Los problemas para Aníbal Janna y su imperio se concentraron el pasado 2 de diciembre del 2022. Ese día la concesionaria Ford, una de las dos marcas de autos que distribuían en la Costa Atlántica, mostraba su inconformidad por los líos familiares que rondaban su empresa Janna Motors.
El escándalo tenía que ver con la multa de 11 mil millones de pesos de la Superintendencia de sociedades por mal manejo de dineros y que tuvieron su origen en una disputa familiar en donde su propia hermana, Diana, denunció la pérdida de $ 11 mil millones de la compañía.
La liebre saltó por otro lado. Mazda, la otra marca que distribuían, anunció este lunes 6 de marzo que no prorrogará su contrato con la empresa barranquillera, después de 23 años de operaciones. Desde el próximo 31 de marzo entrará a distribuir la marca el grupo Autoland quien forma parte de la red Mazda de Colombia. Es una movida de urgencia de Ángela López, la presidente de la compañía para tomar las riendas de la distribución en la costa.
No es el único negocio que Aníbal Janna tiene. Su centro comercial, el lujoso Plaza del Parque, que fue inaugurado en el 2016 y que les costó $ 20 mil millones, entró a extinción de dominio porque el terreno donde fue construido perteneció al líder del cartel del Norte del Valle Iván Urdionola Grajales.
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