Gracias a una querida colega quien nos compartió un interesante análisis en su perfil de Facebook, decidí escribir un artículo sobre estos temas de tecnocracia y economistas. La editorial recomendada se tituló "Alergia a los números" por una supuesta animadversión hacia la tecnocracia, amén del debate reciente por el cambio de funcionarios del gobierno. Inmediatamente hice la relación con lo que sería "otra cara de la moneda", en la cual se presenta a la tecnocracia como no neutral, por ser guarida de una visión hegemónica pero soterrada, incluso para sus propios guardianes.
Estoy de acuerdo con el Profesor Adam Grant cuando señala que demasiada gente, incluidas las personas de mi gremio de economistas, "se pasan la vida siendo obedientes descendientes en lugar de buenos antepasados. La responsabilidad de cada generación no es complacer a sus predecesores." En pocas palabras, la responsabilidad es con la descendencia de cara al futuro. El reto más importante es hacer orgullosos a tus hijos, a nuestros sucesores, no principalmente a maestros o a padres.
El tema de la tecnocracia de los economistas, por tanto, no pienso que esté relacionado con la defensa ni con la animadversion a ella (a quienes llaman “yupis y gomelos”) sino con la dependencia de la trayectoria.
Es decir, ¿con qué escuela o escuelas de pensamiento nos identificamos o somos leales? Para no arraigarnos demasiado en nuestra formación ni en jurar lealtad ciega a ninguna escuelas de pensamiento o a nuestros antepasados, propongo estar más preocupados por el futuro.
Precisamente, el profesor de la U. de Cambridge Ha Joon Chang, nos ha invitado hace tiempo en su libro famoso titulado "Economía para el 99% de la población", a llevar a cabo una fertilización cruzada entre escuelas de pensamiento, lo cual nos puede ayudar a abordar los grandes desafíos y retos sociales y medioambientales del siglo XXI.
Pero para ello deberíamos saber cuales son nuestros puntos ciegos debido a nuestra identidad y complacencia con ciertas escuelas. Por eso presento la siguiente propuesta de grandes problemas o temas que han preocupado a ciertas escuelas las últimas décadas.
Esta es una propuesta no más, tomada del blog “Exploring Economics” y simplemente es un ejemplo para ilustrar que hay cuatro grandes temas que podrían convocar a cinco o seis escuelas por cada tema máximo (i.e. escasez, incertidumbre, poder y cambio).
No todos los temas les concierne prioritariamente a las escuelas de pensamiento. Hay unos temas que para unas escuelas son un punto ciego (o no son prioritarios). Al interactuar y conocer las otras escuelas, podrían entonces nutrirse para abordar dichos temas y hacer conciencia de los puntos ciegos.
Claro está que hay colegas que podrán decir que no existen tales puntos ciegos así como que no existen tales escuelas de pensamiento, y por tanto ellas o ellos no están arraigados ni influidos por esas escuelas de pensamiento. A eso le respondo lo que Keynes enfatizó: que seguramente "son esclavos de algún economista muerto".
Algunos de los que se identifican con la tecnocracia podrían pensar de esta forma. A ellos les pasa, como una vez un abogado me comentó, "somos muchos abogados titulados pero pocos los que nos actualizamos".
Igual ocurre con mi gremio. No se puede aprender lo que creemos que ya aprendimos, sin embargo la educación continua en el gremio de economistas es imprescindible. Llamaría a los centros educativos y académicos a diseñar diplomados o cursos cortos de educación continua para economistas para así ayudarnos a identificar y hacer conciencia de nuestros puntos ciegos.
En mi caso, en las escuelas que me encuentro en proceso de educación continua es en la escuela de economía experimental y también en la poskeynesiana y neomarxista. Querida y querido colega, ¿cuáles escogerías? ¿Cuáles te gustaría conocer más para identificar tus puntos ciegos?
*Académico de número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas y profesor catedrático de la Universidad del Tolima.