La glorificación de los ciclistas colombianos los ha convertido en santos, mártires a los que no se puede criticar. No se puede ni siquiera registrar que dos campeones del Tour, Wiggins y Schelck afirmaron que Egan se ganó la Grande Bouclé del 2019 de suerte, o que, en el caso de Miguel Ángel López, ser sexto del Tour teniendo un equipazo como el Astana suena a poco. En ese orden de idea nos vamos a contar la verdad y la cruda realidad es que Fernando Gaviria, el hombre que mientras estuvo en el Quick Step fue el mejor embalador del mundo, ahora ni siquiera tiene piernas para disputar una etapa del Giro.
El cambio de equipo sin duda lo afectó. En el UAE ya no es el todopoderoso que derrotaba a sus rivales de la mano de Maxi Richeze, Ahora es una sombra que ni siquiera disputa embalajes. Fernando es una gloria de nuestro país, no sólo fue el segundo pedalista de la historia de nuestro país en llevar la camiseta amarilla en el Tour, sino que en el 2017 realizó una serie espectacular de embalajes que lo hizo ganar cinco etapas en una sola edición. Dramático verlo sin piernas.
Tuvo una lesión de rodilla el año pasado que lo mermó considerablemente. Desde entonces su rendimiento no ha sido el mismo. Fernando es joven, tiene 27 años, pero lo que no ha podido entender el periodismo local es que las oportunidades de ser lider en un equipo poderoso pasan por no perder oportunidades. Ahora Egan deberá empezar de cero para volver ser líder del INEOS en un Tour. Carapaz se muestra muy fuerte y quiere ser el primer ecuatoriano en ganar un Tour y ha demostrado que tiene calidad para hacerlo. Miguel Angel está buscando equipo. Astana no quiere seguir pagando un sueldo tan grande para un ciclista que debería estar ganando grandes vueltas. Lo de Nairo en el Arkea va a estar limitado a no tener compañeros de peso.
Además viene una camada de nuevos ciclistas como Pogacar, Van Poel, Ganna y Sivakov que amenazan con arrasar en las próximas grandes vueltas. Es sano que dentro del periodismo se oiga el campanazo que ha significado este 2019 para nuestro ciclismo. Al no tener un equipo nacional no hay tanta paciencia y los resultados deben ser inmediatos. Si de verdad queremos cuidar nuestro ciclismo y hacerlo grande debemos hacer un lado el patrioterismo barato de seguir negando fracasos y exigirle al gobierno que se meta la mano al dril para crear un nuevo equipo nacional.