Después de mucho tiempo de leer y escuchar algunas de las duras opiniones de las mujeres contra el género masculino, decidí pasar de compartir mis ideas y hacer esta carta abierta para quien quiera leerla.
Existen 2 clases de hombres: Los malos y los buenos.
Y comparto la idea, solo que quienes la profesan dicen que los malos son todos, y que los buenos solo existen en la imaginación de las mujeres.
Veo con admiración los movimientos que durante décadas han defendido los derechos fundamentales de las mujeres, como seres humanos que son, y estoy de acuerdo con la igualdad de oportunidades para ambos géneros, pero el auge del discurso feminista ha logrado que se propaguen ideas erróneas que discriminan a los hombres, y nosotros solo callamos.
Esa es la posición que ha tomado la mayoría para evitar caer en discusiones y debido a que no se nos ha informado bien, que nosotros también tenemos derechos, ¡los mismos derechos!
Pero el discurso machista no solo ha dejado como víctimas a las mujeres sino también a los hombres quienes nos hemos visto educados en el modelo de "El Macho Alfa es el que triunfa" teniendo que amoldarnos a estos modelos predeterminados de lo que un hombre deber ser y hacer, no solo alentados por nuestros compañeros de género sino también por las mujeres. Por que al parecer nosotros como somos los malos del paseo, tenemos menos derechos y mas deberes para con ellas.
Es solo pasar por algunas paginas web, leer algunas columnas de opinión, o escuchar las conversaciones del día a día para darse cuenta de que la guerra está perdida. Por encima de la igualdad de oportunidades, las mujeres quieren tener el poder y se apropiarse del rol que se le ha impuesto a los hombres en la sociedad. Ejemplos hay miles, pero solo citaré los mas relevantes y bueno de los que me acuerde en este momento.
Como los hombres somos y hemos sido tan malos con las mujeres, no tenemos derecho a replicar sus argumentos, al final salimos a deber.
Y con mucha pena debo decir, que a pesar de que algunos de mis compañeros de género si se comportan como los estereotipos que describen, la generalización es injusta con nosotros los hombres buenos, por que sí, si existimos y me incluyo.
Estos hombres bueno, que aunque criados dentro de los estereotipos, crecimos admirando y respetando a las grandes mujeres que fueron pasando por nuestras vidas. Por que dentro de la crianza tradicional del hombre hay cosas que las mujeres disfrutan y además exigen dentro de su lista para ser "El Hombre Perfecto", que examinaremos más adelante. Estas cosas se basan en valores antiguos, la conocida caballerosidad que tanto exigen, que realmente trata más sobre reglas de duelos sobre caballos y honor, es solo una de esas cosas que tenemos y hacemos los hombres buenos.
Pero la caballerosidad no ha muerto sola, si no hay Damas de vestido y corsé, no hay caballeros de brillante armadura. Claro, todo esto en sentido figurado, me refiero a que se quiere que sigamos modelos de masculinidad antiguos mientras que la mujer si puede modernizarse, liberarse de todo lo tradicional.
Y la definición de modernidad, se traduce en apoderarse del rol y las actividades de los hombres, y no de los buenos si no de los malos, la mujer moderna quiere ser el nuevo macho Alfa en la sociedad, eso si conservando los beneficios de las Damas de la edad media.
Los malos hábitos que critican en el genero masculino, ellas los practican sin vacilar. Aquí algunos ejemplos.
La personalidad pasa a segundo plano, el mejor hombre es que el mejor cuerpo tiene, el que mas bueno esté, y esto es lo que discuten constantemente, quien de El colegio/la universidad/la oficina está más bueno. Nos ven como ganado.
Como somos ganado, son quienes deciden quien se reproduce o no, y si no se es uno de los afortunados, pues se convierte uno en un "Pan". Exacto, nadie se lo va a comer.Como los malos hombres pueden tener varias a la vez, ¿por que ellas no? Entonces algunas deciden aplicar la misma medida mientras llega el indicado, disfrutar con el equivocado.
Cero romanticismo, realidad pura y dura es lo que nos dan, nada de cursilerías.
Como toman el rol del hombre clásico, libertad significa independencia económica, trabajar, estudiar viajar, cumplir las metas y sueños personales, vale ¿y es que nosotros no tenemos también aspiraciones personales? ¿No tenemos derecho a cumplirlas? ¿O nos quieren ver cocinando, arreglando y cuidando a los hijos toda la vida? Disculpen pero las responsabilidades deben ser compartidas, así como las metas y los logros.
Entonces somos los buenos hombres los que si creemos en los cuentos, y nos vamos preparando para encontrar a la ideal, y paso a paso vamos llenando esa infinita lista de requisitos para aplicar a un puestico en las apretadas agendas de las chicas.
