En un discurso de sesenta minutos, el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este lunes 21 de febrero la independencia de Donetsk y Lugansk, dos regiones en el este de Ucrania que autoproclamaron su independencia. Mientras que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de su país, el primer ministro Boris Johnson, dijo que se trata de una violación del derecho internacional.
Un discurso que fue más un recorrido histórico para justificar su decisión. Los líderes de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en Ucrania, le habían pedido al presidente de Rusia lo que hoy fue anunciado.
Vladimir Putin reconoció su independencia, no sin antes asegurar que la Ucrania actual fue construida y es el resultado de los bolcheviques y concebida bajo el poder de Vladimir Lenin en la Unión Soviética.
“Como resultado de la política bolchevique, surgió la Ucrania soviética, que incluso hoy en día puede llamarse con razón la 'Ucrania de Vladimir Ilich Lenin'. Él es su autor y arquitecto. Esto está plenamente confirmado por documentos de archivo. Y ahora descendientes agradecidos han demolido monumentos de Lenin en Ucrania. Esto es lo que llaman descomunización”, dijo el mandatario ruso durante su discurso.
Putin habló también sobre la amenaza que representa para Rusia la entrada de Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues, según dijo, Ucrania se va a convertir en el “centro de ataques contra Rusia”. “Nos intentan convencer de que la OTAN es solo un bloque defensivo” pero, “no nos quedaremos con los brazos cruzados, entendemos nuestra responsabilidad por la seguridad regional”.
Tras terminar su discurso, el presidente ruso firmó un decreto que reconoce la independencia de las dos regiones de Donetsk y Lugansk, que se separaron del control de Kiev en 2014.
Una de las primeras reacciones fue la del primer ministro británico, Boris Johnson, quien dijo que este reconocimiento es “una violación del derecho internacional” y “una violación flagrante de la soberanía y la integridad de Ucrania”.
Johnson aseguró además que se trata de “un repudio a los acuerdos de Minsk", y "creo que es un mal presagio y una señal muy oscura". El primer ministro británico espera hablar con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, para ofrecer su apoyo.
El temido reconocimiento que pone en alerta a Kiev y a Occidente
Según información de inteligencia citada por Washington, ahora Rusia estaría lista para proceder con un ataque contra Ucrania, que ha quedado en una frágil posición.
La joven nación que surgió como república independiente hace solo cerca de 30 años, con la caída de la Unión Soviética, tiene el gran desafío de mantener su soberanía frente al poderío militar del Kremlin y ante un bloque occidental que por ahora no asegura que intervendrá en el terreno, en caso de una invasión.
Las sospechas han aumentado en medio de las evacuaciones hacia Rusia de cientos de residentes prorrusos en las zonas secesionistas, que inició desde el pasado viernes 18 de febrero. De hecho, Moscú informó en las últimas horas que ha recibido más de 60.000 personas que clasificó como “refugiados” desde el este ucraniano.
De acuerdo con las estimaciones de Estados Unidos, para este momento Rusia ha reunido entre 169.000 y 190.000 tropas a lo largo de las fronteras de Ucrania, incluidos los rebeldes prorrusos en la región del Donbass, este ucraniano, y podría invadirla en cuestión de días.
De corroborar la independencia de las áreas controladas desde 2014 por los rebeldes de habla rusa, Moscú estaría formando el escenario perfecto o el “pretexto”, señala EE. UU., para que el Ejército ruso cruce la frontera hacia esas áreas.
Aunque el Gobierno de Putin ha negado de forma reiterada que planee atacar a Kiev, ha amenazado con acciones "técnico-militares" no especificadas a menos de que reciba amplias garantías de seguridad.
Sus demandas están recogidas en la lista de exigencias que el pasado 17 de diciembre entregó a Estados Unidos y a la OTAN. Se destacan: las garantías de que Ucrania nunca se uniría a la alianza militar y que la organización repliegue sus tropas a donde se encontraban antes de 1997. Es decir, antes de que otras naciones exsoviéticas se unieran como Bulgaria y Rumania.
La cercanía de las tropas occidentales a su territorio ha sido justificada por Putin como una amenaza para su país. Aunque el Gobierno de Joe Biden se negó a cumplir con las exigencias del mandatario ruso, sí le ofreció negociar acuerdos de transparencia en la región para rebajar sus preocupaciones.
