Los protagonistas de este jolgorio optimista olvidan que no por bobas las elites nacionales colombianas han perdurado con el bastón de mando de la cosa pública y privada. Por eso, extraño no sería que se estén manipulando las encuestas sobre preferencias electorales para mostrar a Petro como ganador anticipado lo cual traería consigo dos eventuales consecuencias: que las huestes de este se confíen y que los más acérrimos defensores del establecimiento cierren filas en su contra y enarbolen la hasta ahora eficaz arma del castrochavismo. Mockus sabe bien de que se trata esto.
El actuar de la costra (por poco escribo Cosa Nostra) que arropa esta sociedad va desde mostrarse modosa y arrulladora hasta cínica y brutal si es necesario. En los recientes días JMS ha dado ejemplos de esto, desconocía una emergencia como el éxodo de venezolanos hacia Colombia ( los millones de desplazados internos por el conflicto ídem le han valido un pepino) y por eso no sabía actuar y pedía ayuda internacional, claro siempre en tono de paladín de la libertad y la solidaridad; y puso ejemplo de la corrupción má cercano el despilfarro, en palabras de él, del gobierno venezolano en el uso de los ingresos provenientes del petróleo. Olvidadizo a su conveniencia nada dice que en su país y durante sus mandatos los niveles de corrupción hayan llegado a que cada año se pierdan 50 billones de pesos, o lo que es lo mismo que cada semana se pierda uno.
En esa misma línea de actuación el presidente Santos ha exculpado por anticipado al grupo Sarmiento Angulo de cualquier responsabilidad por la caída del puente Chirijara a causa de lo cual murieron nueve humildes obreros. "En cualquier parte se cae un puente", debe ser adelante el epígrafe de los pliegos para participar en las licitaciones del futuro. ¿Dónde quedó la separación de poderes?
El tramposo sistema electoral colombiano es de los mejores del planeta. Digan si no Pastranita y Vargas Lleras, descendientes directos de los protagonistas triunfantes de abril de 1970, o AUV con sus combativos y combatientes aliados. Una clase social satisfecha de sí misma que ha recibido las garantías necesarias y las innecesarias para perpetuarse en su dominio y que ha convencido a millones de connacionales, sumidos en la miseria, de que este es el mejor de los mundos a pesar de las estadísticas de organismos internacionales que hablan en contrario y de los cuales Colombia es miembro, no se dará por vencida así de fácil como lo hacen ver los foristas.
Los saltos de canguros, de monos, los atentados criminales, nada de eso le es ajeno a esta elegida dama.
Serenidad, serenidad.