A pocas horas de que el presidente Gustavo Petro aborde el vuelo que lo traerá a Nueva York donde hablará sobre cómo avanza la implementación del Acuerdo de Paz firmado con las Farc en 2016 ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Mandatario no deja de hacer cambios a su discurso para incluir una nueva cifra, algún dato o hecho relevante, matizar o enfatizar un concepto, todo con la idea de que a la comunidad internacional le quede claro su preocupación por el incumplimiento de la agenda pactada en La Habana, pero también para que la institucionalidad en Colombia tome cartas en el asunto y hunda el acelerador sobre las reformas y propuestas acordadas.
Y es que la minuciosidad con la que se ha venido preparando cada una de las palabras que quiere exponer en la ONU, ha implicado al propio Petro, ministros y al equipo de paz, un carrerón traducido en diversas reuniones, recolección de información, analisis de estadisticas y repensar con precisión en el mensaje que se quiere dejar ante el mundo.
Petro escuchó a muchos para preparar su discurso en la ONU
Con la participación de algunos jefes de las carteras salientes y entrantes, el viaje a la ONU fue el tema central del último consejo de ministros; de igual forma, el presidente Petro se reunió con líderes del partido Comunes.
ex integrantes de la extinta FARC, con el presidente de esa colectividad a la cabeza, Rodrigo Londono, conocido como ‘Timochenko’; con los presidentes de todas las cortes y el poder judicial, incluyendo la Fiscal General de la Nación; con el jefe de la Misión de Naciones Unidas para el Acuerdo de Paz en el país, Carlos Ruiz Massieu, y los integrantes de la Mision de Verificacion de las Naciones Unidas en Colombia; y extraoficialmente se ha dicho que habría reunido hasta con el ex presidente Juan Manuel Santos, entre otros.
Los contactos incluyeron a la comunidad internacional, como presidentes, expresidentes y otras personalidades a favor de la paz del país, todo con el fin de lograr o, por lo menos, intentar conciliar una posición de consenso, que será la que presentará en la Gran Manzana.
De estas reuniones Petro y su equipo han ido depurando los insumos para su discurso en Naciones Unidas, el cual ha generado gran expectativa en el país, luego de que en mayo pasado, en medio de la posesión de Mary Lucero Novoa como nueva magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, expresara airadamente que “nos va a tocar ir a Naciones Unidas. Esto no es un juego. Esta vez va a ir presidente de la República y va a tener que decir: definitivamente el Estado de Colombia no quiere cumplir el acuerdo de paz que firmó. No puedo decir mentiras”. Declaración que generó en su momento un sinnúmero de críticas, pues muchos consideraron que se trataría de una autorecriminacion de incumpliemiento.
La Embajadora de Colombia en la ONU Leonor Zalabata organizó el frente de Nueva York
La comunicación también ha sido constante con la Misión Permanente de Colombia ante la ONU, y su representante, Leonor Zalabata, ultimando detalles. Se sabe que en la mañana de este jueves el Presidente asistirá a la sesión de la Comisión de la Consolidación de la Paz de Naciones Unidas y, más adelante, en la sesión trimestral donde se presenta el informe de la Comisión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia ante con el Consejo de Seguridad, a la cual habitualmente asiste el ministro de Relaciones Exteriores, pero en esta oportunidad será el propio Presidente, quien estará al frente de la delegación colombiana.
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De igual forma, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, presentará su informe con base en la información que le entrega la Misión de Verificación de la Implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, la cual se encuentra en el país desde 2017. El alto diplomático de acuerdo con estos reportes ha llamado la atención para desarrollar acciones con más rapidez para que todas las partes involucradas, incluyendo víctimas, las comunidades rurales, los pueblos étnicos y los excombatientes, “comiencen a sentir más tangible el impacto positivo de algunas disposiciones clave del Acuerdo”.
