Putumayo, un fortín político en manos de la corrupción

Putumayo, un fortín político en manos de la corrupción

Por: David Meza-Pretelt
mayo 06, 2014
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Putumayo, un fortín político en manos de la corrupción

Graves denuncias revelan que Guillermo Rivera habría utilizado irregularmente recursos del Estado para hacer proselitismo político durante su campaña en el Putumayo, la denuncia lo vincula a él y su protegida Argenis Velásquez con prácticas “non sanctas” en el proceso electoral y la entrega de puestos de manera irregular en lo que podría configurarse como “La Mermelada del Putumayo”.

Quien actualmente se desempeña como Honorable Representante a la Cámara por Putumayo, en el pasado hizo parte de la compleja red de burocracia que ha establecido el Partido Liberal en el Departamento, a través de 12 años de gobierno en la zona, que han traído más tragedia que prosperidad.

Como parte de las cuotas burocráticas entregadas a Rivera dentro de la estrategia santista por hacerse al poder, que la opinión pública conoció como “La Mermelada”, se ha hecho público a través de varios medios que la tajada del Representante putumayense se trata nada más ni nada menos que de la Unidad de Víctimas, entidad llamada a ocupar un papel crucial en el eventual y discutido proceso de paz que adelanta el Juan Manuel Santos y cuyo propósito es primordial para la reconciliación.

¿Cómo atender a las víctimas sin la preparación adecuada?

Esa pregunta parece que no hace parte de los temas que inquietan a Rivera, actualmente su mayor preocupación es tratar de raspar esa última curul del partido que se pelea con el tolimense Guillermo Santos, pidiendo todo tipo de revisiones infundadas de los escrutinios y argumentando el “error aritmético” cuando no es el caso y con el factor agravante que 179 votos le fueron impugnados en su Departamento.

Así fue como Rivera puso en cabeza de la Unidad de Víctimas de Putumayo, uno de los Departamentos más golpeados por la pobreza y la violencia a su cuota: Oscar David Gaviria Serna, un Arquitecto y Diseñador Urbano que aunque tuviese las mejores intenciones para ocupar el cargo, no se encuentra capacitado para cumplir la labor crucial de manejar el tema de víctimas según el Perfil del Cargo exigido inicialmente.

Los problemas en el desempeño de la entidad y el constante incumplimiento de los acuerdos con las víctimas, han ocasionado una avalancha de quejas en el Departamento e inconformidad frente al clientelismo y la burocracia. Esto plantea la duda si ¿Acaso se están nombrando a dedo funcionarios de la Unidad de Víctimas del Putumayo? (Adjuntos manual de funciones y hoja de vida de Gaviria Serna).

Además de las inconsistencias que se viven en la Unidad de Víctimas, la situación política en la zona es igual de compleja. Euler Guerrero, un diputado del Polo Democrático que se ha encargado de llevar a cabo control político en estos tiempos de turbulencia, manifestó dudas acerca de su inseguridad tras hacer denuncias por la corrupción que se dio en el proceso electoral: “En razón a esta labor de Control Político que me corresponde como diputado del partido de oposición al gobierno departamental, mi seguridad y mi integridad están en grave riesgo”.

¿Gestores Sociales o personal de campaña?

Entre los hechos que prueban la existencia de prácticas “non sanctas” durante la actividad proselitista llevada a cabo para las elecciones legislativas, está el uso de material educativo entregado a menores del Municipio de Orito Putumayo por parte del Estado con la participación de una Gestora Social Municipal, de forma poco conveniente e irregular, ya que los cuadernos que recibieron los menores, venían estampados con sellos y publicidad política de Rivera cuando se encontraba en campaña al Senado.

Situación acerca de la que se recibieron denuncias anónimas entregadas a la Asamblea Departamental de Diputados, gran coincidencia que estos hechos hayan tenido lugar en el municipio de Orito, donde Argenis Velásquez, líder política muy cercana a Rivera y que él mismo defiende fue Alcaldesa y aún conserva gran poder político. (Adjuntos fotos de cuadernos y denuncia anónima)

En el Departamento de Putumayo pasan cosas que el país desconoce, sus pobladores deben vivir a merced de un grupo de liberales que se ha enquistado en el poder y que difícilmente salga de él. Tras su derrota en las urnas, Rivera ha tratado de mantenerse en las altas esferas del poder y solo faltó que se declarar su derrota para que el ex –candidato decidiera participar activamente en la campaña a la presidencia de Juan Manuel Santos.

Por estos días y con el peso de ser un reciente quemado, Rivera continúa intentando “provocar” el milagro en los escrutinios y se ha declarado un defensor de los baldíos, infortunada coincidencia que el gobierno de Santos que Rivera ahora defiende con ahínco, también tiene en sus filas como miembro ilustre a Carlos Urrutia, obligado a resignar su puesto en la embajada norteamericana por verse implicado en un caso de corrupción en baldíos en el Vichada.

Finalmente es claro que el caso es preocupante, las víctimas y toda la población del Putumayo necesitan respuestas y que se haga justicia frente al clima de corrupción e ingobernabilidad que se ha tomado al Departamento, esperando que tal vez algún día los colombianos se fijen en aquel rincón olvidado de la geografía nacional.

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