Pintura, pegamento y toda suerte de productos han transcurrido por los cuadros más aclamados de Europa, pasando por diferentes artistas y movimientos. Ninguno se salva, desde pintura flamenca hasta obras modernas. Desde Vermeer hasta Warhol. ¿Por qué?
La respuesta puede parecer obvia, se encuentra inscrita en sus camisetas Just Stop Oil (traducen: Detén el petróleo ya). Pero, fueron sus acciones las que desataron todo un mar de opiniones en internet: ¿Son justificables? ¿Qué lugar ocupan los museos en la actualidad? ¿qué impactos reales han generado en los Estados? ¿sus acciones, a lo sumo, son un fin o un medio?
La joven con el arete de la perla de Johannes Vermeer, Los girasoles de Vincent van Gogh y Los almiares de Claude Monet no han sido indiferentes al pegamento y a toda suerte de líquidos que han circulado por sus fachadas. Las acciones de estos activistas se han enfocado en hacer una enunciación pública (no violenta) que se basa en resignificar el estado de los vidrios, marcos o de obras que tienen un valor comercial superior a los 10 millones de euros y un incalculable valor artístico.
De izquierda a derecha: Los almiares de Claude Monet, Los girasoles de Vincent van Gogh y La joven con el arete de la perla de Johannes Vermeer
La intervención a las fachadas de las pinturas le ha dado la vuelta al mundo en cuestión de semanas y ha desatado varias posturas al respecto, desde aquellas que apoyan este tipo de acciones en instituciones museales hasta los que justifican su acción por el atributo colonizador que han tenido los Estados en el pasado.
Varias preguntas quedan en el aire: ¿sus acciones son efectivas? ¿Qué cambios se han generado desde que empezaron sus intervenciones en museos? ¿es posible que, con la persistencia logren que un gobierno cambie su visión sobre la política pública?
Hasta el momento, ninguno de los gobiernos ha cedido a las peticiones que hacen los seguidores de Just Stop Oil. Pero, sus acciones se han masificado alrededor del mundo, generando alianzas con otras organizaciones ambientales y proporcionando nuevos contenidos para masificar el mensaje a diferentes generaciones.
Opinium, una empresa británica, llevó a cabo una encuesta a más de 3000 personas en el Reino Unido y el resultado fue sorprendente. A diferencia de lo que podríamos llegar a pensar, las acciones virales contra instituciones museales y sus obras no han colado bien en el imaginario de los encuestados.
Steve Akehurst, un activista climático que trabaja para la Fundación Europea para el Clima, aseguró que “Debido a que las acrobacias exitosas e influyentes son genuinamente difíciles de lograr, los activistas ocasionalmente recurren a la idea de que, básicamente, toda publicidad es buena publicidad (…) si hay algo que prueba este experimento, es que esto no es cierto”.
El arte ha acompañado el paso del tiempo del ser humano y ha permitido plasmar, a través de diferentes formatos, los temas que más aquejan a una época: los avances científicos, técnicos, los humores (de las clases sociales), los desafíos éticos, morales y medio ambientales.
¿Qué artistas han abordado el medio ambiente en sus obras?
El arte, no es ajeno a esta realidad y a comienzos del siglo XX varios artistas en Europa comenzaron a adoptar la reutilización de objetos como un mensaje distintivo en sus obras: la bouteille de vieux Marc (1913) de Pablo Picasso, Cially (1914) de Kurt Schwitters, Tappeto-natura (1965) de Piero Gilardi, Rhine Water (1972) de Hans Haacke Rhine, Touch Sanitation de Mierle Laderman Ukeles (1978-1980), Angélica de Vik Muniz (1998), Grafted Garden de Tetsumi Kudo (2013) o el parque de los hermanos Fernando y Humberto Campana han generando una reflexión sobre el qué hacer artístico y reflexivo, han sentado un punto de vista sobre la crisis climática que estábamos viviendo actualmente.
La bouteille de vieux Marc de Pablo Picasso, Cially de Kurt Schwitters, Grafted Garden de Tetsumi Kudo y Angelica de Vik Muniz
A partir de sus obras se ha podido evidenciar una corriente del arte que aboga por la resignificación de los objetos considerados obsoletos, insignificantes o en desuso. Después de la Segunda Guerra Mundial, se aceleró la erosión contra el medio ambiente y la biodiversidad. Frente a ello, varios artistas salieron a responder por ello. Lauranne Germond, cofundadora de la Coalición para la Ecología Cultural, aseguró que esta ola de arte ecológico “lleva en sí una revolución cultural, es el fin de una percepción de la naturaleza como un conjunto de objetos colocados uno al lado del otro".
Permite reflexionar sobre el arte como concepto transformador y como insumo cultural que permitirá -poco a poco- sentar bases para la recepción favorable de políticas públicas medioambientales.
Just Stop Oil ha sentado un llamado de atención sobre la agenda de varios medios de comunicación, pero sus acciones no han sido efectivas para cambiar los planes, programas, y proyectos de los Estados. De hecho, son más las acciones legales y económicas que recaen sobre sus integrantes que sus logros; que se han ido marchitando con los aportes de Aileen Getty y su legado familiar (que está relacionado con la bonanza petrolera).
Al final, sus acciones más que ser una amenaza, son un llamado de atención a la ciudadanía a que se responsabilice sobre las acciones que está implementando el gobierno del Reino Unido y que se ha extendido a otras latitudes, como: Estados Unidos, Alemania, Australia y Francia.
Más, sin embargo, sus acciones han caído en un lugar común que no ha generado ningún cambio en la arena política o normativa y ha generado -por el contrario- que los visitantes a espacios museales cuenten con mayores restricciones y con nuevos métodos de seguridad que alejan al sujeto de la obra: por diminuta que sea.
¿Qué culpa tiene el arte? Ninguna. Al final, como decía, John Ruskin “el arte es expresión de la sociedad” y la intervención de los activistas a las obras de diversos artistas una función más mediática que utilitaria; que no convence a ningún gobierno para cambiar sus políticas extractivistas. Por lo pronto, el cambio se encuentra más del lado de los artistas ecológicos que de Just Stop Oil.
