Los representantes y autoridades indígenas de la zona norte extrema de La Guajira, pertenecientes a las organizaciones wayuu araurayuu y wayuu makuira volaron a Bogotá para buscar a los representantes de varias entidades del Estado. Llegaron al Ministerio del Interior y esperan que los atienda la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cristina Plazas. El grito de los indígenas Wayúu, representantes de la comunidad más apartada de La Guajira, es para que la directora no permita que localmente se les entreguen los contratos de alimentación y cuidado de los niños a los políticos del departamento de Uribia.
Dicen que a pesar de ser la zona con más dificultades de comunicación y de transporte, es la única de La Guajira donde no se han presentado casos de niños muertos por mala atención o suministro de alimentación. Cristina Plazas tiene la última palabra en un caso donde juega la autonomía de los pueblos indígenas que llegaron a Bogotá con sus representantes más antiguos. La papa caliente para la directora no es menor, por cuanto,a pesar de su buena gestión en otras regiones en La Guajira, se raja al igual que todo el gobierno nacional que no ha logrado canalizar las soluciones ni los recursos para el departamento.