Tenía seis años, era una niña cuando llegó a Bogotá con su mamá y sus dos hermanos, procedentes de Tuluá, en el corazón del Valle del Cauca en 1991 y se establecieron en el barrio El Guavio, en el centro de la ciudad, en la localidad de Santa Fe.
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Huían del maltrato intrafamiliar y de la violencia de su padre con su mamá, la señora Ruby Ospina Borda. Llegaron sin nada, excepto las ganas de salir adelante y al día siguiente, ya estaba vendiendo arepas con café en un local del vecindario, comenta su hija Angelly Sanabria Ospina.
Sus primeros clientes fueron conductores y policías de la estación del barrio Germania contiguo al barrio El Guavio. Inició el negocio con 70 mil pesos y con ese capital compró unas cuantas libras de maíz, queso, jamón y leche. Con eso desayunaron y las arepas, en ese entonces, se vendían entre 100 y 200 pesos.
Le fue tan bien en el negocio que, en el año 2000, los mismos policías convencieron a doña Ruby para que cambiara de sector y se trasladó a la Carrera 1 # 21- 22 donde hoy continúa funcionando Puerto Arepa en el barrio Germania de Bogotá.
Ese es un sitio emblemático para los universitarios y cumplió 24 años de servicio a los bogotanos en la localidad de Santa Fe. Hoy, Angelly Sanabria tiene 38 años de edad y se encarga de Puerto Arepa, el legado de su mamá porque infortunadamente, doña Ruby Ospina Borda falleció el 20 de julio de 2021 como consecuencia del COVID-19 y a sus 63 años de edad.
El negocio funciona sobre ruedas en manos de Angelly Sanabria y sus dos hijos, Sara de 14 años; Sebastián de 21 años, con apoyo de las 9 empleadas, todas madres cabeza de hogar como la dueña.
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Diariamente, en Puerto Arepas se venden entre 400 y 600 arepas originales de maíz trillado que llega del Valle del Cauca, hay arepa con queso, arepa con jamón y queso, arepa doble queso, rellenas de carne, rellenas de pollo o rellenas con huevo.
Entre sus clientes fieles hay universitarios, oficinistas, deportistas, obreros de la construcción. Las arepas los mueven todo, también la frijolada de los martes y el sancocho de gallina los viernes dice su propietaria Angelly Sanabria Ospina.
El caldo de pescado es muy popular y delicioso. Desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche de lunes a viernes y los sábados hasta las 2 y 30 de tarde, también venden caldo de costilla, empanadas, longaniza, chicharrón, pasteles de yuca y los precios son muy económicos. Lo más barato es una arepa con queso que vale 2.900 pesos y lo más caro un desayuno completo que cuesta 12 mil y se compone de caldo con costilla, huevos, chocolate y pan.