La sedación es un procedimiento en el que un profesional médico, generalmente anestesiólogo, administra medicamentos especiales que permiten tolerar la realización de procedimientos dolorosos o molestos para el paciente, con una vigilancia estrecha de la respuesta del paciente a los medicamentos y al procedimiento, con el fin de evitar que se presenten complicaciones o en dado caso tratarlas oportunamente.
Este procedimiento se puede realizar en el quirófano o fuera del mismo; es decir, en consultorios médicos, odontológicos, centros de medicina ambulatoria y centros radiológicos; su objetivo es producir un estado donde el paciente se encuentra relajado, tranquilo, sin dolor o molestias para que en forma segura se realice el procedimiento que necesita. A diferencia de la anestesia general en la sedación el paciente está en un sueño liviano y puede responder ante una orden verbal o un estímulo táctil.
Es una técnica segura, sin embargo, como todo procedimiento médico tiene implícitos algunos riesgos asociados al estado de salud particular de cada paciente. Por ello, la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación recomienda que la sedación siempre sea realizada por un médico anestesiólogo, quien es la persona con mayor formación académica y experiencia para realizar en forma segura el procedimiento a pacientes tanto sanos como con enfermedades cardiovasculares, pulmonares o metabólicas. A continuación, la información que usted como paciente debe terne en cuenta:
¿Qué determina si debo ser sedado o, por el contrario, anestesiado?
La condición clínica del paciente y la complejidad del procedimiento programado le permite al equipo médico tratante decidir la mejor alternativa. Al respecto, la doctora Mayerly Gómez, anestesióloga cardiovascular y coordinadora del Comité de Sedación de la SCARE explica que “cada vez existen más procedimientos diagnósticos, como resonancias, tomografías o endoscopias de vías digestivas , así como procedimientos terapéuticos y odontológicos que requieren la participación de los anestesiólogos, profesionales idóneos quienes determinaran la técnica a emplear desde la sedación hasta la anestesia general brindando una atención segura”; ahora bien, en menores de 12 años la mayoría de los procedimientos se hacen bajo anestesia general, aunque en algunos casos dependiendo del paciente y el procedimiento, el anestesiólogo puede sugerir la sedación.
¿Qué información de mi salud es útil y debo dar al médico que me va a sedar?
Es importante brindar información detallada sobre su estado de salud como las enfermedades que padece, alergias a alimentos o medicamentos, cirugías que se haya tenido, infartos o trombosis, apnea del sueño, así como los medicamentos que toma, incluidos anticoagulantes como la aspirina, antidepresivos, anticonvulsivos, medicamentos para dormir e incluso aquellos de origen homeopático. Recuerde, además, que es importante informar si tiene síntomas de gripe, fiebre o malestar en general.
¿Cómo debo prepararme para la sedación?
Usted tendrá una consulta previa y en caso de ser necesario el médico puede solicitarle algunos exámenes complementarios, debe tener un ayuno como se le indique previo al procedimiento, firmar el consentimiento informado donde le informarán de los riesgos, así como asistir con un acompañante el día programado. Cerciórese de seguir cuidadosamente cada una de las recomendaciones de su médico y poner en su conocimiento cualquier duda que usted tenga para ser aclarada.
¿Se pueden presentar complicaciones durante mi sedación?
Si bien la sedación se considera como un procedimiento seguro que usa listas de chequeo y condiciones de bioseguridad que permitan su realización fuera de los quirófanos, puede presentar algunas situaciones o complicaciones que requieren atención especializada o avanzada y que con un manejo adecuado pueden ser tratadas oportunamente.
Finalmente, la doctora Gómez recomienda que “una vez finalizado el procedimiento de sedación tenga presente las recomendaciones de su médico, es importante no conducir, así como evitar realizar actividades que necesiten la toma de decisiones importantes durante el día, dado que sus capacidades quedarán alteradas las horas siguientes al procedimiento. En caso de presentar dolor de cabeza, mareo persistente, dolor abdominal o cualquier otro signo de alarma comuníquese con el centro médico que lo atendió”.