Fernando Londoño, seguramente fue el mejor pionero del gran proyecto de Caracol Radio en Colombia. Su pasión radial no tenía límites, hasta el punto de ser uno de los responsables de la gran evolución de los medios latinoamericanos. No muchos recuerden hoy que uno de sus programas consentidos, uno de sus amores fue “Monitor” que se emitía en horario estelar los domingos de 8,30 am a 12 del día. Pero hablar de Monitor es recordar a su emblema, su conductor, el gran locutor Vicente Cortés Almeida, una de las grandes voces en toda la historia de Caracol Radio. La sonoridad, el color de su voz, cierta dulzura; pero ante todo esa amabilidad y respeto que le fluían naturalmente, hicieron de Vicente Cortés uno de los personajes más queridos de ese medio radial por los oyentes.
Muchos lo asociamos con Monitor, pero Cortés estuvo vinculado ¡42 años! con Caracol (1.962 a 2.004) fue Locutor de Noticias y como tal, presentador de “El Reporter Esso”, “El Reportero Caracol”, “Última Hora Caracol”, “Cuarto de Hora Caracol” y los avances informativos de cada hora. Además, fue Presentador de “La Hora Philips” (1.967-1.970) al lado de quienes considera sus Maestros y colegas Jorge Antonio Vega y José Alarcón Leal. Durante 20 años fue presentador de radio teatro con programas tan importantes como: “Los Chaparrines”, “Los Tolimenses” y la “Escuelita de doña Rita”. Él le dijo a “Las 2 Orillas”: “Tuve además, el privilegio de ser la voz comercial de Caracol para transmisiones deportivas tanto de fútbol como de ciclismo a nivel nacional e internacional”.
Este nariñense apacible, emana una enorme humildad en todos sus relatos y recuerdos, a pesar de ser en su momento un baluarte y parte esencial de su empresa, muy por encima de tantos de hoy. Como olvidar a semejante personaje, cuando se cumplen 10 años de la salida del aire de Monitor, el primer programa radial de verdaderos contenidos, culturales, científicos y sociales. ¡Cuánta falta hace esta radio educadora! Pero como lo dice Cortés: “Los nuevos propietarios de la Cadena Radial, consideraron que un programa cultural no era rentable económicamente y por lo tanto la mañana del domingo debía tener una nueva programación no importa cual, pero que vendiera”.
Vicente Cortés Almeida, evidentemente negado para las entrevistas, más por humildad que por soberbia, aceptó hablar, para “Las 2 Orillas”.
-¿Qué le dejó la radio?
“Absolutamente todo. Lo más importante, mi Familia, mi Esposa Margarita y mis dos hijos Margarita María y Mario, mi casa, la oportunidad de mejorar mi calidad de vida, mi educación, conocer Colombia y algunos países extranjeros. Conocer y compartir micrófonos con verdaderas figuras de los medios. Pero por sobre todo, la enorme satisfacción del deber cumplido”.
-¿Cómo ve la radio actual?
“Totalmente cambiada. Actualmente cuenta con mejores e insospechadas herramientas técnicas, pero se trabaja autómatamente… sin corazón, sin sentimientos, con poca preparación intelectual y lo que es peor, perdiendo muchas veces la noción de respeto que merecen los oyentes”.
-¿A qué se dedica hoy, está jubilado?
“Me encuentro desde el 6 de mayo del 2.004 como Pensionado del Seguro Social ahora Colpensiones. Disfrutando de mi Familia y de mis Hijos. Mirando los toros desde la barrera y sobre todo, gracias a Dios, saboreando la satisfacción del deber cumplido”.
-¿Qué programas le gustan de la radio de hoy?
“Escucho muy poca radio y veo poquísima televisión colombianas. De la radio comercial, lo rescatable “La Luciérnaga”. Me gustan las emisoras universitarias. Mis tiempos libres los dedico a escuchar buena música y a mirar buen cine gringo y europeo”.
Recordar a Vicente Cortés Almeida, es repasar una buena lección de radio. Conocer su historia, ya de por si nos deja profundas moralejas y reflexiones.
El país no puede olvidar esa fantástica voz, a ese hombre tranquilo y sereno, que se despertaba cada mañana con una oración flor de piel:
“Señor: Permíteteme llegar al corazón de la gente, como todos los días.
Déjame iluminar, el día nublado, con la calidez de mi voz.
Dame oportunidad de abrir los ojos a quienes no ven.
Señor. Abrázame un segundo, ayúdame a que pueda poner en su lugar todas mis emociones y debilidades. Solo así, podré empezar un nuevo día”.
Apostilla: Para el recuerdo, un fragmento de la “Escuelita de doña Rita” que presentaba en el Radio teatro, Vicente Cortés Almeida. (Vale la pena disfrutar ese humor de antaño).