Sin embargo, ahora Putin parece evadir un posible encuentro directo con su homólogo estadounidense, algo en lo que Washington mostró su disposición, tras la mediación del mandatario francés, Emmanuel Macron, el domingo 20 de febrero.
El Kremlin se limitó a responder que hablar de una reunión entre los presidentes de las dos potencias es “prematuro”.
Ucrania y Francia llaman a reuniones de emergencia
El presidente de francés, Emmanuel Macron, convocó a una reunión de seguridad nacional de emergencia para abordar los acontecimientos relacionados con la crisis en Ucrania.
El Palacio del Elíseo hizo el llamado tras comunicarse con el canciller alemán Olaf Scholz y los líderes de la Unión Europea (UE), para coordinar la reacción del bloque de 27 países a los últimos acontecimientos.
La UE se unió a los llamados de Kiev y Washington para que Rusia no se anexione ni reconozca las regiones ucranianas separatistas y advirtió sobre las sanciones económicas que podría emitir en su contra, si decide atacar a su vecina nación.
El pronunciamiento tuvo lugar luego de que Putin informara tanto a Macron como a Scholz durante llamadas telefónicas que planeaba firmar un decreto para reconocer a las dos regiones separatistas de Ucrania como entidades independientes.
Entretanto, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kouleba, solicitó un encuentro de urgencia en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"En nombre del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, envié una solicitud oficial en virtud del artículo 6 del Memorándum de Budapest a los Estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo consultas inmediatas sobre las acciones urgentes para reducir las tensiones y dar pasos prácticos para garantizar la seguridad de Ucrania", publicó Kouleba a través de su cuenta de Twitter.
El ministro se refiere al acuerdo político firmado en diciembre de 1994, en la capital de Hungría, que ofrece garantías de seguridad de la antigua aliada rusa a cambio de la renuncia a las armas nucleares heredadas de la desaparecida Unión Soviética.
El tratado fue inicialmente firmado por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido y más tarde, China y Francia emitieron declaraciones individuales sobre esas garantías.
Moscú considera "prematura" una cumbre con Washington
Luego de que se barajara la posibilidad de una cumbre entre el mandatario ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, según indicó el presidente francés Emmanuel Macron, el Kremlin dio en las últimas horas pocas esperanzas de que ocurra, al menos en el corto plazo.
"Es prematuro hablar sobre planes específicos para organizar cualquier tipo de cumbres (…) Una reunión es posible si los jefes de Estado lo consideran apropiado. Ahora mismo hay un claro entendimiento de la necesidad de continuar el diálogo a nivel ministerial", señaló el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
De producirse, ese sería el acercamiento de más alto nivel entre Washington, que lidera la OTAN y respalda a Ucrania, y Moscú que presiona por una serie de exigencias de seguridad que hasta ahora no han sido respondidas.
Cancilleres de Rusia y Francia se reunirán en París esta semana
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, informó que el canciller ruso, Sergei Lavrov, aceptó su invitación a viajar a París el próximo viernes 25 de febrero para una reunión sobre la crisis en Ucrania.
La cita fue programada durante una llamada telefónica este lunes, en la que el diplomático francés expresó a su homólogo ruso la "fuerte preocupación" del Gobierno de Emmanuel Macron por las confrontaciones actuales.
🔴Everything said in the extraordinary session of Russia’s security council points towards recognition of the separatist Donetsk and Luhansk People’s Republics in possible preparation for war, says @RolandOliphant https://t.co/FjrYjwDu5K pic.twitter.com/mProzlQapp
— Telegraph World News (@TelegraphWorld) February 21, 2022
El objetivo del encuentro será sostener "consultas preparatorias" para una posible cumbre encaminada a una solución negociada. Sin embargo, Le Drian recordó que esa reunión está condicionada a que Rusia no intervenga militarmente en su vecino país.
En este sentido, el canciller francés recalcó la urgencia de una reunión lo antes posible del Grupo de Contacto Trilateral, que incluye a Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para el retorno al cese al fuego entre las partes involucradas.
Putin evalúa el reconocimiento de la independencia de zonas separatistas
El reconocimiento formal de la independencia de Donetsk y Lugansk, en la región del Donbass y autoproclamadas independientes de Ucrania por los separatistas de habla rusa en el conflicto de 2014, acentuaría aún más la alta tensión en la región; pero Putin se muestra dispuesto a dar ese paso.
