Un hogar con cielos azules, montañas verdes y aguas diáfanas es el sueño de cada uno de los habitantes en el mundo. China está trabajando con empeño para construir una modernización de coexistencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza, aportando con ello la sabiduría y la fuerza chinas para construir un mundo limpio y hermoso.
La ecosofía forma parte importante de la filosofía tradicional china
El anhelo por la coexistencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza está profundamente arraigado en los genes culturales de esta civilización milenaria. Repasando los miles de años ya transcurridos, nos daremos cuenta de que, la relación entre la naturaleza y la sociedad humana siempre ha sido un importante interrogante a indagar en la cultura tradicional china. Asimismo, la “armonía entre la naturaleza y los seres humanos” constituye una concepción central de las filosofías tradicionales chinas.
Veamos los ejemplos del confucianismo y el taoísmo, que son los más influyentes entre ellas. Al referirse a la importancia de seguir las leyes de la naturaleza para comprender y transformar el mundo, y respetarla como premisa y norma básica de las actividades sociales humanas, Confucio indicó, “¿Acaso habla el Cielo? Sin embargo, las cuatro estaciones siguen su curso y las cien criaturas continúan naciendo. ¿Acaso habla el cielo?”. Zhuangzi, uno de los máximos referentes del taoísmo, observó: “El cielo y la tierra y yo coexistimos, y todos los seres y yo somos un conjunto”. Esta visión toma la naturaleza como un conjunto, haciendo hincapié en la relación armónica entre el cielo, la tierra y los seres humanos. De hecho, las cien escuelas de pensamiento de la China antigua se desarrollaban en torno a esta visión esencial.
El verde se ha convertido el color de fondo de la China de la nueva era
El Presidente Xi Jinping señaló: “Hay una grave escasez de recursos energéticos per cápita en China, y enfrenta más limitaciones de estos recursos y en materia ambiental para acelerar nuestro desarrollo, lo que nos hace imposible seguir el viejo camino de la modernización occidental”. Los chinos protegen la naturaleza y el entorno ecológico como si fueran sus propios ojos, y la China en que viven hoy es de cielos más azules, tierras más verdes y aguas más cristalinas. Según datos de los medios oficiales chinos, la proporción de tramos con agua de buena calidad en China ha aumentado al 87,9%. Desde 2000, China siempre ha sido el principal contribuyente al reverdecimiento del mundo. Actualmente, China ha alcanzado una cobertura forestal del 24,02%, representando un cuarto de la nueva superficie reverdecida del mundo, es decir, más de 190 mil kilómetros cuadrados. En China, se está operando cambios históricos, transformativos y de carácter general en cuanto a la protección medioambiental.
Los osos panda, especie endémica de China, gozan de fama mundial como embajadores de amistad, y ahora son representantes de la continua mejora del medio ambiente del país. De la cría en cautividad al fomento de la restauración de las poblaciones silvestres, y de los hábitats fragmentados a un parque nacional completo, los osos panda han dejado de ser una especie “en peligro” para convertirse en “vulnerable”. Hasta la fecha, China ha establecido 67 reservas naturales de osos panda, las cuales han protegido efectivamente el 53,8% de sus hábitats y el 66,8% de sus poblaciones silvestres. Las experiencias de China han proporcionado al mundo un ejemplo de éxito de la conservación de la biodiversidad. El Centro de Conservación e Investigación del Oso Panda de China ha desplegado cooperación científica con zoológicos de más de 10 países, y desarrollado el “Proyecto de Cooperación Internacional a Largo Plazo para la Cría del Oso Panda” con jardines zoológicos de varias naciones para la investigación conjunta en dominios como la cría y la educación para la conservación.
Al pueblo chino nunca le faltan la determinación y el empeño para promover el desarrollo verde. China ha hecho solemnes compromisos ante el mundo sobre las metas para llegar a la cima de emisiones de carbono y la neutralidad de carbono. Con ello, sólo tardará 30 años en transitar de la primera meta a la segunda, lo que supone un recorrido de entre más de 10 y más de 40 años menos en comparación con el tiempo requerido por EE.UU. y los países europeos. Es decir, como el país en desarrollo más grande del mundo, China llevará a cabo la mayor reducción de la intensidad de emisiones de carbono y alcanzará la neutralidad de carbono desde la llegada a la cima de sus emisiones con el tiempo más corto en la historia del mundo. En este aspecto, el Parque Forestal Nacional de Saihanba es un fiel testigo, por haber pasado, en tan sólo 60 años, de un páramo a un bosque capaz de neutralizar anualmente unas emisiones de CO2 equivalentes a las de 860 mil coches familiares de combustible fósil. La comunidad de reforestación de este mayor bosque plantado del mundo ha sido distinguido con el premio “Campeones de la Tierra”, el máximo galardón ambiental de la ONU.
China ocupa el primer puesto mundial en muchos indicadores del desarrollo verde, como el mayor volumen de desarrollo y aprovechamiento de energías renovables, la mayor cantidad de producción y venta de vehículos de nuevas energías, el menor tiempo tardado en mejorar la calidad atmosférica, el mayor aumento de los recursos forestales y la mayor superficie de bosques plantados. China está dando firmes pasos en el camino del desarrollo verde, y esto beneficiará a las generaciones futuras.
China se dedica activamente a la construcción conjunta de una Tierra linda y verde
China toma activa parte en la gobernanza global del medio ambiente y del clima, aportando experiencias y apoyo al desarrollo verde del mundo a la vez de avanzar en su propio desarrollo verde. China ha propuesto y venido implementando la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG), promovido el establecimiento de la Asociación Global para la Cooperación en Energías Limpias, llevado la delantera en publicar el Plan Nacional de China para la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, establecido el Fondo de Biodiversidad de Kunming, y figurado como el mayor contribuyente al presupuesto básico del Convenio sobre la Diversidad Biológica y sus Protocolos. China siempre es un firme practicante de la respuesta conjunta a los desafíos medioambientales y la promoción del desarrollo sostenible global. Según Bruno Oberle, Director General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, China está compartiendo el concepto de la civilización ecológica con el resto del mundo, lo cual es una contribución que el país ha venido haciendo desde hace mucho tiempo.
La civilización ecológica representa una tendencia histórica del desarrollo de la civilización humana. Una China perseverante en la modernización verde ofrecerá más oportunidades al mundo y contribuirá en mayor medida al progreso de toda la humanidad.
