Por fin Alejandro Char destapa sus cartas en la entrevista con María Isabel Rueda en El Tiempo del lunes 11 de enero de 2022. Pero también oculta otras sobre sus actuaciones y la situación real de Barranquilla, las que no le conviene que se sepan en el país. Veamos las primeras: “El bienestar de Barranquilla habla por mí (…) una ciudad que es ejemplo nacional (…) no tengo injerencia directa en los contratos de los Nule (…) las denuncias de Ayda Merlano no los afectan en absoluto (…) llevé agua a todos los municipios de Atlántico cuando fui gobernador (…) en salud construí 40 hospitales (…) en educación fueron 140 colegios (…) tengo buena relación con los expresidentes Gaviria, Uribe, Santos y Pastrana, solo agradecimientos con ellos (…) recaudamos más de diez veces más de impuestos (…) propuesta bomba de cambiar IVA del 19 % a un impuesto al consumo de 8 % (…) Barranquilla es la de menos desempleo en el país”.
Nadie que sea conocedor de la situación económica y social de Barranquilla puede desconocer que es crítica, como lo hace con pasmosa tranquilidad Char: 60 % de informalidad laboral, más del 9 % de desempleo, a lo que hay que sumarle los inactivos, personas que ya no buscan trabajo. Y si le agregamos que, según el Dane, dos terceras partes de la población consumen dos comidas o menos al día, nos da una dimensión poco halagadora y más bien lamentable y explosiva.
Los contratos con sus familiares del grupo Nule lo comprometen, así sea, indirectamente. Son innegables las denuncias explosivas de Aída Merlano contra la clase política que anduvo con ella, entre ellos la familia Char. Lo extraño es el silencio de las autoridades competentes, encargadas de hacer “pronta y cumplida justicia”. El agua que llevó a todos los municipios la están esperando porque solo estuvo seis meses de gobernador de Atlántico.
En cuanto a la salud, dejó una sociedad mixta a favor de los privados y que no les cumplen a los trabajadores de la salud con sus salarios y prestaciones, como lo denuncian las asociaciones de profesionales y Anthoc. En educación, aunque hubo importantes construcciones, una parte de ellas las usufructúa el sector privado con los megacolegios.
Claro que tiene buena relación con todos los expresidentes, quienes desde hace 30 años impusieron el neoliberalismo que ha sumido al país en la peor crisis por la quiebra del agro y la industria, el peor desempleo de América Latina y una muy baja producción de riqueza, que se queda en pocas manos, todo lo cual provocó la explosión social del paro nacional que derrotó la reforma tributaria de Carrasquilla.
Char se vanagloria del recaudo tributario por la imposición de alzas desmesuradas en los impuestos. Sí, se contabilizan más de 20 tributos en Barranquilla, que les quitan el pan de la boca a miles de habitantes. Y propone cambiar el IVA del 19 % por otro impuesto al consumo indirecto y regresivo, seguramente para toda la canasta familiar.
Y hay un silencio que grita, el que se ha tendido de tiempo atrás y al candidato presidencial le tocó desde 2008, sobre los más grandes desfalcos en la empresa Triple A, de cuya junta directa fue miembro Alejandro Char. Se les ha aplicado la ley del silencio a dos torcidos monumentales.
Uno, Inassa cobró ilegalmente una comisión por asesoría del 4,5 % mensual desde 2000 hasta 2018 por más de 80 millones de dólares, lo que ocasionó el embargo del 82,16 % de las acciones de los españoles con fines de extinción de dominio, acciones que fueron entregadas por Duque, no al Distrito de Barranquilla, sino a la alianza público-privada Alumbrado Público, cuyo 35 % accionario pertenece a potentados privados. Y dos, la gerencia de Ramón Navarro se robó cerca de $30.000 millones de pesos. Navarro fue puesto preso y condenado después de confesar ante la justicia su repudiable delito, pero rehusó denunciar a sus cómplices. ¿Nadie en la junta de la Triple A tuvo nada que ver?
Finalmente, el caso de los infames aumentos de las tarifas eléctricas de AIR-E, las más altas de Colombia, que provienen del artículo 318 del Plan Nacional de Desarrollo (Ley 1955 de 2019) en el que se aprueba un nuevo régimen especial tarifaria para la región Caribe plasmado en las Resoluciones CREG 010 de 2020 y 078 de 2021. Toda la bancada costeña aprobó este esperpento, incluido el senador Arturo Char, ante lo cual su hermano calla. Otro silencio que rechina.
Que se abra el debate en la forma más amplia, civilizada y documentada posible, porque el pueblo colombiano, el barranquillero y atlanticense no va a aceptar que le metan gato por liebre.