El mandatario ruso precede este 21 de febrero la reunión del Consejo de Seguridad presidencial que aborda esa opción. El encuentro inició poco después de que los líderes de las regiones separatistas emitieron declaraciones televisadas en las que pidieron al presidente de Rusia que los reconozca como Estados independientes y firmen tratados de amistad, los cuales prevén ayuda militar para protegerlos de lo que describen como una ofensiva militar ucraniana en curso.
Un posible reconocimiento de esas regiones en el este de Ucrania no resulta sorpresivo, tras años de respaldo financiero y militar del Kremlin. Además, el pasado 15 de febrero, la Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso, aprobó un proyecto de ley que solicita al mandatario que reconozca oficialmente la independencia de esas dos localidades.
Moscú acusa a Ucrania de destruir un puesto de guardia ruso
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia, (FSB) lanzó nuevas acusaciones contra los militares ucranianos mientras ese Gobierno y Estados Unidos insisten en que la Administración de Putin crearía una “excusa” para proceder a una invasión de Ucrania próximamente.
"A las 09:50 (hora local) un proyectil no identificado disparado desde territorio ucraniano destruyó por completo un punto de servicio de los guardias fronterizos del FSB en la región de Rostov, ubicado a unos 150 metros de la frontera entre Rusia y Ucrania", sostuvo el FSB en un comunicado en el que agregó que no se registraron víctimas.
Ucrania respondió que no ha lanzado ningún bombardeo hacia territorio ruso. Su Ejército acusó previamente a Moscú de falsificar imágenes de proyectiles para hacer creer que eran ucranianos. Agregó que grupos de mercenarios han llegado al este de Ucrania, controlado por los separatistas, para realizar provocaciones en colaboración con las fuerzas especiales rusas.
Además, el Ejército ruso sostuvo que impidió que un grupo de "reconocimiento de distracción" traspasara la frontera de Rusia desde suelo ucraniano y que cinco personas murieron. Kiev calificó esa versión de “noticias falsas” y ratificó que no hay fuerzas de Ucrania en la región de Rostov, donde habría ocurrido el incidente.
Sholz se reúne con Putin para mediar en la crisis
Está previsto que el canciller alemán, Olaf Scholz, hable en las próximas horas con el mandatario ruso sobre la disposición de Estados Unidos a mantener una cumbre con Putin y todos los esfuerzos por lograr una desescalada de la situación.
Esta conversación se enmarca en los "esfuerzos diplomáticos" que se están realizando de manera conjunta "para evitar una catástrofe" en Ucrania", explicó el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Hebestreit.
No está claro si en efecto Putin se sentará a conversar con Biden en momentos en que Washington insiste en que una invasión rusa a Ucrania sería “inminente”. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, respondió que esos señalamientos son “provocadores”.
Pero las acusaciones de las autoridades estadounidenses parecen tomar fuerza. Los ejercicios militares conjuntos entre Rusia y su aliada Belarús, país en la frontera norte de Ucrania, se extienden pese a que inicialmente el Kremlin informó que terminarían el domingo y sus soldados volverían a sus bases habituales.
¿La explicación? Las tropas permanecerán allí en gran parte hasta que la OTAN retroceda en las posiciones que los militares occidentales toman cerca de las fronteras de Belarús y Rusia, según indicó el ministro de Defensa bielorruso, Viktor Khrenin.
La UE aún no impondrá sanciones a Rusia
Pese a semanas de advertencias desde Europa sobre sanciones a Moscú en caso de una invasión, el jefe de política exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, y algunos ministros de Exteriores del bloque, afirmaron que los 27 países aún no planean dar ese paso.
Borrell dijo en una rueda de prensa que convocaría una reunión extraordinaria de la UE para acordar sanciones solo "cuando llegue el momento".
Kiev pidió a Bruselas que tome esas medidas ahora para evitar una guerra en lugar de esperar hasta después de cualquier posible intento de invasión.
"Creemos que hay razones buenas y legítimas para imponer al menos algunas de las sanciones ahora para demostrar que la Unión Europea no solo está hablando de sanciones, sino que también está en el camino a hacerlo".
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