Que a los muertos se les debe respetar, cierto, pero si lo merecen. Y más los vivos. Algo similar sucede frente a una opinión. Si es coherente es tenida en cuenta, tiene influencia, pero si se trata de algo nocivo o perjudicial para miles de personas o unas pocas, incluso una sola, pues hay que confrontarlas y rebatirlas. Y si uno se calla, está del lado equivocado.
Rodolfo Hernández fue un patán inculto y peligrosamente sectario que no ameritaba el mínimo de consideración. Su comportamiento era horrendo, basto, de mal gusto. Y sus actos de corrupción lo llevaron a la prisión, afortunadamente.
Lo que siempre me asombró fue como la marrullería y perversidad crasas de la derecha reaccionaria lograron convencer a casi once millones de personas a votar por él.
¿Por qué un ser racional votaría por Rodolfo? Cualquiera tiene derecho para odiar a quien quiera. Pero...¿votar por un viejo decrépito, corrupto y dependiente patológico de una madre abusadora y tóxica, peor que él, con tal de hacerle daño al opositor? Eso sí, reconozco que el vejete era menos peligroso que Fico u Óscar Iván, rezanderos de recamandaca, y ya se sabe lo nefasto de esa mezcla de politiquero hipócrita con la camándula.
Pero me surge una duda preocupante, ¿por qué no tiene esa amalgama de paracos, narcos y “gente de bien” que conforma la ultraderecha nacional un(a)candidato(a)mínimamente normal e inteligente? Que conozca o por lo menos hable de arte, de música, de ecología y medio ambiente. Que haya leído siquiera a Sócrates o a Confucio. Que sepa quiénes fueron Buñuel o Emilio Zolá.
Que haya visto alguna pieza de teatro. Que no viva con los fantasmas del pasado, evocando a la URSS o el estatuto de seguridad nacional del año 78. Ni añorando las secesiones antioqueñas.
Yo me contentaría con que se postulara José Obdulio Gaviria, el primo de Pablo, como contrincante del pacto histórico; hasta con Fernando Londoño o el mismo viejo Uribe, pero no. Ahora pugnan entre un nieto imbécil del presidente más ignorante que tuvo el país (mafioso de los años 70), una dama inculta y maleducada a más no poder, peor que Popolo o Jotape y una periodista de unas limitaciones intelectuales enormes cuya formación política y moral proviene del clan de los Gnecco.
Es decir, “gente de bien” caray; la que defiende el porte de armas; que se rasga vestiduras por el imperio de los grupos insurgentes, pero sacan en avionetas la coca desde el aeropuerto de El Dorado o desde Guaymaral para llevarla a Miami o a Europa.
Yo añoro a Vito Corleone, que se hacía cargo de los familiares de los opositores, porque nuestros mafiosos son la violencia personificada y dantesca, de aquellos que matan a los hijos y les violan a las hijas, o le cortan las manos a la mujer del opositor, inmediatamente antes de decapitarlo o castrarlo. ¿Será que perdieron el estilo o nunca lo tuvieron?
Están furibundos porque perdieron sus privilegios. Ahora pagarán impuestos. Ahora si los van a encarcelar si delinquen. Y les están quitando toneladas del polvo mágico, los van a arruinar.
Pero como ninguna de las campañas de desinformación de los medios de comunicación serviles contra Petro sirvieron, pues siguen perdiendo puntos y nunca volverán al solio de Bolívar. Porque lo cierto es que si Petro propone una constituyente para asumir de frente su decisión de reelegirse, la gente saldrá a festejar en las calles, porque ya la derecha no puede sacar a los pobres de las tierras fértiles, ni apropiarse de los baldíos. No pueden desplazar a otros cuatro millones de campesinos, ni matar a los indígenas como lo hicieron impunemente por casi cincuenta años.
Las “nuevas oposiciones” quieren recuperar la SAE, la junta de Ecopetrol, las regalías, la UGDR, Planeación Nacional y los adorados ministerios de minas y agricultura, fortín eterno de la godarria criminal entre otras tantas instituciones públicas.
También quisieran destrozar los acuerdos de paz y desalojar los territorios asignados a los excombatientes de las FARC, en procura de alcanzar el esperado anhelo de cualquier ser pensante.
Finalmente, estos delincuentes de cuello blanco, forrados en billetes y en oro sangrientos, ni siquiera la plata les seduce. Es el poder abusar, explotar y despojar a los más necesitados, hacer más palpables las enormes desigualdades.
Quisieran quitarse de encima a la “igualada” vicepresidenta , que si se lanza a la contienda presidencia, también los pulveriza. Por eso tratan de minimizarla, de humillarla, de negar sus aciertos y maximizar errores que siempre han tenido estos ochenta y pico de pres un identes republicanos y dizque independientes…
Pero el pueblo ya no come cuento y menos con esa ralea estulta, esclavista y homofóbica hasta con sus hijos. Tan camandulera e hipócrita, comulgando todos los días, pero denigrando y calumniando al presidente y a su familia de manera francamente infame. Tratando de organizar golpes de estado y paros para dañar la economía.
Pero lo único que sacan es hacerlo subir como la espuma, porque a pesar de los errores y de los casos de corrupción, Petro es el mejor presidente de la historia, un orador privilegiado, un hombre culto. Y el pueblo abandonado, burlado y sometido hasta su llegada lo sabe.
Y es que ellos, los nadies, han recibido lo que nunca antes tuvieron: amor, respeto como seres humanos, equidad, obras, tierras y leyes para favorecerlos, por primera vez en 220 años de vida republicana.