No todos nacemos con el carácter y la responsabilidad patriótica como la destacada y honorable Senadora Thania Vega de Plazas. Una incansable luchadora por una causa justa, como es la defensa de los militares condenados bajo falsos testigos; una mujer valiente que ha sabido afrontar las adversidades, siendo ella misma y su familia víctimas de la implacable, criminal y parcializada persecución judicial.
Su infatigable lucha en el Senado se debe a su formación hogareña, a su incomparable amor materno y de esposa ideal, que son el combustible que le hacen un ser humano eminente y superior. Sabe y conoce que la patria jamás será patrimonio del comunismo y el socialismo y que nada puede anteponerse a la voluntad del pueblo sin que corran peligro la vida constitucional y democrática de la nación, su libertad y justicia.
Sabemos, que su pugna diaria, es por el bien de la nación, de la democracia y del bienestar y defensa de los militares presos y su gloria será contribuir al logro de una nación libre y soberana, donde haya justicia, porque sin justicia no habrá paz.
La estulticia del gobierno no tiene límites. Manifiesta el presidente: “que no hay un patrón sistemático de conducta que permita explicar el aumento de los índices de violencia (entre ellos, muchos asesinatos de líderes sociales) en el litoral Pacífico.”
¿Se le olvida al Dr. Santos que es él y los plenipotenciarios que estuvieron en la Habana y firmaron el mamotreto, en donde se incluyó, que el narcotráfico era delito conexo a la rebelión? El presidente debe recordar que el patrón sistemático lo puso él, o ¿acaso sufre de Alzheimer? Y como no vemos la paz y sí continúan los muertos por toda Colombia, tiene que crear un batallón especial para control del sector del pacífico, afectado por el narcotráfico y la violencia, cuya chispa incendiaria es el narcotráfico, la que dejó Juan Manuel Santos.
¡Qué bueno que la senadora Thania le pone puntos sobre la íes a los medios enmermelados! Los que defienden a un gobernante desesperado, porque su terminación del conflicto se le está enredando y los asesinatos, quema de buses, emboscadas e incremento de los carteles de la droga y cultivo de la coca, no cesan y sí han incrementado desmesuradamente. ¿Dr. Santos, dónde está la paz por la que ostenta el premio Nobel?