un castrochavista y que si gana imperaría el socialismo en Estados Unidos. Esto también es una novedad en estas polarizadas elecciones del próximo noviembre.