El guambiano Floro Tunubalá se hizo famoso internacionalmente al convertirse por elección popular en el primer gobernador indígena de un departamento colombiano, el Cauca (periodo 2001 – 2003). Con su triunfo destronó de un plumazo a la más rancia y aristocrática clase política caucana. Un golpe duro para los Negret, los Mosquera, los Cháux, los Valencia, los Iragorri, los Arboleda, para todos juntos. No se la perdonarían, al poco tiempo recuperarían el poder, nada menos que con Juan José Cháux.
Floro aprovechó su cuarto de hora y con su anaco (atuendo guambiano) se paseó por el mundo. Posteriormente Tunubalá intentó llegar, sin éxito, al parlamento. Pero fue peor cuando trató de ganar la alcaldía de su natal Silvia, fue también derrotado.
Hoy el “Taita” Floro vive en Popayán, casi anónimo y sin anaco. Está dedicado a algunas consultorías particulares, pero principalmente a su labor como miembro del Consejo Directivo de Fundacolombia al lado de Miguel Urrutia, María Emma Mejía, José Fernando Isaza, Luis Carlos Villegas, entre otros. Una Fundación que nació con el apoyo de Coca Cola Company para atender especialmente a jóvenes campesinos y vulnerables del país. Hoy tiene más 300 estudiantes becados en universidades públicas y privadas.
Cuando se le pregunta si está dispuesto a participar en la próxima lid electoral, trata de decir que no, pero es muy notorio que está abierto a evaluar ofertas. Como indígena gobernador, de todas maneras pasó a la historia.