¿Que es lo que quieren? Básicamente, todo y nada a la vez, que no sea muy muy ni tampoco tan tan. Que este en el justo medio, pero tan poco tan medio. A veces ni ellas mismas lo entienden, es como una lista donde no todo se puede cumplir a la vez, parece estar hecha para que ninguno se sienta a la medida y de ser elegidos, estar agradecidos por el acto de misericordia.
Pero intentemos sintetizar la lista, poniendo el requerimiento y del otro lado nuestro reclamo.
Quieren que las traten como unas princesas, ¿y a nosotros quien nos trata como príncipes?
Si están molestas debemos saberlo, pero leyendo mentes pues no dirán ni una palabra. ¿Y quien pregunta por nuestros sentimientos? A cierto, no se supone que debamos tenerlos.
Quieren su espacio, sus amigas y sus amigos. Pero nuestros amigos, son malas influencias y amiguitas, cero.
Quieren detalles, que todo sea perfecto, armar una escena perfecta y de película. ¿Y quien nos arma el set a nosotros?
Que seamos románticos y caballerosos. ¿Y las damas?
Que seamos generosos, pues odian a los tacaños. ¿Y quien nos gasta? Pero de verdad, no solo su parte.
Que seamos puntuales, no dan 1 segundo de margen. Pero si nos vamos después de esperar una hora somos malos, o pueden cancelarnos justo antes y no podemos decir ni mú.
Que las entendamos, todo el tiempo aun cuando no se entiendan ni ustedes mismas.
Y bueno pues todas las cualidades, que sepa bailar bien, que se mantenga en forma, que me haga reír, que me cocine, que me consienta, que me entienda cuando ni yo misma me entiendo, que me sorprenda, que sea romántico pero no tanto, que me escuche (pero que no hable), que me sirva, que me trate como a una reina, que me dé masajes, que me entienda cuando estoy cansada, que le guste el sexo (pero solo cuando yo tenga ganas), que sea bueno en la cama, que practique un deporte, que sea inteligente, culto pero no un sabelotodo, que me dé mi espacio, que no sea celoso pero que me cuide, que se cruce el mundo solo por verme 5 minutos, que le guste siempre hasta recién levantada, que deje todo lo que le gusta y que a mi no, que me dé la razón, que no sea un niño de mami, que sea fino y educado pero también practico y sencillo, que no les importe mi pasado, que sea un líder, que gane buen dinero, que gaste, que practique un arte, que yo y solo yo sea su prioridad pero que no sea un dependiente...
¿Algo me falta?
Y así vamos tratando de llenar esa larga lista de contradicciones a ver si algún día cumplimos todas.
Esos somos los buenos hombres, los que tratan afanósamente de cumplir esta lista, los que aprendimos como principio el respeto y el lugar especial que siempre tendrá en la sociedad la mujer.
¿Y que exigencias tenemos los hombres? Pueden decir que muchas, casi todas superficiales, pero no.
Nosotros no pedimos tanto, realmente casi nada, no queremos una mujer perfecta, queremos una real, una buena mujer que nos valore que nos quiera y se deje querer. Que nos aporte, que nos haga crecer, aprender, vivir. Esa, es la mujer perfecta.
Porque al contrario de las que profesan que pueden vivir felices sin un hombre, que no nos necesitan, nosotros si tenemos la humildad de decir que si, que las necesitamos, por que biológicamente nos han hecho así, y se disfruta en pareja. Si, las necesitamos, y mucho, tal vez por eso erróneamente algunos compañeros procuran tener varias a la vez.
Al paso que vamos el hombre se puede convertir en un producto de uso ocasional, y desechable. La doble moral que se esta formando, donde nosotros somos los malos, los castigadores, los infieles y que tenemos una deuda insaldable con el género femenino. Tanto es así que algunas les parece irrisorio que se hable del maltrato hacia los hombres.
Esas son las malas mujeres, las que piden mucho, sin dar nada, las que no valoran a los hombres, que les dan visión de objetos sexuales, desechables, dispensables, pues al final les seguimos debiendo.
No busco herir sensibilidades, amo y respeto a las grandes mujeres con las que tengo la oportunidad de convivir todos los días. Ni tampoco hablo con resentimiento de una mala experiencia personal, pues tengo la fortuna de tener conmigo a una de las buenas. Solo trato de hacer ver mi punto de vista, de levantar la voz contra las malas, de parte de nosotros los buenos. Así que si eres de las malas, pues siéntete aludida pues va para ti. Si eres de las buenas, felicitaciones, así se construye el futuro, ninguno delante del otro sino juntos, de la mano.
Y si es un buen hombre quien lee, lo invito a levantar la voz.
Y a todos los invito a opinar, generar debate alrededor de este humilde escrito que solo busca ser escuchado, que busca igualdad.