El Jefe de Estado estará acompañado en Nueva York con al menos uno de los integrantes del partido Comunes, firmante del Acuerdo de Paz; el canciller, Luis Gilberto Murillo conocedor como nadie del mundo diplomático en el hemisferio norte; el alto Comisionado para la Paz, Otty Patino, el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López, y otros ministros y directivos de entidades relacionadas al tema de la paz.
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Tanto Murillo, como el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, han dado línea sobre algunos de los puntos a los que se referirá Petro en el tan esperado discurso. En primer lugar han negado que se abordará el tema una constituyente, aunque si se tocara el del Acuerdo Nacional con las diferentes fuerzas políticas del país. El canciller confirmó que el Gobierno pedirá más tiempo para la implementación del Acuerdo, inicialmente pactado para 15 años, y se estaría sugiriendo entre cinco y ocho años más. Por su parte, Cristo, ha explicado que se pondrá en marcha un plan de choque para fortalecer y acelerar el proceso de la implementación.
“Estos contactos con la comunidad internacional, con los miembros de Comunes y con la Misión de Verificación de Naciones Unidas, entre otros, han tenido como fin construir de consenso la posición que va a tener el Gobierno colombiano, en cabeza del presidente Petro en la ONU; estamos trabajando en un plan de choque para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz, y, obviamente que hay avances, pero el Presidente también señalará los cuellos de botella, las dificultades que se tienen y el compromiso del Estado para avanzar en la implementación”, ha dicho Cristo.
Desde la primera vez que Petro habló que estaría en la ONU denunciando la falta de voluntad de la institucionalidad para avanzar con el Acuerdo, no pocos han observado un cambio de postura del Jefe de Estado, tal vez aceptando sugerencias como las del expresidente Santos de matizar el tono en un escenario que conocía bien por haber incluso presentado en la Asamblea en septiembre del 2016 presentó los avances del Acuerdo con las Farc; le habría pedido no pelear tanto y cambiar el mensaje de que el Estado no cumple con el compromiso adquirido, por considerar que no sería conveniente. De allí que Petro probablemente hablará menos de ‘incumplimiento’ y más de cómo superar los rezagos y obstáculos que impiden la adecuada implementación de ese Tratado.
Si bien, quizás Petro hablará con un lenguaje más moderado, será enfático en el punto de las falencias en cuanto a la reforma agraria, y específicamente sobre las dificultades para la entrega de tierras, algo que en su opinión, “no está funcionando”; pero además, otro de los grandes vacíos -en su consideración-, está en el componente de justicia, verdad y reparación; y también habrá un punto referido a la inseguridad que sufren los excombatientes desmovilizados, pues según el partido Comunes, desde que se firmó el Acuerdo hace ocho años, han sido asesinados más de 400 ex guerrilleros en todo el país.
Asimismo, al tiempo de pedir más tiempo para la implementación, se estima que requiera a la comunidad internacional de más recursos económicos que permitan acelerar, así como la puesta en marcha medidas extraordinarias y de emergencia que le faciliten avanzar en el mencionado plan de choque. Otras versiones indican que Petro pediría un ‘relanzamiento’ del Acuerdo teniendo en cuenta que, si bien, tiene clara su voluntad de cumplimiento con lo firmado entre Santos y Londono, igual buscaría que éste conecte a uno de sus temas bandera: ‘la paz total’, en otras palabras, que se incluya al ELN y a las disidencias de las Farc, la del Estado Mayor Central como a la Segunda Marquetalia de las Farc.
Sin duda, el Presidente tendrá un día agitado en Naciones Unidas, el cual comenzará a las nueve de la mañana con la inauguración del Monumento Kusikawsay a la paz de Colombia en el jardín de las Rosas de la sede de la ONU, al frente del río Hudson. Esta es una palabra quechua que significa ‘vida pacífica y feliz’, y se trata de una escultura del artista Mario Opazo hecha con las armas de acero que entregaron las Farc, “una canoa indigena que trae la sabiduría y el simbolismo antiguos al presente”. Para Petro, “esta obra se construyó con armas derretidas y significa que Colombia puede, que Colombia es posible; significa además que podemos derretir las armas para que florezcan los corazones”.