Anoche se esperaba ansiosamente el debut del América de Cali en Copa Libertadores. Con el Pascual Guerrero en obras de mantenimiento, sus hinchas se sacrificaron viajando hasta Bucaramanga para acompañar al equipo. Como recompensa a su esfuerzo, se fueron con una penosa derrota 2-0 contra Cerro Porteño. El panorama para los demás equipos colombianos no pinta bien después de ver el vergonzoso partido del actual bicampeón.
Los otros dos rivales del América son un campeón de libertadores como Atlético Mineiro y Deportivo La Guaira de Venezuela. Los brasileños siempre han sido un dolor de cabeza para equipos colombianos, y tampoco se debe demeritar a La Guardia que le sacó el empate al Mineiro. El camino de La Mechita ya empezó torcido y, si no levanta su nivel, puede volver a irse último de su grupo a casa sumando una vergüenza internacional más.
Para más mala suerte, Santa Fe y Junior quedaron en el mismo grupo, lo que reduce las posibilidades de que ambos puedan avanzar de fase. Si le sumamos comparten grupo con equipazos como River Plate y Fluminense, parece que Cardenales y Tiburones pelearán entre sí por no ser últimos de grupo. Si al menos uno de los dos avanza sería una verdadera sorpresa-
Por último toca hablar de Atlético Nacional. El bicampeón internacional también tiene un grupo muy complicado ya que se enfrenta a la U Católica, Nacional de Uruguay y Argentinos Juniors. Tanto la U como su homónimo uruguayo son los últimos campeones de sus respectivas ligas, lo que lo pondría teóricamente detrás de ellos. Sin embargo, la zona media argentina ha sido mucho nivel últimamente para los colombianos, por lo que Argentinos podría dañarle el caminado.
En perspectiva de los aficionados, da la impresión que Nacional es el que más pelea podría dar de los cuatro colombianos. Actualmente es el mejor equipo de la liga (clasificó primero para los play-off finales), pero se enfrenta a rivales de peso que pueden dejarlo fuera de la fase de grupos.
El bajo nivel de los equipos colombianos, en contraste con los demás equipos del continente, invita a no hacerse ilusiones de grandes resultados. El vergonzoso debut del América solo refuerza la idea de no ilusionarse con los demás y prepararse para una nueva decepción internacional.
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