¿Aquí en Cali qué se llama Andrés Caicedo? Me preguntó Alberto Fuguet en su primera visita a la ciudad, en febrero del 2007. Sentí pena ajena y frente a mis estudiantes le respondí que nada en Cali se llama Andrés Caicedo. Meses antes del encuentro, como maestra de lengua castellana, había comprobado que la obra de Caicedo es el enganche inmediato y una efectiva plataforma para iniciar en el amor por los libros a jóvenes sin cultura lectora. La pregunta de Fuguet y la revelación con mis estudiantes, me condujeron a crear la Ruta Andrés Caicedo; recorrido turístico cultural y literario por Cali, principalmente por los sitios geográficos que referencia la obra del escritor caleño.
Superada la etapa inicial con mis estudiantes, y para motivarlos a la lectura de obras literarias, las bibliotecas y la formación de padres, juegan un rol determinante en reforzar las actividades de clase. En este sentido, desde hace cinco años, respondo con orgullo a quienes hacen la misma pregunta de Fuguet, que en Dosquebradas, otra ciudad fuera del departamento del Valle del Cauca, una biblioteca comunitaria lleva el nombre de Andrés Caicedo. Pero ahora, nos llega la preocupante noticia, que por orden judicial, en menos de un mes, la Biblioteca será desalojada y por la borda se irá el esfuerzo de quienes la convirtieron en el punto de encuentro para recrear la memoria colectiva entre niños, jóvenes y adultos; un lugar configurado como hito urbano, que le pertenece por derecho propio a Dos Quebradas, Risaralda, ante las promesas incumplidas de una firma constructora.
La historia inicia en el sector Frailes en el municipio Dos Quebradas, Risaralda, Colombia, que en tiempos precolombinos fue territorio de la Cultura Quimbaya, sitio en el que hallaron piezas de orfebrería, utensilios y petroglifos, motivo por el cual, el sector Frailes pertenece al Parque Regional Natural Las Piedras Marcadas, custodiado por Parques Nacionales; durante la colonización antioqueña fue un lugar de paso de los arrieros y estancia para el reposo; luego se puebla con los campesinos que abandonan sus tierras. En la actualidad, Frailes es un sector compuesto por 14 barrios y dos veredas con más de 30 años de existencia. En él se encuentra la urbanización Villa Mariela y la Biblioteca Comunitaria Andrés Caicedo. La urbanización fue construida aproximadamente hace siete años, por la firma constructora Agustín Torres, la cual se comprometió a entregarla con parqueaderos, vías pavimentadas, caseta comunal, juegos infantiles incumpliendo con la finalización de las obras. La comunidad indignada por tales sucesos interpuso acciones populares y logra imponer una multa de casi 200 millones de pesos por incumplimiento de las obras a los responsables del proyecto urbanístico. Ante lo cual, Óscar Iván Arias, uno de los ingenieros, para apaciguar los ánimos cede en préstamo un local inacabado a la Junta de Acción Comunal. Según consta en la carta en poder del presidente de la misma. A partir de allí, el lugar se destina para actividades netamente comunitarias.
Desde hace 10 años un grupo de jóvenes del sector se constituye legalmente como Colectivo Frailes Arte, quienes con una colcha de retazos y cuarenta libros se suman con las Tardes de lectura. La gente al verlos que leían en el piso fue donando libros, configurando así lo que hoy se conoce como la Biblioteca Comunitaria Andrés Caicedo. Desde entonces, la agrupación juvenil se responsabiliza de la entidad, apoyados por la Junta de Acción Comunal, atendiendo semanalmente más de cien usuarios de todas las edades, en programas como el Cine club, el Club de lectura juvenil, Club de lectura infantil, Curso de radio, Curso de teatro, Curso de pintura, Curso de fotografía, y otros servicios como préstamos de libros. Aclarando, que los mismos servicios bibliotecarios se trasladan hasta los planteles educativos y centros carcelarios. Como si ello fuera poco, participan en actividades culturales de la ciudad organizando el Picnic Literario, por invitación de la Corporación Casa Creativa, evento que acaba de celebrar su cuarta versión. Cinco años de labores de la Biblioteca Comunitaria Andrés Caicedo, han sido posibles principalmente a la autofinanciación; es decir, al dinero que sale de los bolsillos de los jóvenes de Frailes Arte, de los servicios bibliotecarios ofertados y en menor medida al Programa de concertación del Ministerio de Cultura.
Llegado a este punto, el ingeniero Óscar Iván Arias, única cabeza visible de la constructora -los demás desaparecieron con rumbo desconocido-, exige la devolución del local del que es propietario y entabla ante la Fiscalía, una demanda al Presidente de la Junta de Acción Comunal y no sobre la Persona Jurídica. Hilvanando más delgado; en principio Arias presta el local a la persona jurídica representada en la Junta de Acción Comunal del sector de Frailes, pero en los últimos días, entabla la demanda en contra de la persona natural, el presidente comunitario. En todo caso, la Fiscalía falla a favor del ingeniero y ante esta encrucijada, Frailes Arte acude a tres encuentros con Diego Ramos, alcalde de Dos Quebradas, para que éste como autoridad competente afronte la problemática. Sin ninguna solución a la vista y a punto de prescribir los términos para el desalojo de la Biblioteca Andrés Caicedo, la comunidad apela el fallo, con la sorpresa que el ingeniero en mención, firma de tres formas; una como empresa constructora, otra en el predial y otra en el registro de servicios públicos. Para rematar, en todo el proceso la constructora ha cambiado seis veces de razón social.
Recapitulando, por todas las razones aquí expuestas, la Junta de Acción Comunal y el colectivo Frailes arte, exigen a las autoridades competentes ejecutar las multas con el debido rigor, embargar el local con el fin único de cederlo a la comunidad, como cuota a todas las promesas incumplidas. Que se tenga en consideración, que la Biblioteca Pública Municipal es la más cercana en cinco kilómetros a la redonda con respecto a la del sector de Frailes, y que ambas entidades deben atender los 134. 437 habitantes de Dos Quebradas.
Para concluir, es importante recalcar que la obra de Andrés Caicedo, a 38 años de su muerte, ha trascendido las fronteras nacionales, al ser traducida al inglés, francés, alemán, entre otros idiomas y leída con fruición por un público joven que nos visita con más frecuencia para conocer sus amigos, su cultura y recorrer la ciudad en la Ruta Andrés Caicedo. Con tales alcances, la obra se hace respetable y el autor mayor de edad. Pero Cali, ignora el prodigio de su hijo y está en mora, para que una plazoleta o el cine foro se llamen como él, o como una de sus obras. Entre tanto, en Dos Quebradas, la Biblioteca Comunitaria que lleva su nombre está sentenciada a muerte, a menos que nos manifestemos de una u otra manera. Vuelvo a sentir pena propia y ajena.